MEXICO, D.F., 01 de Septiembre de 2013.- Al fijar a nombre del Partido del Trabajo el posicionamiento respecto al primer informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, el senador Manuel Bartlett aseveró que se ha instaurado “un sistema autoritario de derecha que pervierte las instituciones de la República. Un gobierno espectáculo con apariciones cotidianas en escenarios televisivos, de cobertura nacional presentando grandes proyectos retóricos. Forma sin fondo para cultivar esa imagen, que es el todo”.
Bartlett subrayó: “Un gobierno que opera con un Pacto de viejas y nuevas alianzas, que se cubren ahora con una vestimenta de consenso en un programa cuyos compromisos determinantes no son ciertamente progresistas. Su consejo rector ha suplantado al Congreso de la Unión”.
El coordinador de los senadores petistas subrayó que “la llamada reforma educativa no es sino un simple injerto en el Artículo 3 constitucional, ese artículo señero que ordena la educación para todos, una educación que sea de impulso obligado para integrar a una nación fracturada en la independencia y en la justicia. No se compadece con esa incorporación de un estatuto laboral magisterial de excepción para una supuesta calidad educativa que el presidente repite como objetivo, que no existe en los textos que impulsa, pero que confronta a todo el sistema, reduciendo la educación a una tecnocrática evaluación, cuando lo que se requiere es la auténtica promoción de una educación no preferida por el instaurado estado neoliberal privatizador”.
Barttlet destacó que después de haber negado durante un año los propósitos privatizadores de su reforma energética, ¨Peña Nieto ha presentado al Senado una reforma tramposa, cuyo objetivo es eliminar de la Constitución los mandatos que establecen la exclusividad el Estado en el manejo del petróleo y la electricidad, indispensables para impulsar el desarrollo económico y social de México”.
Se trata, dijo en tribuna Bartlett, “de un acuerdo evidente con los intereses extranjeros que han luchado sin descanso por eliminar del Artículo 27 constitucional original de 1917 la propiedad nacional del subsuelo, hasta las reformas patrióticas de Lázaro Cárdenas, cuya figura se falsifica para convertirlo en justificación de su ideología desnacionalizadora. Vergonzoso engaño del Ejecutivo”.