24 Septiembre2014)
ALBERTO CARBOT
* BAJA CALIFORNIA SUR, DESASTRE EVITABLE; MIL MILLONES DE DÓLARES LAS PÉRDIDAS, ESTIMAN LAS ASEGURADORAS
* LA UNACH INAUGURÁ SU TERCERA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO, CHIAPAS-CENTROAMÉRICA 2014
Muchas desgracias naturales pueden atribuirse al destino, a la geografía y a la mala fortuna, pero el problema se acrecienta cuando además existe negligencia y falta de previsión, un coctel mortal.
Y realmente fue un milagro que no hubiera más que 5 muertos, pero los daños se cuentan por más de mil millones de dólares, según las primeras estimaciones de las compañías aseguradoras.
Por primera vez en varias décadas, el estado de Baja California Sur fue golpeado en sus 5 municipios. En la mayoría de los huracanes y tormentas que han afectado la zona, que es punto de cruce de todos los ciclones del Pacífico mexicano, cuando mucho resultaban afectados uno o dos municipios.
Lo que sucedió la noche del 14 y el 15 de septiembre, en plenas fiestas patrias y cuando los hoteles de Los Cabos y San José del Cabo estaban totalmente llenos, fue impensable. Unos 30 mil turistas, la mayoría (70 por ciento) extranjeros, se debieron refugiar en los sótanos de los hoteles de 5 estrellas, donde pasaron algunas penurias, pero nada comparable con lo que sufrieron las localidades más pobres del estado como Comondú o Mulegé.
Unas 20 mil personas, que resultaron damnificadas, es decir, casi el 10 por ciento de la población total del estado, sufrieron una verdadera pesadilla, que una semana después todavía está lejos de terminar por la escasez de víveres y agua y sobre todo la rapiña.
Las autoridades tuvieron que montar un puente aéreo para recatar a los turistas, principalmente estadounidenses, a los ancianos, a las mujeres y a los niños.
Como el gobierno llevaba 3 días enteros sin poder a sacar a todos, tuvo que echarle la mano el Departamento de Estado, que fletó algunos vuelos charters para rescatar a sus ciudadanos.
Escenas pocas veces vistas de saqueos -no sólo de alimentos y productos de primera necesidad, sino también de pantallas de plasma, joyería, artículos de tocador, perfumes, etcétera-, generaron enfrentamientos entre policías privados que resguardaban tiendas y supermercados y pobladores.
Los disturbios y la rapiña son atribuibles a la falta de previsión y planificación, porque hubiese bastado con que el gobierno local y federal montara una intensa campaña para advertirle a la población que para atender la demanda de comida y agua en los primeros días, se requería que la gente saliera en orden, se formara y esperara su turno, como ocurrió en Japón luego del paso del devastador Tsunami.
Además, no hubo advertencia alguna a los paseantes que decidieron pasar ese fin de semana en Baja California. En su afán de no dejar ir a los clientes eventuales, los hoteleros y las compañías aéreas le aseguraron a los vacacionistas que no había ningún problema, que no iba a pasar nada a pesar de que el Meteorológico había advertido que el huracán había cambiado de rumbo y ya no se seguiría de frente hacia el noroccidente, sino que golpearía el sur de la Península.
Luego del desastre natural, sobrevino la rapiña y el accionar animal, porque no sólo los comercios fueron saqueados, sino incluso algunas viviendas, y se esparció el rumor de que -ante la falta absoluta de electricidad en la mayoría del estado-, había un comando de encapuchados que ingresaba a las casas y robaba comida de las alacenas y los refrigeradores.
En esas circunstancias, en algunas colonias los habitantes decidieron organizarse por su cuenta, conseguir armas, colocar barricadas y esperar la incursión de cualquier intruso, lo que podría haber provocado sangrientos enfrentamientos.
Los daños originados por Odile fueron mucho mayores a los previstos, por lo que no extraña que la secretaría de Gobernación rápidamente decidiera hacer la declaratoria de zona de desastre en los 5 municipios de la entidad, para poder enviar los fondos urgentes que requerían los bajacalifornianos.
Hoy, por fortuna, la situación poco a poco vuelve a la calma, pero en sitios como Los Cabos, con mucho la ciudad más afectada, las huellas de los saqueos y de los daños provocados por el huracán aparecen por doquier.
Fotografías tomadas desde el aire y reproducidas por los medios locales, muestran a los grandes hoteles -que ya anunciaron el cierre de sus actividades hasta la temporada de fin de año-, con severas averías, aunque los empresarios turísticos dicen que no hubo daños en la estructura de los inmuebles.
SEVERO GOLPE AL SUMINISTRO ELÉCTRICO; EL PEOR DE LA HISTORIA DE LA CFE
Llama la atención la forma en que Odile golpeó la infraestructura eléctrica. El director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Enrique Ochoa Reza, señaló que el daño provocado por Odile en Baja California es “el peor de la historia” de la compañía. El 95 por ciento de la población se quedó sin electricidad en el momento de mayor crisis, pero todavía no se normaliza el servicio y de hecho, hasta este lunes, sólo 15 de cada 100 personas disponían del suministro.
El fenómeno también provocó la caída de mil 821 postes de electricidad en los 5 municipios afectados, el 62.9 por ciento de toda la estructura que existía y está siendo reparada.
Adicionalmente, se dañaron 534 torres de transmisión, algo que no provocaron ni siquiera los huracanes más devastadores que han azotado la Península, como Wilma (2005), que derribó 205 y Kena (2002), con 117. Para paliar la falta de electricidad, se instalaron centrales de generación de emergencia que funcionan con diesel.
La CFE desplegó un ejército de 3 mil 360 trabajadores con mil 200 vehículos y 242 plantas de emergencia de las cuales 160 se ubican en Los Cabos.
A pesar de todo esto, las autoridades intentaron suavizar la situación al indicar que se cuenta con 2 mil cuartos de hotel en perfecto estado, pero según los expertos se trata en su mayoría de hoteles pequeños, porque los grandes, curiosamente fueron más afectados, a pesar de que no sufrieron problemas estructurales.
La Secretaría de Turismo anunció que iniciará en breve una “campaña de reposicionamiento del destino” para atraer al turismo, sobre todo extranjero y en especial estadounidense, lo cual parece plausible.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, señaló que los “ajustadores” de las empresas aseguradoras han sido trasladados en aviones oficiales para apresurar la evaluación de los daños y la agilización del pago de las primas para “poder dar liquidez a las empresas y reanudar su reparación o reconstrucción”.
Respecto a los saqueos, las autoridades dijeron que presentarán denuncias y que cuentan con videos sobre los responsables por lo que llamaron a la población a “regresar lo sustraído voluntariamente, sin que se aplique castigo alguno”.
Las cosas sin embargo todavía no se normalizan del todo, porque si bien en Los Cabos y La Paz las cosas marchan de alguna manera, la ayuda llega lentamente a las zonas más pobres, en el norte del estado, específicamente a los municipios de Mulegé y Comondú.
Como se trata de la región menos turística de la provincia, los más de 50 mil habitantes de Mulegé, ubicado a 491 kilómetros del puerto de La Paz, sufren por falta de alimentos, agua y electricidad.
La cabecera del municipio está en ruinas y por todos los ángulos que se le vea hay destrucción, casas derribadas, refrigeradores y estufas cubiertas por el lodo en los patios y unos pocos comercios abiertos y con energía porque cuentan con plantas caseras de electricidad.
El caso amerita que los mexicanos nos sumemos a brindar ayuda a los centros de acopio, pero también representa una gran lección de lo que no hay qué hacer cuando se sabe que la naturaleza siempre puede ganar la partida, y más, como en el caso de Baja California, si las autoridades no cumplen con su papel.
GRANOS DE CAFÉ
Nuevamente la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) será el centro de atención, cuando el próximo domingo 28 se inaugure la Tercera Feria Internacional del Libro, Chiapas-Centroamérica 2014.
Este acontecimiento agrupará durante una semana a los más connotados escritores de la región, en las instalaciones del claustro académico, para sumarse a la celebración del Año de la Universidad Autónoma de Chiapas y del Dr. Manuel Velasco Suárez, declarado por el Congreso del Estado para conmemorar el 40 aniversario de su fundación.
El festejo permite la implementación de un programa excepcional que se presentará hasta el domingo 5 de Octubre en el Centro de Convenciones Universitario “Dr. Manuel Velasco Suárez”, el cual albergará más de 90 stands de 14 países, en los que se pondrán a la venta los libros de las más diversas casas editoriales de México y subrayadamente de Chiapas y Centroamérica.
La inauguración estará a cargo del rector Jaime Valls Esponda, acompañado por el gobernador Manuel Velasco Coello, así como de los integrantes del Consejo Universitario de esa casa de estudios.
El mismo rector Valls Esponda, dio a conocer que son innumerables las personalidades literarias que se darán cita en este magno foro, que iniciará al medio día del próximo domingo, como el rector de la Universidad de Costa Rica y el vicerrector de la Universidad de San Carlos de Guatemala, así como más de 630 participantes, entre los cuales se encuentran Juan Villoro, José Ovejero y Mónica Lavin.
Para conocer a detalle el programa, el doctor Jaime Valls, refirió que éste se podrá consultar en la página www.unach.mx., a fin de prever las actividades del interés particular.
Incluso, dentro de la Feria Internacional del Libro, se ha preparado la operación del Pabellón Infantil. Igual de interesante es el Encuentro de Escritores del Sur de México y de toda Centroamérica, al que está programada la asistencia de destacados autores de El Salvador, Honduras, Nicaragua, Veracruz, Campeche, Tabasco, Quintana Roo, Yucatán, Distrito Federal y Chiapas… Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección gentesur@hotmail.com