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Actos aberrantes no deben quedar impunes: López Hernández

+ Obligación del Estado de brindar protección a los niños y niñas.

TUXTLA GUTIERREZ, Chiapas, 29 de Julio de 2013.- Ante el abuso de autoridad del que fue objeto el menor indígena tzotzil Feliciano Díaz Díaz de edad de 10 años, por dos funcionarios públicos del Ayuntamiento de Villahermosa, Tabasco; el Consejero del CEDH, Pedro Raúl López Hernández, se pronunció porque estos actos vergonzosos y que vulneran los derechos humanos del niño no queden impunes; ya que existe una situación de maltrato moral y psicológico, daños que podrían repercutir severamente para el resto de su vida, si el niño no es atendido adecuadamente por profesionistas.

Los niños y niñas por la situación de pobreza extrema en que atraviesan sus familias, entran a una edad muy temprana al mundo laboral, trabajando largas horas durante el día y realizando diversos oficios que muchas veces como en este caso los coloca en una situación de vulnerabilidad, por ello es necesario generar conciencia, y promover acciones en los tres niveles de gobierno  para implementar acciones que vayan erradicando día a día el trabajo infantil.

 

“El Estado tiene la obligación de proporcionar a los niños todos los recursos suficientes y necesarios para su optimo desarrollo», tal como lo señala la Convención Sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), señaló López Hernández.

Recalcó que la Convención sobre los Derechos del Niño menciona en su: Artículo 27.- Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social, y en el Artículo 32.- Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.

Consideró necesario y urgente que las autoridades adopten medidas de protección a los niños, ya que casos como el de Feliciano, originario del paraje Romerillo, municipio de San Juan Chamula; que carecen de los recursos para sobrevivir, busquen cualquier forma para poder aportar ingresos a sus familias, y en ese momento pueden ser víctima de hechos que vulneren sus derechos humanos.

Situaciones como la de Feliciano reflejan las condiciones que se viven en las comunidades indígenas, que tienen la necesidad de emigrar a otros lugares para buscar mejores condiciones de vida.

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