13 Enero 2016
Alberto Carbot
+ El chapo guzmán, su recaptura y la publicitada entrevista al actor Sean Penn; el ego del famoso narco fue su perdición
+ Medio millón de colimenses se alistan para elegir gobernador el próximo domingo
Sin duda alguna, el pasado fin de semana estuvo lleno de sorpresas. El viernes, cuando parecía que ya no había nada qué festejar -pues atrás quedaron Navidad y Año Nuevo-, estalló una bomba mediática.
El anuncio de que Joaquín “El Chapo” Guzmán había sido detenido provocó estupor generalizado. Desde que se conoció, alrededor de la una de la tarde del viernes, en charlas de café, en los bares y en las sobremesas no se habla de otra cosa, que la recaptura del narcotraficante más buscado.
El gobierno celebró la tercera detención de Guzmán como si la selección mexicana hubiera ganado la Copa del Mundo, y sólo faltó convocar a las muchedumbres frente al Ángel de la Independencia. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, hizo el anuncio en la reunión anual de embajadores y cónsules en Palacio Nacional, quienes lo celebraron entonando el Himno Nacional.
Se olvida que no había nada que celebrar, pues no se trataba más que de la reivindicación de la afrenta por haber dejado ir por segunda ocasión de una cárcel de alta seguridad, al más poderoso jefe de las drogas.
El presidente Enrique Peña Nieto calificó la recaptura de “El Chapo” realizado en las calles de Los Mochis, Sinaloa, como una inyección de ánimo para los mexicanos, y dijo sentirse “muy contento” por la detención del jefe del Cártel de Sinaloa, que se había fugado el 11 de julio de la cárcel del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
El mandatario indicó que “esto es muy importante para la imagen internacional y nacional, es una gran fortaleza”, y señaló que se trató de un esfuerzo de inteligencia y un logro tras 6 meses de desazón.
Sin embargo, con la recaptura no se hizo sino resarcir el grave daño que se había hecho a la credibilidad de México. Era una deuda pendiente que ahora se cubrió. Ello, sin embargo, no significa que no se tenga que perseguir a los culpables y castigarlos, ni que se dé carpetazo al asunto.
Como sea, abundaron las felicitaciones internacionales. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, envió un saludo a Peña Nieto, por el “gran golpe en la lucha que el mundo entero tiene que continuar contra el crimen organizado y contra el narcotráfico”.
La Administración Federal Antidrogas de Estados Unidos (DEA), felicitó también al gobierno mexicano. “Es un gran día para el estado de derecho”, dijo su vocero Lawrence Payne.
A nivel interno, tampoco se escatimaron las reacciones aprobatorias en los ámbitos políticos, inclusive entre la oposición que había criticado acremente a Peña por la fuga del Chapo.
El presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano, del Partido de la Revolución Democrática, tampoco ahorró elogios y dijo que “es una muy buena noticia para México”. Sin embargo, señaló que “el paso siguiente será esclarecer a profundidad la red de complicidades que le permitió a Guzmán Loera fugarse del panal más seguro del país a mediados del año pasado”.
El presidente del Partido Revolucionario Institucional, Manlio Fabio Beltrones, comentó que con la recaptura de “El Chapo” se termina un ciclo de impunidad que parecía existir al momento de fugarse.
Después de las felicitaciones y la euforia por la recaptura, ahora queda pendiente el tema de su extradición. Algunos pensaron que ocurriría “fast track”, pero parece ser que todavía tomará algún tiempo y los expertos no se ponen de acuerdo sobre si debería ser o no extraditado.
El gobierno mexicano enfrenta un dilema ya no sobre si extraditarlo o no a Estados Unidos, sino sobre si debe hacerlo pronto o esperar un largo y desgastante proceso, que podría inclusive recalar en el siguiente sexenio.
El subsecretario de Relaciones Exteriores, Miguel Ruiz Cabañas, respondió por ahora a esta duda con la afirmación de que se requiere primero hacer un “análisis jurídico” muy cuidadoso antes de tomar una decisión.
Ruiz señaló que, en todo caso, el Estado tiene la capacidad para resguardarlo en presidio, aunque los expertos y los propios ciudadanos se muestran escépticos y creen que, si ya se fugó dos veces de una prisión de alta seguridad, bien podría hacerlo una tercera.
“En términos estratégicos sería recomendable que lo tuviéramos en México una temporada para no exhibir una debilidad del gobierno”, señaló el investigador Eduardo Guerrero.
En contrapartida, otro analista en temas de criminalidad, Alejandro Hope, afirmó que “es casi imposible resistir la presión” del gobierno estadounidense.
Pero el poderoso Manlio Fabio Beltrones, quien representa el ala más nacionalista de la clase política, señaló que habrá que esperar, pues “aún tiene varias condenas por cumplir en México”, y “muchas cuentas pendientes por pagar”.
Así las cosas, la procuradora general Arely Gómez ha dicho que combatirá con todos los medios a su alcance los recursos de la defensa para lograr que “El Chapo” sea extraditado, pero el director general de Procedimientos Internacionales de la PGR José Manuel Merino calcula que el proceso podría demorarse cuando menos un año e incluso hasta cuatro.
El diario estadounidense The New York Times señaló el viernes mismo que “la pregunta que gira en las mentes es si las autoridades mexicanas se arriesgarán a intentar encarcelar a Guzmán por tercera vez o si más bien lo entregarán a los estadounidenses”.
Por su parte, el diario español El País indicó que la disyuntiva no es fácil de resolver ya que si se queda en México y escapa de nuevo, no habrá salvación posible para el gobierno, pero que si lo envía a Estados Unidos, será un reconocimiento de que “no posee la solidez suficiente para encerrar y juzgar a su mayor narcotraficante”.
Lo cierto es que el gobierno de México se encuentra bajo una intensa presión de parte de las autoridades de Estados Unidos para que les entregue a “El Chapo” a fin de juzgarlo en su territorio, donde es requerido por varios tribunales.
El mismo día de la captura del Chapo, el senador y precandidato republicano a la Casa Blanca Marco Rubio, pidió al gobierno del presidente Barack Obama que solicite de manera inmediata la extradición del narcotraficante mexicano.
LA SONADA ENTREVISTA DE EL CHAPO A SEAN PENN
El domingo, cuando ya el triunfalismo se comenzaba a extinguir, los medios dieron cuenta de una retahíla de noticias sobre la entrevista que “El Chapo” concedió el pasado octubre al actor y activista estadounidense Sean Penn, por intermedio de la actriz mexicana Kate del Castillo.
Desde el punto de vista periodístico, el hecho tendría verdadera relevancia si las declaraciones de Joaquín Guzmán Loera hubieran ido más allá de los balbuceos de un hombre astuto pero inculto, en busca de reflectores para satisfacer su enorme ego, cuyo poder emana del chantaje, los asesinatos y el dinero producido por el narcotráfico.
La multipromocionada entrevista titulada “Una visita secreta al hombre más buscado en el mundo”, no es sino una serie de respuestas a frívolas preguntas y se publicó el pasado sábado en la revista Rolling Stone, más conocida por dedicarse principalmente a cuestiones musicales que políticas.
En la misma, Sean Penn hace un relato, que inicia desde el momento mismo en que su amiga Kate del Castillo lo contactó para indagar si le interesaría entrevistarse con el capo, para posteriormente extenderse en los motivos del crecimiento del tráfico de drogas; los subterfugios a los que se tuvo que recurrir para ocultar las comunicaciones con la gente de El Chapo y la travesía que lo llevó junto con Del Castillo a encontrarse en lo que erróneamente describe como “jungla”, y que debió ser parte de las montañas serranas del llamado Triángulo Dorado.
Penn, quien fuera colaborador periodístico del diario San Francisco Cronicle -donde por cierto poco parece haber aprendido-, afirmó en su intento de ensayo que “…actualmente México tiene, en efecto, dos presidentes. Y de los dos presidentes, no era Peña Nieto a quien “Espinoza” (el nombre ficticio de su acompañante) y yo, planeábamos ver cuando hablábamos en clave”.
La historia realizada por Sean Penn ha levantado ámpula también en el ámbito periodístico, no sólo de nuestro país. Alfredo Corchado, jefe de la oficina en México del Dallas Morning News, se dijo preocupado y molesto por ese tipo de periodismo, y ha calificado el encuentro entre Guzmán Loera y Sean Penn como “un insulto a los periodistas que han muerto en el nombre de la verdad”.
No pretendo erigirme en defensor oficioso de Enrique Peña, pero la evidente falta de respeto del exmarido de Madonna hacia la investidura presidencial mexicana -¿habría él dicho lo mismo de Felipe Calderón o de Andrés Manuel López Obrador si éste fuese el caso?-, demuestra también su ignorancia supina de la historia contemporánea, al comparar a Guzmán Loera con el presidente mexicano.
Y esto se fundamenta primero, en que “El Chapo” no tiene nivel y segundo, porque si bien en un hombre multimillonario, su poder específico se ha fincado entre los drogadictos, asesinos, secuestradores y narcotraficantes -y uno que otro político y empresario corrupto-, sin que por fortuna su impero haya permeado todas las esferas sociales, como por ejemplo sí fue el caso del colombiano Pablo Escobar Gaviria, quien no sólo formó parte del Congreso y los círculos del poder político y económico de su país, sino que por medio del terror, las amenazas o “buenas acciones” tuvo más popularidad y poder real que los presidentes colombianos que vio desfilar durante su reinado.
Cierto que ambos delincuentes desafiaron a sus respectivos gobiernos, pero hay que reconocer también que “El Chapo” escasamente cuenta con educación elemental y Escobar Gaviria cursó estudios de Economía en la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín, en su natal Colombia e incluso llegó a ser elegido como senador suplente por el movimiento Alternativa Liberal, además de contar entre sus familiares a políticos, empresarios, ganaderos y figuras de la alta sociedad antioqueña.
De ahí que las comparaciones de Sean Penn y la adoración que por “El Chapo” tiene Kate del Castillo, son desproporcionadas, ya que ante la figura de Pablo Escobar, el capo sinaloense sería apenas un mozo de estoque. Por eso, muy desatinado el calificativo de “presidente”, que le confirió el actor estadounidense.
Es indudable que el tema de la captura de “El Chapo” resulta de gran interés, y ha sido magnificado por los medios -principales responsables de la mitificación que se ha hecho de los capos de las drogas, inmortalizados en canciones, películas y series de televisión-, motivo por el cual, cientos o miles de jóvenes los ven como su ideal y creen erróneamente que seguir su ejemplo los llevará a alcanzar éxito, respeto y poder.
En lo que se refiere a las acciones de los gobiernos de México y Estados Unidos en contra de los actores -mientras que la sanción a Sean Penn corresponde principalmente al gobierno estadounidense-, Kate del Castillo podría ser acusada de encubrimiento por las autoridades mexicanas, a pesar de tener la doble nacionalidad.
Dos moralejas quedan de todo este affaire:
“El Chapo”, aislado en la prisión del Altiplano y en espera de su segura extradición a Estados unidos, pagará muy caro el precio de su soberbia. Con ello, El famoso narcotraficante simplemente confirma la famosa frase de Al Pacino -quien personificara al demonio en la película El abogado del Diablo-, y califica a la vanidad como su pecado favorito
La de Sean Penn es que demuestra que como periodista -bastante indocto, por cierto-, es mejor actor, aunque tampoco debe desmoralizarse. Cientos como él, tienen cabida en la Radio y la TV y los medios impresos y oficinas de prensa, donde la ignorancia y la estulticia han sentado sus reales.
GRANOS DE CAFÉ
…Finalmente en Colima este domingo habrá elecciones extraordinarias para elegir gobernador constitucional, con los mismos candidatos del PRI y PAN que compitieron en junio pasado. La victoria le fue invalidada al priista Ignacio Peralta, por supuesta intervención del entonces mandatario estatal Mario Anguiano. Peralta rebasó al panista Jorge Luis Preciado por sólo 507 votos, aunque en la democracia uno sólo hubiere sido suficiente.
Hasta hoy la guerra ha sido tan intensa como sucia. Ambos se han acusado de tráfico de influencias, entre un millón más de señalamientos que, por supuesto, han incluido revelaciones poco honorables de sus vidas privadas.
Las redes sociales se convirtieron en la arena política de ambos, aunque, ninguno de ellos firmó el ataque y mucho menos se lo acreditó. Así hace apenas una semana, Preciado pudo presumir, sin proponérselo, sus dotes amatorias, en una grabación triple X, que invadió las redes sociales sin estupor alguno.
Ambos afirman que derrotarán a los demás contrincantes, sólo que esta vez de manera contundente. No obstante, es seguro que habrá nuevamente un final de fotografía como lo vaticinan los consejeros electorales del Instituto Nacional Electoral, ya que las preferencias están muy parejas, tanto así que nadie se atreve a vaticinar un triunfo con una diferencia en votos de 10 por ciento.
De acuerdo a encuestas muy recientes, solo medio millón de votantes, acudirán a las urnas el domingo. Lamentablemente los electores colimenses han quedado hartos de tanta promesa política y las denostaciones…
…Positivo el anuncio de un Plan Estratégico de la CROC que establecerá compromisos y acciones como dar mayor transparencia al manejo de los recursos sindicales, pero también apoyar el desarrollo de las familias de los trabajadores y el avance de la sociedad en su conjunto. No sólo se trata de llamar al sacrificio ante la austeridad obligada de México, sino de garantizar la aplicación eficaz del dinero que aportan.
El anuncio hecho por el dirigente de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), el también senador Isaías González, rompe una inercia de secrecía y hasta discrecionalidad en el manejo de las cuotas sindicales, al comprometerse a decirles año con año “qué hemos hecho, cómo hemos honrado a la democracia y cómo hemos perfeccionado nuestra rendición de cuentas”.
En su mensaje de inicio de año, anunció que en breve la CROC presentará un Plan Estratégico en el que se establecerán compromisos y acciones concretas orientadas a mejorar las tareas sindicales, pero también el desarrollo de las familias de los trabajadores y el avance de la sociedad en su conjunto.
“Buscamos que sea el trabajo, la solidaridad gremial y las virtudes ciudadanas, lo que garantice los puestos de la dirigencia”, dijo. Finalmente, el dirigente croquista destacó entre los programas que desarrollan la CROC, el impulso al emprendedurismo y el autoempleo, capacitación y educación para mejorar la economía familiar, así como el combate a las adicciones, al alcoholismo… Sus comentarios envíelos al correo gentesur@hotmail.com