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ARTÍCULO ÚNICO

26 junio 2018

Angel Mario Ksheratto

 ¿Votar? ¿Por quién?

Hoy, es martes, 26 de junio; faltan seis días, para que usted emita su voto. Probablemente ya se habrá dado cuenta que no hay opciones. Ni para la presidencia, ni para la gubernatura, hay uno solo que haya convencido. No hubo propuestas, más que promesas. No es lo mismo prometer, que proponer.

La palabrita a la que se han aferrado todos los candidatos, es la del “cambio”. ¿Cambiar qué? ¿El sistema partidista anquilosado y corrupto? ¿A los políticos que se han servido desde siempre con los recursos del pueblo? No se puede cambiar si los cambistas, solo cambian de color, no de ideas, ni de actitudes… Imposible hablar de ideologías.

Indefectiblemente tenemos que elegir al menos corrupto; al ladrón más simpático, al menos cínico, o quizá, al ratero con cierto apego a Don Corleone, o talvez, al más generoso de todos.

Las campañas no nos han enseñado nada nuevo, que no sea el nivel de corrupción en que se han movido todos —absolutamente todos—, los candidatos. Triste panorama para un país que necesita, urgentemente, cambiar para mejorar su hasta ahora, lamentable futuro. ¿Por quién, entonces, votar?

Dolorosamente, no hay alternativas. Los demagogos y populistas, repitieron sueños incumplibles; los tozudos sistémicos, se aferraron a proyectos fallidos. Los que, se supuso, revolucionarían con ideas nuevas, vivieron en la permanente tentación de la corrupción. No hay camino para seguir transitando hacia el país de las maravillas.

Fanatismos aparte, ¿quién de los candidatos a la gubernatura de Chiapas, le convenció? Más aún: ¿Está siendo, el proceso electoral doméstico, una clara muestra de democracia, participación espontánea, respeto a las reglas y libertad de determinación? Puedo decirle que no; usted quizá, difiera…

Pero si analiza, sin fanatismos y apegos de cualquier índole, sabrá que, para la gubernatura como para la presidencia, no hay una sola opción.

Si usted dio seguimiento a las campañas locales, se habrá dado cuenta que lo mismo que dijeron los aspirantes el día que iniciaron campañas, fue lo que dijeron en todos los municipios a donde llegaron. Se apegaron a un guion, a un dictado perverso, por decir lo mínimo. Les faltó congruencia, sentido de la realidad, conocimiento del entorno, sensibilidad, capacidad de entendimiento, comunicación efectiva, en fin, ¡todo!

Hablando de comunicación, ningún candidato supo, pudo o quiso, hacerse entender como tal. Sus jefes de prensa, fueron estuvieron tan perdidos como ellos; jamás comunicaron. Nunca tuvieron contacto con los comunicadores. Los candidatos, menos. Unos y otros se anclaron en la falaz idea que ya son ganadores… Y por tanto, los medios de comunicación, son innecesarios. Desechables, lo cual indica que, quien quiera que gane, seguirá la mecánica del actual: Cero comunicación, ninguna transparencia. Así de corrupta la administración que llegue.

Usted, quiera o no, debe votar; y lo hará, no por el mejor, sino, por el menos ratero. Por el menos incompetente. Digo, si su voto es libre, sin compromisos. Por desgracia, muchos ya lo comprometieron por una despensa, una gorra y una playera, y seguramente, votarán por el menos indicado… Por el que fue más “generoso”. Es triste saber que muchos se guiarán por esa necesidad de comer un día y aguantar hambre el resto delo sexenio.

¿Usted ya eligió? No lo creo. Lo que es probable es que lo esté pensando detenidamente. Otros, probablemente ya saben por quién hacerlo; por el que dio la mejor despensa, por quien le regaló un vaso, quien le mandó una playera más resistente. Y por ése habrá de poner su crucecita. ¿Se dará cuenta el riesgo en que pone, no su futuro sino el de sus hijos?

Insisto: no hay un solo candidato que valga la pena. Ni para gobernador, ni para presidente, ni para alcaldes, ni para diputados y senadores. Pero hay que votar. Abstenerse, podría ser buena medida de castigo a la clase corrupta que tiene secuestrado al sistema partidista, pero sería al mismo tiempo, robustecer la cultura del fraude electoral.

Tampoco vote por coraje, ni por odio; razone. Piense en usted, en sus hijos. Vote por el futuro menos incierto su familia. He dicho que no tenemos alternativa. Los santos de hoy, serán los demonios durante seis años. Para serle sincero, a mí ninguno me convenció. Al menos en Chiapas, todos son hechura del mismo personaje. Ni uno solo representa el verdadero anhelo de los chiapanecos. Dios nos coja confesados.

http://ksheratto.blogspot.com

 

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