14 Junio 2017
Angel Mario Ksheratto
ksheratto@gmail.com
Diputada delincuente
“Por ahorita te nos has escapado pero, si no renuncias a la C.T.M., te vamos a matar” (sic), fue el mensaje que según Saúl Martínez Martínez, dejó un grupo de sicarios bajo su puerta, tras el fallido intento de homicidio en su contra; los autores intelectuales, María de Jesús Olvera Mejía y Felipe Mimiaga Méndez, quienes de acuerdo a la averiguación previa 284/CAJ4A/07, intentaron hasta en dos ocasiones, asesinar al denunciante. Como esa, otras nueve denuncias penales obran en contra de la diputada priísta Olvera Mejía, cuya proclividad a la violencia, es célebre en Chiapas.
El historial delictivo de la legisladora fue sacado a la luz pública el año pasado por el periodista Silvano Bautista; en su bien documentado artículo, Bautista Ibarias, destaca los delitos por los que ha sido acusada quien ahora, con todo el cinismo del mundo, ha demandado al periodista con la pretensión de obtener nada menos y nada más que cinco millones de pesos.
Motín, robo agravado, despojo, tentativa de homicidio, robo con violencia, fraude, asociación delictuosa, falsificación de firmas, falsificación de documentos, uso de documentos falsos, privación ilegal de la libertad y amenazas, son los delitos por los que la diputada ha sido demandada penalmente y por los que la autoridad correspondiente, le ha otorgado, tácitamente, impunidad.
Pero hay algo mucho más grave: Olvera Mejía, según copia documentos oficiales que el periodista Silvano Bautista compartió ayer con los medios de comunicación, ostenta dos actas de nacimiento. En una, aparece como originaria de Raudales Mal Paso, Chiapas y en otra, se acredita como nacida en Tula de Allende, estado de Hidalgo.
En ambas actas de nacimiento y los datos proporcionados por la aludida al Registro Nacional de Población para la obtención de su Clave Única de Registro de Población (CURP), hay serias inconsistencias que deben ser investigadas a fondo, puesto que constituye serios delitos. En uno de dichos documentos, aparece como nacida en el año 1962 y en otro, en 1963. Por otro lado, en sus datos para el CURP en Hidalgo, dio como número de acta el 258, cuando se establece que es la número 256.
Sucede lo mismo con el acta de nacimiento de Chiapas. El número de acta es 498, libro 3, foja 59125, con lugar de nacimiento Raudales Mal Paso y fecha de registro el 21 de agosto del 2003. Los datos que Olvera proporcionó para la obtención de su CURP fueron: Lugar de nacimiento, Tecpatán; año de registro 1967, libro 01, acta 315 y foja 248.
Los expedientes en contra de la multicitada dizque representante popular, son muchos: 677/CAJ4/06, 284/CAJ4A/07, 274/FS17/2010, EXP. AMP 11/2008, 525/CAJA-2/2012, 087/FE/2012, 221/CAJA4/2011, 299/2011 (FECDO), 2537/CO49-CT1/2013 y 1135-101-001-2013. Por algunos de los delitos que se le imputan, hay orden de presentación.
Nos preguntamos: ¿Por qué si ya existen órdenes judiciales no se solicita el juicio de desafuero en su contra? La señora, claramente, ha cometido diversos y reiterados delitos. ¿Quién y por qué la protegen?
Nos preocupa grandemente que, siendo la diputada Olvera Mejía, amante de la violencia y poseedora de grupos de choque de alto riesgo, vayan a atentar contra la vida del periodista Silvano Bautista Ibarias. En las averiguaciones previas arriba mencionadas, los denunciantes la acusan incluso, de más de un homicidio.
Ante ello, la exigencia es que se brinden las garantías de seguridad para el periodista. Y desde luego, que la Fiscalía, agilice los trámites necesarios para pedir ante el Pleno del Congreso, el desafuero de un personaje que a Chiapas, solo ha traído violencia y desolación para miles de chiapanecos que no piensan como ella.
Ayer, un nutrido grupo de periodistas protestamos contra la diputada en cuestión; hubo apertura del resto de diputados, cuyo presidente ordenó una comisión que atendió a la comisión de periodistas. Se propusieron dos salidas: la política y la legal/judicial. La demandante, por ninguna vía podrá ganar en su pretensión.
Lo hecho por ésta señora, señalada como el icono de la corrupción priísta, es una aberración. Una sinvergüenzada. Un acto de cinismo basado en la impunidad. No dejaremos a Silvano, solo. Ni a ningún otro periodista que en Chiapas, sea objeto de persecución, intimidación y amenazas. Que les quede claro. Y muy claro. ¡Fuera el fuero para Olvera!
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