12 Septiembre 2017
Humberto Gutiérrez
CÓMO VA LA RENEGOCIACIÓN DEL TLCAN?
Del día 5 de septiembre concluyó en la Ciudad de México las entrevistas en la segunda ronda de renegociación del Tratado de Libre Comercio entre los países participantes: Canadá, Estados Unidos y México.
Es importante ubicar algunas precisiones importantes, no debemos dejarnos que nos guie comentarios que no están debidamente enterados o que no están calificadas para entender este tema delicado.
El primer punto que merece aclararse es que en las tres rondas, la primera a mediados de agosto en Washington, la segunda en México y habrá una tercera en Ottawa del 23 al 27 de septiembre.
En 25 mesas de trabajo están los tres países por temas en las que no hay decisión, es decir no hay conclusiones.
Por tema que revisan cada uno de los tres países, se recibe propuestas de cambio al documento original de TLCAN, y se estudia el contenido y alcance de la propuesta de cambio y se la llevan de tarea para estudiarla y pasarla al grupo de discusión.
Pero será después. Se trata luego llegar a un arreglo posterior y después corregir la redacción, si procede, al tema tratado y renegociado.
Sabremos cómo queda el nuevo Tratado de Libre Comercio hasta el año que entra.
Ahorita solamente encontraremos rounds de tanteo entre los negociadores de los tres países.
Claro que transcienden los temas tratados, en la primera ronda se conoció de lo tratado en el ramo automotriz. Una unidad producida en los tres países debe llevar un 62.5 de partes producidas en la región. Estados Unidos quiere que sea el 80%.
La segunda ronda concluyó en medio de resistencias a discutir los salarios que se pagan en México y los mecanismos de resolución de disputas.
“No es ningún secreto que las cláusulas laborales serán conflictivas y que nuestro objetivo es tener cláusulas que eleven los tabuladores salariales en México”, afirmó Lighthizer. “Creo que eso es conveniente para los mexicanos y conveniente para Estados Unidos”.
A pesar ello, el texto estaba tomando forma en la mayor parte de los capítulos del tratado, incluidas las pequeñas y medianas empresas, la competitividad, el comercio digital, los servicios y el medio ambiente, el transporte, migración.
“La estrategia es concluir en el corto plazo lo que se pueda”, y después enfrentar los asuntos más complicados, señaló ILDEFONSO GUAJARDO, el secretario de Economía de México. Dijo que hubo grandes avances en algunos de los temas más sencillos, como las telecomunicaciones.
Con relación a los temas de energía, Guajardo dijo que no hay puntos de diferencias ni de controversia.
Personas cercanas a las negociaciones afirman que hubo relativamente pocas propuestas concretas en asuntos más polémicos, como los mecanismos de resolución de disputas, los aranceles de temporada para productos agrícolas y las reglas de contenido regional.
Estados Unidos quiere eliminar el sistema actual de paneles privados de arbitraje del Capítulo 19, mientras que Canadá desea conservarlos. Dichos paneles pueden anular aranceles, dificultándole a Estados Unidos el bloqueo unilateral de productos.
Los productores de verduras, muchos de los cuales cuentan con operaciones en las tres naciones, se expresaron a favor del sistema actual de resolución de disputas y comentaron que un cambio podría obligarlos a resolver las diferencias en tribunales de uno de los tres países, una posibilidad que no les agrada.
“Creo que las industrias de los tres países han encontrado que el Capítulo 19 ha resultado un método efectivo y oportuno para tratar las disputas”, señaló el jefe de la United Fresh Produce Association (Asociación Unida de Verduras Frescas), Thomas Stenzel. Anularlo “ciertamente que lo volvería un proceso más complicado, legalista”.
Estados Unidos también quiere estándares laborales y reglas de origen más estrictos en productos como los automóviles, fijar salarios obligatorios.
México ha atraído fábricas e inversiones al sacar provecho de sus bajos salarios y sus débiles reglas sindicales, y líderes empresariales y obreros mexicanos parecen resistirse a cualquier intento por endurecer los estándares laborales o garantizar un aumento salarial en el país.
Los sindicatos de la industria automotriz, tanto de México como de Canadá, han indicado en un informe que los obreros mexicanos del sector ganan alrededor de 3,95 dólares por hora, que es cerca de una novena parte del sueldo promedio de un trabajador al norte de la frontera.
Estados Unidos también quiere incrementar los niveles mínimos de contenido regional en productos como los automóviles, para lograr que se importen menos piezas de Asia o de Europa, se ensamblen en México y se etiqueten como “hecho en América del Norte”.
Stenzel señaló que a algunos agricultores no les gusta la idea de aranceles antidumping de temporada, aunque recalcó que esa propuesta aún no se formaliza. Dichas medidas buscan proteger a agricultores, por ejemplo, de tomate en Florida, contra el incremento en las importaciones desde México. Stenzel y otros grandes productores temen que pudiera extenderse para aplicarse a otras cosechas.
Los grandes productores de frutas y vegetales, cuya industria es una de las más beneficiadas por el TLCAN, aparentemente no quieren que se realicen grandes cambios al tratado comercial.
“No hay necesidad de componer algo que no está descompuesto”, dijo Mario Andrade, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Berries.
En otro tema, el Secretario de Hacienda presento el proyecto de presupuesto de ingresos para el gobierno federal.
El recorte que se espera será de por lo menos 43 mil 800 millones de pesos con respecto a 2017.
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