19 junio 2019
Angel Mario Ksheratto
El gran distorsionador
El pretexto son las “distorsiones” en el manejo de recursos que “recibían” las organizaciones no gubernamentales dedicadas al apoyo de migrantes. Según el presidente López, muchos representantes de ésas organizaciones, se quedaban con los recursos financieros y, a juzgar suyo, no se utilizaban para atender a los migrantes, lo que obligó al gobierno federal a cancelar todos los albergues para que sea su administración la que los dirija.
¿Dice verdad el mandatario? Por un lado, es cierto que existe un Fondo de Apoyo a Migrantes, cuyo monto, desde su creación, ha sido variable; en los Lineamientos de Operación de dicho Fondo, en ninguna parte se lee que los recursos se entreguen —o se hayan entregado— a las organizaciones no gubernamentales a las que hace alusión.
Tales recursos, los manejan los gobiernos de las 32 entidades federativas. Por ejemplo, en el año 2017, el gobierno federal destinó 300 millones de pesos para atender el tema migratorio, principalmente, interno. Es decir, para los migrantes mexicanos que por una u otra razón, se mudaron de estado y para los migrantes en condición de retorno de los Estados Unidos. En ese año, Chiapas fue beneficiado con 11 millones 352 mil 808 pesos.
¿Qué incluye ese Fondo? Recursos para capacitación laboral de los migrantes internos; apoyos de hasta 30 mil pesos para el autoempleo. Apoyo de hasta 30 mil pesos a familias de tres miembros y de 25 mil pesos por persona, a grupos de cinco migrantes “asociados” en el emprendimiento de un negocio.
Sin especificar monto, los Lineamientos en cuestión, establecen recursos para financiar operaciones de albergues que atienden a migrantes en condición retorno y apoyar hasta con dos mil pesos, a migrantes mexicanos que vayan de regreso a sus lugares de origen.
En el Artículo 15, queda claro que son las entidades federativas las únicas responsables del ejercicio, seguimiento, control, rendición de cuentas y la transparencia de ese Fondo. En ninguna parte, se habla de recursos para albergues de migrantes de otros países.
De hecho y tras el anuncio presidencial en el sentido que se dejará de “apoyar” a dichos albergues, surgieron expresiones de asombro por parte de varios organismos dedicados a apoyar a los migrantes centroamericanos, caribeños, sudamericanos, africanos y asiáticos. Éste es justificado: nunca han recibido recursos gubernamentales para subsistir.
Les pongo un ejemplo: doña Olga Sánchez Martínez, dirige, desde 1990, el albergue “Jesús, el buen Pastor del Pobre y el Migrante A.C.”; en éste se han refugiado —incluso por años— migrantes enfermos terminales de SIDA, cáncer, mutilados en accidentes y pacientes de otras enfermedades graves, incluyendo mentales. El apoyo que recibe para atender de entre 350 y 450 migrantes enfermos, es de organismos internacionales, iglesias, clubes, agrupaciones civiles y ciudadanos comunes. Eventualmente y solo para efectos de publicidad, una limosnita oficial, que ocurre cada millón de años.
Como éste albergue, el resto de los que operan en la frontera sur, no reciben ayuda del gobierno federal. Por eso la sorpresa… Pero también, la preocupación.
Preocupados, porque ante el irresponsable anuncio del presidente López, muchos organismos internacionales, dejarán de apoyar a los migrantes. Y no por cuestiones de certeza, sino por desconfianza hacia el gobierno mexicano que, tradicionalmente, ha sido corrupto.
Por otro lado, el anuncio crea incertidumbre, puesto que nadie sabe el destino inmediato de los migrantes enfermos. Con limitaciones y pobreza, son atendidos con dignidad, decoro, responsabilidad y afecto humano. Pero ¿quién está desinformando al presidente? ¿A quién le interesa ser protagonista?
¿Quién es el gran distorsionador? Para muchos organismos, José Alejandro Solalinde Guerra, el cura de cabecera del presidente y explotador del tema migratorio, es quien está detrás de decisiones ejecutivas que lesionan los derechos de los migrantes. De eso hablaremos en otra ocasión.
Por lo pronto, la determinación unilateral y arbitraria de hacer a un lado a organismos y defensores de los derechos humanos de los migrantes, es un acto preocupante. Muy preocupante, porque refleja falta de humanismo, ausencia de sensibilidad, torpeza y poca inteligencia gubernamental.
Transitorio
Y sí, sí se salió de control el asunto de las becas a estudiantes. Sucede en Chiapas. Resulta que a estudiantes del COBACH, no les han entregado, —en tres ocasiones— la beca “Benito Juárez”, contemplada en el programa “Jóvenes construyendo el futuro”. Y es que no es lo mismo prometer que cumplir.