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ALFIL

28 Octubre 2013

Impuesto insuficiente

Roberto Piñón Olivas

El aumento en el impuesto a los alimentos chatarra resulta insuficiente para cubrir las consecuencias del consumo excesivo de los mismos. Nada más al tomar en cuenta una de las enfermedades producidas -entre otras causas- por la ingesta inmoderada de productos con altos niveles calóricos, como es la diabetes, observamos que los legisladores están muy lejos de cubrir el hueco en costos que genera la atención a pacientes en el sector público y privado.

Un estudio publicado en Value in Health Journal, consultable en su página de internet, considera que en 2010 se ejercieron por lo menos 779 millones de dólares (8 mil 835 millones de pesos con una paridad de 11.30 pesos por dólar) para cubrir el costo de la atención medica directa y soportar el costo indirecto en los pacientes diabéticos mexicanos.

De esos recursos, dato alarmante, es que de cada peso, 51 centavos fueron erogados por los mismos pacientes. En total las personas sacaron de sus bolsillos 429 millones de dólares para cubrir atenciones que el sistema de seguridad social no alcanzó a satisfacer, en términos de calidad.

La secretaria de salud ejerció 259 dólares por paciente de un universo de 351 mil 172 personas atendidas; el Instituto Mexicano del Seguro Social, 473 dólares (443 mil 279 pacientes) -casi el doble que la cabeza de sector- y el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado, 276 dólares (249 mil 619 pacientes). Se observa una disparidad inexplicable, salvo por la condición de asegurados desde el punto de vista laboral, contra una atención en Secretaría de Salud a población abierta (no asegurada).

Este dato también llama la atención: de cada peso invertido en atención a diabetes, 33 centavos se destinan a los asegurados que son el 48% y solo 15 al 42 por ciento de la población que corresponden a personas no aseguradas.

Amén de la disparidad y ausencia de equidad en el gasto, resulta grave que la enfermedad no cede. En 1993 el 4.6 por ciento de los mayores de 20 años padecía la enfermedad. Para el año 2000 la proporción aumento a 5.8 por ciento, y para 2006 era ya de 17 por ciento, tres veces más en tres lustros.

Por este motivo, es más que justificable el impuesto del 5 por ciento a los productos chatarra, considerados así aquellos de alto nivel calórico. No estaría nada mal gravarlo con el ocho por ciento como se propone en el Senado por parte de la Fracción Parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática, tres puntos arriba del 5 por ciento autorizado por los diputados.

Este aumento de tres puntos porcentuales permitiría llegar a una recaudación de 5 mil 600 millones de pesos, contra los 3 mil 500 que se obtendrían con una tasa impositiva del 5 por ciento. Como se observa, ese 8 por ciento, en el caso de que se modificara la tasa aprobada en la cámara de diputados, resulta insuficiente para cubrir el hoyo fiscal que genera la atención a los pacientes con diabetes, que es del orden de los nueve mil millones de pesos.

Si usted considera adicionalmente otras enfermedades como las coronarias, provocadas también por el consumo de este tipo de alimento, por poner un ejemplo, el nuevo impuesto resulta a todas luces insuficiente.

El estudio elaborado por los Doctores Armando Arredondo y Esteban Icaza, plantea un nuevo drama: no solo el paciente sufre, la familia y la sociedad pierde a un elemento importante para su desarrollo económico y social. Los costos indirectos, por mortalidad prematura o discapacidad -permanente o temporal- son del orden de los 436 millones de dólares. Estamos hablando del 43 por ciento del costo, que alguien, institución-gobierno o paciente-familia, tiene que soportar.

En este sentido no es entendible la posición del sector empresarial que se opone al impuesto. Al contrario, debe considerarse el ocho por ciento que se persigue en el senado. De otra manera, el millón de personas, aproximadamente, que padece diabetes, no va a tener la atención adecuada, y tendrá que seguir disponiendo de su patrimonio para enfrentar las consecuencias de la enfermedad, ante la insuficiencia de recursos públicos para sufragarlo.

Es cierto, las empresas, aun aquellas que elaboran productos de alto contenido calórico, generan empleos y riqueza, pero a un elevado costo que no debemos pagar los mexicanos: todas las enfermedades relacionadas con obesidad podrían requerir para su atención, en 2017, 101 mil millones de pesos de acuerdo a la misma Secretaria de Salud.

EN EL TABLERO…El turismo es una de las industrias que sufrirá afectaciones con el incremento del Impuesto al Valor Agregado, del 11 al 16 por ciento, en la frontera…Los empresarios del sector analizan acciones por la pérdida de competitividad que Chihuahua tendrá frente a otros destinos turísticos…Una de las primeras afectaciones podría relacionarse con fuentes de empleo…Esta es uno de los primeros asuntos que deberá enfrentar el recién nombrado Secretario de Economía, Manuel Russek…Las investigaciones por la explosión de la empresa maquiladora BlueBerry, fabricante dulces en Ciudad Juárez, deben alcanzar a los responsables de protección civil, encargados de verificar el funcionamiento no solo de dependencias públicas, sino del sector privado…Cuál es la bitácora de visitas a empresas donde existe gran aglomeración de trabajadores…¿O se deja simplemente a la responsabilidad del empresario?…La Secretaría de Trabajo también tiene vela en el entierro…

 

 

 

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