10 julio 2019
Angel Mario Ksheratto
Economía y extremismos
Para el presidente López, Carlos Urzúa Macías, “no entendió” su política económica basada en una “austeridad republicana” agresiva y absolutista. Para el ahora exsecretario de Hacienda y Crédito Público, las ideas del presidente no se ajustan a los criterios mínimos de una economía debilitada y avasallada por programas asistenciales descontrolados y gastos discrecionales desproporcionados.
Llaman poderosamente la atención los pocos conceptos que destila Urzúa en su corta carta de renuncia; son sus argumentos —por decir lo menos—, demoledores.
Reflejan no solo las precarias condiciones financieras sobre las que se basa la economía mexicana, sino también, la poca atención que López Obrador pone a sus colaboradores y el empecinamiento de éste, para imponer medidas además de drásticas, incompatibles con la grave crisis financiera que si bien, ha sido contenida a medias, amenaza con desembocar en una recesión sin precedentes en la historia del país.
Aunque no especifica cuales, el exsecretario Urzúa, acusa que “se han tomado decisiones en política pública, sin el suficiente sustento.” Recordemos que el presidente López, ha ofrecido doblar las cifras en programas asistenciales y otorgar éstos, a casi toda la población.
Es obvio que una medida de esa naturaleza, perjudica ostensiblemente al presupuesto federal. Siempre nos hemos preguntado de dónde, el presidente, va a sacar recursos para millones de estudiantes desde la primaria, hasta el nivel universitario. Tampoco sabemos de dónde sacará dinero para pensiones a todos los adultos del país, ni cómo va a lidiar con el pago a otros millones de jóvenes que, ante la difícil situación económica de sus familias, optan por aprender un oficio para subsistir. Solo en ese gasto, el presupuesto queda terriblemente desfasado.
Un aspecto al que se refiere Urzúa, puede ser la explicación al gasto desbocado que lo obligo a renunciar: la política económica de AMLO, no ha estado exenta de extremismos ideológicos. No es poca cosa tal acusación.
De siempre se ha dicho que la 4T, no ha podido separar los intereses ideológicos de los intereses supremos del pueblo. Para nadie es secreto que diversos programas asistenciales, son utilizados para captar el voto en las elecciones de medio sexenio.
Que el ahora ex encargado de la Hacienda lo diga, no solo en su calidad de funcionario, sino como hombre cercano al presidente, es una alerta que no debemos dejar pasar por alto. Porque lo declarado en la carta de renuncia, es entre otras cosas, una seria y grave acusación que revela la constitución de varios delitos.
Ello no debe quedar en el anecdotario; debe ser investigado, principalmente si tomamos en cuenta que es ésta, la administración que llegó al poder mediante el discurso contra la corrupción y la impunidad.
Lo ocurrido, es el detonante que se activa, desde las entrañas de la 4T, hacia las entrañas de ésta misma. Y nos deja claro que el presidente, no tiene siquiera el voto de confianza de quienes lo ayudaron a llegar al cargo que ostenta.
Para el colmo, el rostro del sucesor de Urzúa, dejó entrever que no tiene capacidad, control, ni idea del reto que, a la carrera, le pusieron enfrente. Feo panorama nos espera.
Transitorio
El secretario de Gobierno, Ismael Brito Mazariegos, dijo en entrevista reciente que cabe la posibilidad que la Guardia Nacional, entre a municipios como Bochil y El Bosque (y otros lugares con conflictos sociales), para imponer el orden. Dijo que en sí, las inconformidades, son, por parte de sus promotores, “una cortina de humo”, para encubrir otro tipo de actividades.
Entre otras cosas, adelantó que habrá una reforma electoral, en la que, previó, los partidos podrían ya no gozar de recursos públicos a discreción y pidió a la federación, más recursos a fin de evitar que los alcaldes que deban atender la crisis humanitaria derivada de la masiva migración, desvíen recursos etiquetados. Puede ver la entrevista completa en http://ksheratto.blogspot.com