19 Febrero 2014
ALBERTO CARBOT
LA IZQUIERDA, EN FAVOR DE “TOLERAR” EL CONSUMO Y POSESIÓN DE MARIGUANA; EVIDENCIA CLÍNICA DE SU PELIGROSIDAD: SECRETARIA DE SALUD
TARDE O TEMPRANO HABRÁ CONTRARREFORMA ENERGÉTICA ADVIERTEN LOS PERREDISTAS A LOS MANDATARIOS ASISTENTES A LA CUMBRE
En el pasado reciente, se han realizado ciertas modificaciones o adecuaciones a las normas, resultado de propuestas de gobierno de la llamada izquierda, como la que desde hace varios años detenta el poder en la ciudad de México. Ciertamente, no a todos les ha parecido políticamente correcto el hecho de que se haya despenalizado el aborto o aprobado los matrimonios del mismo sexo, sobre todo en una sociedad tan conservadora como la nuestra. No obstante, hay que admitir que algunas de estas normas han permitido abrir válvulas de escape.
Ahora, esta misma izquierda está en busca de una propuesta para despenalizar el consumo de marihuana en la Ciudad de México, la cual fue presentada la semana en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, y se espera que sea debatida en los próximos días, aunque todavía se duda si reunirá los votos suficientes para ser aprobada.
La iniciativa pretende establecer un nuevo marco jurídico para que la persecución a los usuarios de esta droga aparentemente sea similar a la de quienes consumen tabaco y alcohol, y no de otras drogas duras como la cocaína o la heroína.
La normativa pretende que existan lugares regulados para su consumo y que los consumidores estén informados de los riesgos que existen principalmente.
El diputado del Partido de la Revolución Democrática, Eduardo Santillán, quien presentó el proyecto, negó que la marihuana vaya a ser una droga permitida ni de uso medicinal en el Distrito Federal.
“Únicamente se legislará para evitar la criminalización de quien la consuma”, afirmó. Es decir, que se busca que sea “tolerada”, más que legalizada, aunque eufemísticamente venga siendo casi lo mismo. “Queda fuera el uso medicinal de la marihuana en la Ciudad de México, el objetivo es evitar la criminalización de la hierba”, indicó Santillán.
Hay un principio que se llama en derecho “de oportunidad”, según el cual las autoridades pueden decidir a qué delitos se les combate en forma prioritaria y en cuales simplemente no se actúa, por lo difícil de su aplicación o razones diversas.
Actualmente el gobierno de Barack Obama se halla precisamente en esa tesitura, porque si bien el consumo de drogas es un delito federal en Estados Unidos, 20 estados ya permiten su uso para fines “recreativos” o médicos. ¿Qué le queda al gobierno norteamericano? Únicamente hacerse el desentendido.
La iniciativa enviada a la Asamblea Legislativa prevé aumentar de 5 a 30 gramos la cifra mínima de posesión de marihuana para uso personal y establecer dispensarios o tiendas legales para no criminalizar a los consumidores.
Se pretende pasar de un esquema de penalización a uno de atención y prevención de adicciones.
Se trata de la creación de un sistema para la reducción de riesgos y daños en el aprovisionamiento y uso de la cannabis, con lo cual la posesión de marihuana será menos penada que todas las demás drogas.
La propuesta promovida por el presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea, Manuel Granados -junto con el asambleísta Vidal Llerenas-, propone adoptar una política pública en donde la posesión de marihuana sea menos castigada que otras. Con esto la droga tendrá menos prioridad en su persecución, explicó el doctor Alejandro Madrazo, un especialista que participó en el diseño de la propuesta.
Santillán recalcó que el aumento de la cantidad de marihuana permitida para portar, así como el uso para fines medicinales, quedará exclusivamente en manos del gobierno federal.
La dosis para consumo personal permitida actualmente es de 5 gramos, pero la iniciativa que por parte de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal al Congreso de la Unión, propone que esa cantidad se amplíe a 30 gramos.
El jefe de Gobierno de la capital, Miguel Mancera, dijo que el enfoque del uso de drogas en la ciudad debe ser la salud. Empero, este es un tema controversial, del cual se han aprovechado una serie de políticos oportunistas, como es el caso de los 4 ex presidentes latinoamericanos -Ernesto Zedillo (México), Fernando Henrique Cardoso (Brasil), César Gaviria (Colombia) y Ricardo Lagos (Chile)-, quienes felicitaron a Mancera y a la Asamblea Legislativa capitalina, por haber tocado el tema, aunque ya sabemos, que en el caso de Zedillo, no tuvo los pantalones suficientes para pronunciarse sobre el particular cuando detentaba el gobierno. Lo mismo puede decirse del supino ex presidente Vicente Fox, quien hoy desea incursionar en su comercialización
El ex canciller, politólogo y académico Jorge Castañeda consideró que no se trata de un “esquema ideal” y estimó que el modelo de Uruguay, de Colorado o Washington son mucho más avanzados, pero saludó la iniciativa y llamó al gobierno federal a apoyar este esfuerzo “lo más pronto posible”.
Una manera de hacerlo sería no intentando “bloquear, mitigar o desnaturalizar la iniciativa” y evitar interponer un recurso de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte. La iniciativa es rechazada por algunos funcionarios del gobierno de la ciudad y por la Iglesia Católica.
EVIDENCIA CLÍNICA DE LA PELIGROSIDAD DE LA MARIGUANA, ASEGURA LA SECRETARIA DE SALUD
Por ejemplo, la secretaria de Salud, Mercedes Juan, rechaza la idea de legalizar la marihuana bajo el argumento de que el consumo de esta sustancia es nociva para la salud, sobre todo en jóvenes.
La funcionaria señaló que es a este sector al que la droga “perjudica con mayor grado en el sistema nervioso, ya que no ha madurado completamente”.
La funcionaria dijo respetar que haya debate al respecto en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, pero desde el punto de vista de salud pública, rechazó que se legalice su consumo.
“Existen evidencias clínicas de los graves efectos que causa en el aspecto cognitivo y en las emociones”, indicó.
Como la ley no le permite a la Asamblea Legislativa local legislar sobre un delito federal como el narcotráfico, ésta ha pedido al Congreso federal despenalizar el consumo de esta droga.
En cuanto a la Iglesia católica, insiste en rechazar la legalización del consumo de marihuana en la ciudad de México, y en cambio aboga por “alternativas preventivas, así como eficaces tratamientos de rehabilitación”.
El semanario “Desde la Fe”, órgano oficial de la Arquidiócesis de México, se manifestó sobre esta iniciativa, en un editorial reciente. La publicación estimó que el consumo de la droga no se vence con la droga e indicó que las consecuencias de la marihuana en la salud pública son nefastas.
“Los legisladores perredistas ignoran deliberadamente que su consumo tiene origen en problemas multifactoriales y la dramática y penosa realidad de los adictos quienes experimentan una dependencia limitante de su calidad de vida”, señaló el órgano eclesiástico y agregó que la droga “pone en riesgo sus relaciones familiares y laborales y, socialmente podría incitar a la violencia y al delito”.
El debate se pondrá intenso en los próximos días y seguramente saldrán chispas. Dentro del propio PRD no hay un consenso sobre el tema y el propio secretario de Salud del gobierno capitalino, Armando Ahued, ha declarado que “hay medicamentos mucho más efectivos que la propia marihuana para tratar diferentes enfermedades. En cuanto a que sea algo indispensable para la terapéutica médica, no estoy de acuerdo”, afirmó.
Sin embargo, ha pedido que se abra el debate y que se escuchen las voces en favor y en contra y que se pueda platicar sobre el tema. Por lo pronto, en las próximas semanas se verá si la capital se atreve dar el primer paso en la legalización de la droga.
Pero más allá del debate en México, lo cierto es que si Estados Unidos llegase a extender su comercio y consumo por todo su territorio, la estrategia mexicana contra las drogas tendría que adecuarse. El famoso trampolín mexicano dejaría de ser atractivo para la gran alberca estadounidense.
GRANOS DE CAFÉ
Lo ha dicho a propios y extraños desde antes de que se aprobara la reforma energética, pero ahora sí el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, rebasó con mucho todos sus amagos al advertir al presidente de Estados Unidos, Barack Obama y al primer ministro canadiense, Stephen Harper que el tema de la reforma energética todavía no está resuelto e insinuar que no habrá seguridad jurídica de largo plazo para las empresas que quieran invertir en este sector, porque, está absolutamente convencido que tarde o temprano habrá una contrarreforma.
Por demás, resulta muy sintomático que a pesar de que la reforma ya fue aprobada y reviste carácter constitucional, el dirigente perredista no cambie su discurso atemorizante que ha mantenido desde que el presidente Peña Nieto asumió el poder, al creer que la izquierda mexicana por sí sola podrá lograr echar para atrás este acuerdo aprobado por los legisladores.
Aunque todos los constitucionalistas de renombre han declarado que la consulta popular con la que buscan infructuosamente revertir la reforma energética es improcedente en los términos que está planteada, se obstina en asirse a esta bandera.
La declaración política “por la defensa de nuestros energéticos”, que el líder del partido del Sol Azteca hizo pública en el marco de la visita a nuestro país de los jefes de gobierno de Estados Unidos y Canadá, deja entrever que a ese partido ya se le acabaron los recursos propagandísticos para atraer a los votantes en las elecciones intermedias y sólo les queda esa bandera ya muy deslavada y nada convincente, de que la consulta popular cambiará lo que las cámaras de diputados, senadores y congresos locales avalaron. ¿Por qué los mexicanos no podemos aspirar a una izquierda realmente propositiva y de alto perfil? ¿Acaso no existe en la izquierda, gente realmente comprometida con su país, que no finque sus propuestas en el engaño o el populismo?
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