WASHINGTON, D.C., 14 de Noviembre de 2013.- Dos agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos fueron removidos de sus posiciones como guardias de seguridad del presidente Barack Obama tras descubrirse nuevas conductas sexuales inapropiadas, reportó hoy The Washington Post.
Ignacio Zamora, supervisor de alto nivel del Servicio Secreto, trató de volver a entrar al cuarto de una mujer en el lujoso hotel Hay-Adams, localizado a una cuadra de la Casa Blanca, para recuperar una bala olvidada de su arma de servicio.
“Una llamada del hotel Hay-Adams (a la Casa Blanca) la primavera pasada reportando que un agente del Servicio Secreto estaba tratando de forzar su entrada al cuarto de una mujer, puso en movimiento una investigación interna que ha estremecido a una agencia que todavía está tratando de recuperar su reputación de élite”, apuntó.
Recordó que el incidente se da luego del escándalo de prostitución en Cartagena, Colombia, en abril de 2012, que motivara promesas de funcionarios de alto nivel de “frenar una cultura de dominación masculina de fiestas y otros excesos”.
Indicó que Zamora era supervisor de alto nivel de una docena de agentes para asignaciones de élite dentro de la agencia encargada de vigilar la seguridad de Obama y dignatarios visitantes a Estados Unidos.
Según la investigación, Zamora estaba fuera de servicio cuando conoció a la mujer en el bar Off the Record del hotel -espacio que frecuentan los agentes del Servicio Secreto asignados a la Casa Blanca- y después la acompañó a su habitación.
Las pesquisas internas indican que Zamora le quitó las balas a la pistola que le asignara el gobierno federal durante su estancia en la habitación de la mujer, dejando una bala olvidada y cuando intentó regresar a recuperarla, la mujer no le permitió la entrada nuevamente.
El diario señaló que la investigación arrojó indicios de que Zamora y otro supervisor, Timothy Barraclough, habían mandado correos electrónicos con mensajes de contenido sexual a una mujer bajo sus órdenes.
Zamora fue despedido, mientras Barraclough fue enviado a otra área de la agencia dejando su posición de élite.
Según el matutino, el inspector general de la agencia no tenía conocimiento del incidente en el hotel hasta que el diario comenzó a hacer preguntas sobre el caso y fue informado a fines del mes pasado.
“Una agencia que tenía una reputación de ‘la crema y nata’ de la aplicación de la ley fue de pronto sujeta a audiencias legislativas, múltiples investigaciones y preguntas acerca de si ha albergado una cultura de mayoría masculina, sexismo y fiestas”, remarcó el rotativo.