12 agosto 2018
Leonel Durante López
*La ambivalencia de AMLO
*El nuevo gobierno y la prensa
*División y equilibrio de poderes con López Obrador
Dicen que el poder cambia a los políticos, esperemos que el ya presidente electo de México Andrés Manuel López Obrador no y sostenga lo que ha dicho desde el 1 de julio por la noche cuando se anunció su triunfo, que se respetará la decisión de la soberanía nacional.
Sin embargo, López Obrador ha venido suavizando su discurso, ya no es el mismo, el ganador de la elección en medio de aduladores hoy ofrece perdón y amnistía, a los políticos de la mafia del poder, y hasta los líderes sindicales se congratulan al saber que no van a ser perseguidos.
No sabemos cómo llamarle a López Obrador, ambivalente o como se le llegó a decir a Vicente Fox “la chimoltrufia”, porque como dice una cosa dice otra.
La notoriedad de López Obrador se ha ido extendiendo por todos los rincones del mundo después de su triunfo presidencial y vencer a esa mafia del poder que tanto criticó y utilizó de bandera política durante su campaña político electoral.
Tampoco sabemos si la notoriedad de López Obrador seguirá subiendo como la espuma o a partir de su toma de posesión el 1 de diciembre próximo se caiga de manera estrepitosa, como en algunas ocasiones cae la bolsa de valores.
Pero como mexicano que soy quiero que esa fama ganada a pulso siga subiendo para beneficio sufrido pueblo de México cumpliendo sus promesas de campaña.
Trascenderá López Obrador como estadista a nivel mundial, no lo sabemos, pero hay tiene como ejemplo a José Mujica, ex presidente de Uruguay”, quien fue considerado como “el héroe político no reconocido de Sudamérica” o como el mejor presidente del mundo.
Popularmente conocido como ‘Pepe’, el uruguayo pudo colocar su pequeña nación de solo 3.2 millones de habitantes en el mapa internacional y desde el inicio de mandato en 2010, periodistas los siguieron de cerca por sus políticas progresistas.
Durante la década de 1970 Pepe Mujica, fue miembro activo de los tupamaros, sufrió las consecuencias de la dictadura militar de su gobierno, el 27 de junio de 1973 en el golpe de Estado, este se encontraba preso, sin embargo, fue la personificación de lo que el verdadero socialismo debería ser, lejos de los discursos populistas de Chávez y la demagogia de Kirchner.
López Obrador desataca su modestia al viajar en clase turista, utilizar como vehículo un Jetta y en su juventud como activista político tapo pozos petroleros en Tabasco, pero lo más rescatable son las vacaciones permanentes que le dio al Estado Mayor Presidencial (EMP), en tanto que Pepe Mujica destaca su modo de vida como presidente, modesto y ejemplar, su auto un Volks Wagen 87, su perro y que donó 90% de su sueldo, lo que le dio el mote del “el presidente más pobre del mundo”.
Quien le estará hablando al oído a López Obrador pues desde el 1 de julio a la fecha ha cambiado de parecer, promete hoy que “no se perseguirá a nadie”, es que no habrá embestida con motivación política o “cacería de brujas”; y al manifestar que “no existe la venganza”, parece referirse a que, a diferencia de presidentes del pasado, no impulsará procesos contra alguien por desquite ni como abuso de poder.
Es encomiable que un gobernante asuma esa actitud, no retorcer la justicia, que es algo deseable en un país donde suele aplicarse de manera selectiva, hablando de presidentes, por ejemplo, con la embestida a Elba Esther Gordillo y la impunidad para Carlos Romero Deschamps.
Pero bueno, son muchas similitudes entre el Peje mexicano y Pepe uruguayo, pero uno es de izquierda y el otro socialista, las diferencias las veremos en la práctica, pero la expectativa es si López Obrador se logra desprender de la mafia del poder o se une a ella.
Los medios están para informar y criticar y los gobernantes
Sobre la relación entre los medios y el nuevo gobierno, la libertad de expresión, el manejo informativo y otras expresiones con el próximo presidente surge la duda, luego de varios rumores o comentarios hechos hace unos días por Andrés Manuel López Obrador, surge la pregunta cómo será la nueva relación, será diferente, o como prensaba y actuaba la vieja guardia priista, que siempre el trato fue de respeto y como muchos políticos decía, “tendremos una relación cercana”.
El 12 de julio pasado López Obrador había anunció el cierre de varias oficinas de comunicación social. Eso fue lo que entendimos y la noticias causó furor entre la familia periodística, porque quiere decir que se cierran muchos espacios y el trato ya no será el mismo como el actual.
Las dudas poco a pocos se han ido despejando, pues la interpretación se ha hecho a priori, pues la interpretación se ha exagerado.
Según se explica que lo que se planea es eliminar la discrecionalidad, es decir el favoritismo a ciertos medios desde el poder político. Lo que se busca es transparencia en las relaciones del gobierno con los medios, establecer criterios que sean del conocimiento público y, a través de eso, fijar el presupuesto destinado a los medios.
Lo cierto es que se plantea reducir a la mitad como parte del plan de austeridad. También se plantea centralizar el manejo de los recursos. No la operación de las oficinas de comunicación social.
Lo anterior me recuerda una publicación de Azam Ahmed titulado “con su enorme presupuesto de publicidad, el gobierno mexicano controla los medios de comunicación”.
Ese cliente es el gobierno mexicano y durante la gestión del presidente Enrique Peña Nieto gastó cientos de millones de dólares anuales de los fondos gubernamentales en publicidad, creando lo que muchos propietarios, de periódicos, una estación de radio o un canal de televisión en México, ejecutivos y periodistas mexicanos definen como una gigantesca marca presidencial que puede suprimir artículos de investigación, escoger portadas e intimidar a las salas de redacción que la desafían.
Pese de la promesa de regular la publicidad gubernamental, Peña Nieto gastó más dinero en publicidad que ningún otro presidente en la historia de México, casi 2000 millones de dólares en los últimos cinco años, según datos del gobierno recopilados por Fundar, un centro de análisis de transparencia.
Esa organización reveló que la actual presidencia gastó más del doble del generoso presupuesto de medios que los legisladores mexicanos le aprobaron para 2016.
En la entrevista que le hace Javier Risco, columnista de El Financiero a Jesús Ramírez Cuevas quien forma parte del equipo más cercano de comunicación de Andrés Manuel López y el más viable vocero de la Presidencia expuso que existen intereses en la prensa o en los medios y que se reflejan en su línea editorial, dicho de una manera elegante.
El mismo consideró positivo denotar o hacer ver al público qué hay detrás de la línea editorial de los medios, “es sano para la democracia y respetar el ámbito de este derecho”, pero también debemos ir hacia la construcción de un respeto mutuo entre políticos, gobernantes y medios.
“Los medios están para informar y criticar y los gobernantes para dar la cara y dar explicaciones y creo que en eso debe basarse la relación”.
Bueno también es importante que un gobierno debe de contar con una buena política de comunicación social, y resaltar que hace más de tres sexenios Chiapas ha carecido de esta política, de ahí que cada vocero defiende la imagen de su jefe como Dios le da entender, que el presupuesto destinado a medios, no se quedan aquí, se van a otros estados, en particular a la Ciudad de México y lo más aberrante que esos “comunicadores”, desvíen los recursos públicos para convertirse en los nuevos millonarios de Chiapas.
“No voy a encabezar el poder de los poderes, yo voy a representar al Estado mexicano, y del poder Ejecutivo voy a ser muy respetuoso de los poderes Legislativo y Judicial.
Habrá división y equilibrio de poderes, no vamos a dar línea a los poderes autonomos e independientes, pero sí habrá mucha coordinación con el propósito de acabar con la corrupción y que haya austeridad”, explicó durante el video.
Afirmó el presidente electo Andrés Manuel López Obrador quien reiteró que el objetivo principal “es encontrar la justicia, el bienestar y la felicidad de nuestro pueblo”. Habrá “división y equilibrio de poderes” en clara referencia a la autonomía de los poderes Legislativo y Judicial.
Del Montón
Luego de la reunión del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, con los 32 delegados estatales y los 264 regionales del gobierno entrante, la próxima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, afirmó que en la nueva forma de hacer gobierno se pretende garantizar la entrega directa, sin intermediarios, de los programas sociales que se ajusten a las necesidades de cada familia. Explicó que, por eso, se eliminarán las coordinaciones de los programas sociales y, ahora, se llamarán delegados de programas integrales de desarrollo. “El tema es que nos vamos a concentrar en el territorio y en el contacto directo. Es decir, se va a trabajar, por instrucciones del presidente electo, de abajo hacia arriba, sin intermediarios. Desde la familia. Se va a censar a adultos mayores, personas con incapacidad (sic), jóvenes, adultos, para tener claro cuáles son las políticas que se dará a cada familia en particular”, indicó. * * * Eso es todo por hoy, hasta mañana con más de lo mismo.
leoneldurante@gmail.com