sábado , noviembre 23 2024

Chang Chao-Tang, expresión de una realidad entre dos mundos

+ “Durante un tiempo no podías decir nada que fuera crítico o que atentara contra la tradición milenaria que se resguardaba tras la salida del continente; era absurdo, porque otra parte interior pugnaba por abrirse a los valores occidentales. Esa era la atmósfera con que vivieron varias generaciones en Taiwán” 

PACHUCA DE SOTO, HIDALGO, México, 24 de Abril de 2016.- En la majestuosa instalación cultural de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Casa Grande, ubicada en el pueblo mágico conocido como Real del Monte, se cortó el listón inaugural de la exposición “Subjetivaciones de la conciencia” del fotógrafo originario del país invitado de honor, Taiwán, Chang Chao-Tang, dentro de las actividades del Festival Internacional de la Imagen (FINI 2016).

El director del Instituto de Artes (IA) de la UAEH, Gonzalo Villegas de la Concha fue el encargado de dar la bienvenida al artista y a las autoridades universitarias, presididas por el rector de la máxima institución de educación superior de Hidalgo, Humberto Veras Godoy, quien también está al frente del Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMEX).

La bienvenida se extendió desde el presidium, nombrando a personalidades académicas y artísticas hasta incluir a los jóvenes asistentes y alumnos de la UAEH, quienes ovacionaron con entusiasmo la llegada anual del FINI, promovido por la Autónoma de Hidalgo con el patrocinio del Patronato Universitario y el auspicio de la Secretaría de Cultura Federal.

CHAN CHAO TANG2

Un espectáculo artístico de música y bailes regionales mexicanos dio comienzo al festejo en el que también se le dio un reconocimiento al artista oriental, quien acudió acompañado del representante diplomático de su país en México, excelentísimo embajador Carlos S. C. Liao y comitiva.

La introducción al conocimiento y apreciación del trabajo de Chang Chao-Tang corrió a cargo del investigador, ensayista y crítico de arte, de origen español y mexicano por naturalización, Jorge Rodríguez Blanco quien abundó sobre el carácter metafórico de la exploración fotográfica del artista taiwanés.

El crítico explicó el momento histórico y político a través del cual se gestó el trabajo de Chao-Tang: “El abrazo y el rechazo a la tradición se convirtieron en la memoria del cambio de un país políticamente ambiguo, donde el estado de guerra permaneció declarado hasta 1987 y la dictadura hasta 1992”.

Por eso, al decir de Rodríguez Blanco, Chang Chao-Tang interviene su mundo exponiendo la contradicción absurda de la represión ideológica; por eso sus fotos la revelan como un gran jardín metafórico que muestra la bruma que percibe en la realidad que lo rodea, “subjetivaciones ensayísticas en las que un instante cualquiera se transfigura en un momento irrepetible de la microhistoria”.

En el recorrido por su exposición, cuya museografía corrió a cargo de Germán Rostan, misma que el fotógrafo alabó y calificó de “sabia”, aprovechó para confesar que durante la captura de las imágenes expuestas, entre los años sesenta y setenta, ensayó con todos los matices posibles en el rango del blanco y negro y con todas las velocidades de obturación, “porque el rollo de película y el revelado eran muy costosos”.

El recorrido fue seguido con atención por el embajador Carlos Liao y el rector Verás Godoy, por eso al punto el embajador agregó que la obra en color del maestro Chang Chao-Tang, de los ochenta, también aporta valores estéticos y conceptuales innovadores e inquietantes de una sociedad en transformación.

Mientras el artista hacía la narrativa de cada una de las 60 fotografías, iba declarando las dificultades y sorpresas que la misma captura de la imagen proporcionaba: “Existe una paradoja, la foto debe concebirse pero también es cuestión de suerte”, apuntó.

“Durante un tiempo no podías decir nada que fuera crítico o que atentara contra la tradición milenaria que se resguardaba tras la salida del continente; era absurdo, porque otra parte interior pugnaba por abrirse a los valores occidentales. Esa era la atmósfera con que vivieron varias generaciones en Taiwán”.

Al respecto, Jorge Rodríguez Blanco ya había reflexionado en su introducción: “Sus imágenes logran liberar del peso de la realidad, en la que un instante cotidiano toma dimensiones poéticas, irónicas o políticas y se traslada, sin borrarse, a un nivel de subtexto”.

La exposición inaugurada al amparo de la sexta edición del FINI 2016 permanecerá abierta hasta el mes de junio, de martes a domingo de 10:00 am hasta las 18:00 horas, con el Patrocinio del Patronato Universitario de la UAEH.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

cuatro × cuatro =