MEXICO, DF. 10 de Septiembre de 2013.-La Cámara de Diputados aprobó la reforma financiera, que busca flexibilizar el otorgamiento de créditos de la banca comercial y detonar los préstamos a la banca de desarrollo, aunque en la discusión en el Pleno los legisladores reconocieron que este nuevo modelo dependerá del sistema de garantías que facilitará a las instituciones el cobro rápido de las deudas, mediante el arraigado con la figura de “radicación de persona”, que se equipara en el Código Penal al delito de desobediencia de particulares.
Después de desechar por casi cinco horas 190 reservas de los grupos parlamentarios del Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano, que alertaron sobre el riesgo en que se coloca a los deudores frente al poder de los bancos, el Pleno avaló los dos agregados al dictamen que se negociaron la víspera con la Secretaría de Hacienda, y se envió ayer mismo a la Cámara de Senadores para que se revise la minuta.
Una vez más, la corriente de Nueva Izquierda (los Chuchos) del PRD se sumó a los votos de PRI, PAN y PVEM, por lo que se dividió la posición de la bancada e incluso el perredista Fernando Cuéllar aseguró que quienes votaran en contra de la reforma serían “cómplices de los poderes fácticos que no quieren que cambien nada”.
El dictamen, que consta de mil 500 cuartillas fue aprobado con 383 votos, 63 en contra (de un sector del PRD, así como PT y Movimiento Ciudadano) y 14 en abstención entre éstos el de la petista Lilia Aguilar y de panistas como el ex vocero de la Presidencia Max Cortázar y Rubén Camarillo.
Durante la discusión en los general del documento, los grupos parlamentarios de PAN, PRD y PT señalaron que sólo se trata de un primer paso hacia la disminución, en algún futuro, de las tazas y comisiones que cobran los bancos, que cuestionaron, actúan en una especie de oligopolio, que mantiene al país como su principal fuente de ingresos en todo el mundo por “los cobros abusivos” a los usuarios.
El diputado del José Ángel González reprochó que este “oligopolio bancario se pone de acuerdo en las tasas de interés que cobran los cuatro bancos extranjeros en el país. No estamos aprobando la reforma para regular las comisiones y los intereses que cobran en tarjetas de crédito e hipotecas”, reconoció.
Señaló que este control tendría que estar a cargo del Banco de México. “El señor (Agustín) Carstens tiene atribuciones de regular los intereses y las comisiones y no ha asumido su responsabilidad. Desde aquí le exigimos que la cumpla”.
A su vez el vicecoordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, denunció que “el oligopolio bancario hoy viene a velar por sus intereses. En el corralito hay decenas de cabilderos de los grupos financieros que dominan la banca, que deseosos vienen a ver cómo se aprueba esta reforma regresiva”.
El legislador indicó que los cambios legales no estimulan el crédito ni ponen freno a las altas comisiones “ni a los intereses usureros de la banca extranjera en el país; no, al contrario, impone la cárcel a los deudores aunque le hayan cambiado la palabra de arraigo por radicación de persona. A los deudores se les criminaliza y a los bancos se les permite que continúen con el saqueo brutal y la usura”.
Diputados del PRI, PAN y PVEM admitieron que aun cuando se busca dar mayor acceso al crédito, la reforma sólo “generará condiciones que permitan incentivar el otorgamiento de recursos por parte de la banca comercial”.
Al respecto, el diputado Tomás Torres (PVEM) dijo: “esta reforma no dará para modificar la realidad y ojalá podamos transitar del papel a esa realidad”.
Las diputadas Zuleyma Huidobro y Lilia Aguilar, del MC y del PT cuestionaron que el nuevo sistema de garantías no asegura el crédito y se mantiene el desequilibrio entre los derechos de los bancos y los usuarios.
Lilia Aguilar resaltó que aún cuando la reforma acota el sistema de quiebra de los bancos para evitar que se repitan quiebras como la que llevó al Fobaproa, no se suprimieron las prácticas abusivas de los bancos y se mantiene la disposición de que aún cuando los deudores hayan cubierto el pago de su cartera vencida, aún permanecerán cinco años más en el buró de crédito antes de volver a acceder a un nuevo prestamos.