TUXTLA GUTIERREZ, Chiapas, 17 de Julio de 2015./Cosme Vázquez/ASICh.- Cada vez se reduce la edad para cuando los jóvenes empiezan a tomar bebidas embriagantes, ante un actitud complaciente de los padres de familia y desconocimiento de sus profesores, señaló el Psicólogo Carlos Hiram Culebro Sosa, al disertar este viernes ante integrantes e invitados del Grupo “Trasmítelo” de Alcohólicos Anónimos (AA); agrupación que se localiza en la Capital de Chiapas.
Dijo que muchos preparatorianos prueban el alcohol entre los 15 y 18 años, la mayoría de ellos principian a tomar –en orden descendente- con amigos, sus padres, otros familiares, compañeros de la escuela, y muy pocos lo hacen solos.
El coordinador la Red Estatal de Universidades para la Prevención de las Adicciones, de la UNICACH citó los lugares en que estudiantes del nivel medio superior acostumbran embriagarse, como son las fiestas, casas particulares, discotecas, la calle, incluyendo en este último rubro el automóvil de amigos, parques y áreas cercanas a ciertos establecimientos. Al citar otros sitios mencionó cantinas o bares, restaurantes y zonas despobladas.
Cuando esos jóvenes se reúnen y consumen licor, frecuentemente no hay diferencia en cuanto al total de copas que ingieren las damas de los varones.
Ahora, las jovencitas tienen la libertad de ingresar a los bares, lo que no ocurría cuando sus madres tenían la edad de ellas. Esta liberación está propiciando un crecimiento explosivo del número de jovencitas que abusan del alcohol.
Salvo algunas excepciones, el comienzo en el consumo de esas bebidas la realizan en ambientes sociales, y son los mismos estudiantes quienes reconocen que muchos de sus parientes varones también ingieren licor, aunque algunos mencionan a las tías y primas.
Llama la atención -expresó el ponente- que varios preparatorianos que consumen alcohol, quienes muestran preferencia por la cerveza, se caracterizan porque su tiempo libre lo dedican a actividades sedentarias, pues pocos practican algún deporte u otro tipo de esfuerzo físico.
Por las alteraciones en la conciencia que produce el alcohol, sufren lesiones o se ven involucrados en pleitos. Los accidentes automovilísticos, a veces de funestas consecuencias, se han reducido gracias a la implementación del alcoholímetro.
También pidió que no se generalizarán sus aseveraciones a todo alumno de preparatoria, los hay quienes no consumen bebidas embriagantes o las toman con moderación, sin llegar a la borrachera.
Como una conjetura personal, el conferencista hizo saber que no todos los alumnos del nivel educativo que analizó conocen el valioso apoyo que pueden recibir de los grupos “de la doble A” para atender el alcoholismo y prevenir esa adicción.
Carlos Hiram Culebro dio respuesta a las dudas que le manifestaron quienes le escucharon, que concluyeron con la cena que se sirvió a los concurrentes. ASICh.