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CARTELERA

17 mayo 2018

HUMBERTO GUTIÉRREZ

LA NETA SEÑOR PRESIDENTE…. ¡¡¡

Creo que hace falta un respirador artificial para darle vida al enfermo, a México.

En parte  por las críticas malsanas que prohijaron un hartazgo enfermizo en  los sectores sociales.

En los campesinos, los obreros, los profesionistas,  los jóvenes, los emprendedores, los empresarios, los  maestros, los contribuyentes, el pueblo, los mexicanos.

Y por otra parte por las filtraciones de actos de corrupción entre los más altos funcionarios de su gobierno.

El fuego amigo, usted fue víctima de su propia creación, de las ambiciones, de los juegos del poder de sus funcionarios.

Estos pergeños, escritos ausentes de malicia, llenos de esperanza por una resurrección de las ideas plasmadas en hechos que realmente harán la historia.

Señor Presidente ENRIQUE PEÑA NIETO.

Lejos de ser un reclamo,  es una crítica constructiva a toro pasado, lo escribe alguien que quiere a México, de alguien que  quiere lo mejor para sus hijos y nietos.

Lo escribo con entusiasmo que da la vida, me invita el deseo de lograr una Patria mejor, con mejor calidad, en mejores condiciones; una Patria sólida, responsable cuyos gobiernos y sus gobernantes pongan en primer acto de constricción el bienestar y la felicidad popular del pueblo de México.

¿ Es mucho pedir?

Que los jóvenes,  esperanza del futuro tengan oportunidades y no se tengan que ir a buscar otros horizontes lejos de la familia.

Que los trabajadores tengan un código de identidad de lo que es amor por su patria.

Que las familias puedan vivir en paz, con tranquilidad.

Que los señores de edad madura podamos  pasear con tranquilidad por las aceras de la colonia.

¿Es mucho pedir?

Hoy estamos a menos de dos meses de la elección de quien habrá de sustituirlo, se termina un ciclo y empezará otro con tres proyectos diferentes de Nación.

Ayer oí el mensaje con motivo del día del Maestro. El mensaje no pudo desprenderse del tema de la reforma educativa, por usted y por los candidatos que ahora toman la palabra.

La palabra que más importa es la de usted, porque es el Presidente de todos los mexicanos.

Usted usó palabras rebuscadas, complejas en su entendimiento, por su leguaje. No entendí que quiso decir ni a quien iba dirigido.

No utilizó un lenguaje dirigido a la Nación mexicana donde usted es el máximo exponente.

No hablo…. la neta.

Si la neta, señor presidente,  uno de los problemas de su administración fueron los mensajes dirigidos a la población, la población que quiere saber ¡¡ la neta ¡¡¡ de los problemas que tenemos.

En un leguaje mundano.

Usted en su administración salió como caballo fino, al segundo día estaba teniendo un acuerdo nacional con las fuerzas políticas más representativas, los acuerdos vieron el México del siglo XXl.

En el siglo de la comunicación, esta hizo falta, su equipo de comunicación nos quedó a deber la sencillez y solidez de su mensaje.

24 meses dura la semblanza del tránsito del país a otro más moderno, más acorde a los nuevos tiempos del  mercado mundial, un mercado sin fronteras.

Pero luego de 24 meses se nubló el cielo de México, vinieron tempestades que todavía están.

Tan fácil que es reconocer y tan difícil que es reconocer los problemas sucedidos.

Han pasado 30 meses después de las reformas; en serio pienso que es la cuarta transformación de México, que  este fue el inicio del México de su administración, que crece en todo, que es más democrático, que está más superado, que ha logrado estar en el orden mundial.

Lo demás, viene con el tiempo y por añadidura.

Usted, señor presidente logra lo que por doce años estuvo en sueños: la época reformista.

Como todos los procesos de la vida – es algo que faltó explicarnos  – vimos el nacimiento de la reforma educativa, financiera, de telecomunicaciones, fiscal, de energía. Once en total. Vimos el nacimiento de organizaciones de ciudadanos tratando de ayudar al buen gobierno, vimos el nacimiento del Sistema Anticorrupción.

Le faltó decirnos a todos los mexicanos que reformar el sistema requiere permanentemente de monitoreos para hacerla a la medida de los mexicanos, no nos pidieron que tengamos paciencia para llegar a la mayoría de edad de las reformas; que esta realidad se va  a conocer hasta dentro de 10 ó 20 años.

No nos hicieron un flujo del comportamiento de cada una de ellas, que esperamos y que tiempo debemos esperar.

Usted todavía tiene la fuerza para mover al barco y llevarlo a buen puerto.

Ha realizado esfuerzos que no se conocen, o que se conocen sobre bases técnicas que solamente especialistas las entienden.

Soy una de esas personas,  y hay  ocasiones en que no entiendo.

Usted ha logrado la estabilidad de las finanzas públicas que ya es mucho que decir, generar empleo con una cantidad de más de 3 millones no logrado en dos administraciones anteriores, lograr más ingresos por divisas, más de 100 mil millones de dólares de inversión extranjera, ha generado la confianza en la democracia respetando la voluntad popular.

Logró el respeto de Estados Unidos en la revisión del Tratado del Libre Comercio.

Otro logro que merece mi respeto es el que los vendedores ambulantes, los pequeños emprendedores lograran obtener la confianza y credibilidad para refugiarse en la formalidad y obtener la solidez del derecho a la salud, a la vivienda y al retiro digno.

Más de 3 millones que gozan de los beneficios de la formalidad.

¿Qué le cuesta señor Presidente, hacernos ver sus logros que no pueden ser noticia de un solo día?.

Conocer de todo esto, – que casi nadie percibe – va a ser usted más querido, más respetado, más admirado.

A lo hecho pecho, que no escriban su propia historia sus detractores, escríbala usted mismo.

Este mensaje es propio del sentimiento de un mexicano que siente que no todo está mal, como otros lo hacen saber, que hay mucho rescatable.

Mi correo: humbertografico@yahoo.com.mx en twiter @cartelera1997

 

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