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Celebra el Papa Francisco misa por América Latina en la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe

Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

De Arcano Político

CIUDAD DE MEXICO, 11 de Diciembre de 2016.

Celebra el papa Francisco a las 3:55 horas de México, 10:55 de El Vaticano, del lunes 12 de diciembre, la misa en la fiesta de la Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de México, América Latina y Filipinas, precedida por el rezo del Rosario guadalupano y de una oración de Adviento.

De acuerdo a la tradición oral mexicana, y según lo descrito por múltiples documentos históricos del Vaticano y otros encontrados alrededor del mundo en distintos archivos se cree que la Virgen María (madre de Jesús), se apareció en cuatro ocasiones al indio San Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac el sábado 9, lunes 11 y domingo 12 de diciembre, y una quinta ocasión a Juan Bernardino el 12, tío de Juan Diego.

En el Nican mopohua (que puede traducirse como Aquí se narra), el relato en náhuatl de las apariciones marianas de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac, al norte de la actual Ciudad de México, del informante de Fray Bernardino de Sahagún, Antonio Valeriano, noble y letrado nahua y gobernante de la parcialidad indígena de México-Tenochtitlan nacido en Azcapotzalco, 1522 y muerto en la Ciudad de México en 1605.

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Fue editado por el sacerdote criollo Luis Lasso de la Vega, vicario de la capilla en el Tepeyac e incluida como uno de los capítulos en su obra de 1649: Huei tlamahuiçoltica omonexiti en Ilhuicac tlatocaçihuapilli Santa María totlaçonantzin Guadalupe en Nican huei altepenahuac México itocayocan Tepeyácac, que se traduce: «Por un gran milagro apareció la reina del cielo, Santa María, nuestra madre preciosa de Guadalupe, aquí, cerca de la gran altépetl de México , en un lugar llamado Tepeyacac».

El texto revela que Lasso de la Vega era un buen conocedor del idioma náhuatl y de la Literatura Náhuatl pues utiliza con habilidad los giros y las metáforas tradicionales en náhuatl. Este particular pone de relieve la importancia del Huei tlamahuiçoltica en el ámbito literario, filológico y lingüístico.

El Huei tlamahuiçoltica fue impreso por Juan Ruyz, el hijo de Enrico Martínez, en la Ciudad de México, en 1649.

El Nican mopohua recoge la narración narra que tras la primera aparición, la Virgen ordenó a Juan Diego que se presentara ante el primer obispo de México, Juan de Zumárraga. Juan Diego en la última aparición de la Virgen, y por orden de esta, llevó en su ayate unas flores que cortó en el Tepeyac. Juan Diego desplegó su ayate ante el obispo Juan de Zumárraga, dejando al descubierto la imagen de la Virgen María, morena y con rasgos mestizos.

El tracto está escrito casi en su totalidad en náhuatl e incluye el Mopohua Nican que contiene la historia de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac en 1531.

De acuerdo con el testimonio jurado de D. Carlos de Sigüenza y Góngora, la pre-impresión original estaba en la caligrafía de Valeriano, su autor.

Una muy antigua y maltratadas copia parcial manuscrito del Nican Mopohua en 16 páginas, que data c. 1556, se puede encontrar en la Biblioteca Pública de Nueva York; que ha estado allí desde 1880, junto con dos posteriores (es una copia completa). La copia más antigua aparece en Tonanzin Guadalupe con todos los detalles históricos.

Hay un manuscrito igualmente polémico y mucho más corto en náhuatl anterior al Nican Mopohua , que se conoce como el huey inin tlamahuiçoltzin significado Esta es la gran maravilla, también conocida como «La primitiva relación» de las apariciones. Se mantiene a la Biblioteca Nacional de México.

El tlamahuiçoltica Huei contiene también el «Nican motecpana» lista de los milagros atribuidos por algunos como D. Fernando de Alva Ixtlilxóchitl; ni él ni Valeriano se mencionan como autores de Laso de la Vega.

Las tradiciones relatadas en el tracto 1649 se publicaron por primera vez en un libro español escrito por Miguel Sánchez en 1648 bajo el título Imagen de la Virgen María, Madre de Dios de Guadalupe («Imagen de la Virgen María, Madre de Dios de Guadalupe»), una disertación teológica que une el guadalupano imagen para Revelación 12: Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.

Es probable que el manuscrito náhuatl usado por Luis Lasso de la Vega fuera el original de Antonio Valeriano.

La mayoría de las autoridades están de acuerdo en esto y en la datación de cuando fue escrito, año 1556.

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De hecho, el historiador Edmundo O’Gorman (1906-1995) opina que Antonio Valeriano había escrito el Nican mopohua en 1556. El historiador León-Portilla acepta de la misma manera la hipótesis de Edmundo O’Gorman.

Una copia parcial muy antigua del manuscrito Nican Mopohua en 16 páginas que data del año 1556 se puede encontrar en la Biblioteca Pública de Nueva York que ha estado allí desde 18803 y una copia completa en el Centro de Estudios de Historia de México Carso. En el se puede leer lo siguiente:

Quiero mucho y deseo vivamente que en este lugar me levanten mi ermita. En ella mostraré y daré a las gentes todo mi amor, mi compasión, mi ayuda y mi defensa.

Uno de los pasajes descritos es el del año de 1629 cuando la Ciudad de México se obscureció bajo las sombras de una intensa tormenta que duró casi 36 horas. Los habitantes vieron este fenómeno como un castigo de la Providencia, luego de los excesos de los conquistadores, de esta manera, la urbe quedó completamente inundada.

El refugio para las inclemencias eran los templos.

Se acudió entonces a la Virgen de Guadalupe, quien incluso fue llevada desde su santuario en el Tepeyac hasta la Catedral Metropolitana.

El 12 de diciembre tuvo lugar la cuarta visita donde la Virgen curó al tío de Juan Diego y le mandó recoger en su ayate bellísimas rosas fuera de temporada. La humilde tilma fue la revelación mística: colocada con decencia la Imagen, dio las gracias a Nuestro Señor y a su gloriosa Madre, narró Becerra Tanco. Zumárraga desató del cuello de Juan Diego la manta en que apareció la imagen de la Reina del Cielo y fue a ponerla en su oratorio. Estas todas son las noticias, que tengo, y esto dicho, lo que siento. Y todo lo sujeto à la correcion de nuestra santa Madre Iglesia Catholica, y à sus censores Apostolicos, concluye el bachiller en este texto publicado por la imprenta de la Viuda de Bernardo Calderón y que se encuentra en el Centro de Estudios de Historia de México Carso-Fundación Carlos Slim.

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