Por *José Luis Castillejos Ambrocio*/ La Silla Rota
14 Noviembre 2017
La crisis financiera que azota a Chiapas, heredada por la administración de Juan Sabines Guerrero, imposible de resolverse en seis años, dejará saldos muy graves a la siguiente administración.
Esta es una crisis que dejó el anterior gobierno (8 de diciembre de 2006 al 7 de diciembre de 2012) que genera el pago de la deuda de más de tres mil millones de pesos anuales y deja un desfase entre la estructura laboral y presupuestal para los servicios de salud y de educación que se estima superior en seis mil millones de pesos.
Extraoficialmente trascendió que hay una pérdida de las reservas actuariales del ISSSTECH lo que podría llegar a generar faltantes para el pago de pensiones mayores a los diez mil millones de pesos.
Simultáneamente hay una disminución en el crecimiento de las finanzas públicas mientras hay un incremento de los intereses sobre la deuda que, sin lugar a duda, disminuyen el concepto de participaciones o por lo menos no crecen en el rango que se tenía previsto desde el año 2013 y que se esperaba pudieran mantenerse de manera sostenida y ascendente para todo este sexenio.
Independientemente de otros gravísimos rezagos, heredados por el gobierno de Sabines, sobresalen los de materia de corrupción de las estructuras organizativas, en el involucramiento y corrupción de las estructuras partidistas, en el demérito de la integración social de las organizaciones mismas de la sociedad civil.
Frente a ese escenario, el ex senador de la República, ex diputado Federal y ex secretario del Campo, José Antonio Aguilar Bodegas esboza -en diálogo con *La Silla Rota*- que el reto es “generar el crecimiento económico en Chiapas para satisfacer una vida digna a más de cinco millones y cuarto de habitantes y encontrar una generación de empleos que genere las 150 mil fuentes anuales, a fin de evitar el desplazamiento de la gente del campo chiapaneco y de la zona indígena a las zonas peninsulares y del norte del país y de Estados Unidos”.
“El reto es también cómo reactivar una economía que depende fundamentalmente de la actividad económica del sector agropecuario, que se extiende en más del 50 por ciento del territorio del Estado y que por otra parte influye también en prácticamente el 50 por ciento de la población de Chiapas”, acotó.
Pero el problema al que se afrontarán todos los políticos que busquen fórmulas para Chiapas es la falta de credibilidad de la sociedad en los partidos políticos.
—¿Cómo rescatar esa credibilidad? ¿Qué hay que hacer para superar el desorden, ya que la gente no cree en la clase política?, pregunta *La Silla Rota*.
El curtido político chiapaneco que es Licenciado en Relaciones Industriales, egresado de la Universidad del Valle de México y tiene una Maestría en Administración Pública en la misma universidad que ha sido Presidente Municipal de Tapachula, Diputado Federal en la LVII Legislatura, Diputado en el Congreso de Chiapas responde sin rodeos: “Primeramente que los políticos que han confundido que la política es para servirse y no para servir a la población, dejen de hacerlo”.
“Es necesario que recompongan esa posición; que los partidos políticos se olviden de que efectivamente dominan las decisiones que se dan en el ámbito de las cámaras de diputados y senadores, que son los únicos que tienen una instancia de comunicación privilegiada con el órgano máximo de la Presidencia de la República y los gobiernos estatales y, por lo mismo, los acuerdos que entre ellos tomen se convierten en ley indiscutible en el país y en práctica absoluta de los principios y procedimientos que ellos establecen. Que se separen de ello y que los temas de concertación en las cámaras y los temas de diálogo y negociación con altas instancias de autoridad Federal y estatal y municipales sean en pro de programas, planteamientos y políticas públicas absolutamente beneficiosas para la población y que respondan de manera directa, exacta, precisa a las demandas que la población tiene”, enfatizó.
JOSE ANTONIO AGUILAR BODEGAS
En la entrevista que transcurre a bordo de su camioneta que se desplaza, cuesta arriba, por la zigzaguante carretera Tuxtla-San Cristóbal de Las Casas, el político alertó: “De no hacerlo (los políticos) lo que hoy se ha denominado partidocracia, de un grupo político que detenta, que tiene el poder pero que ha dejado de tener la esencia del poder, que es la confianza de la sociedad, la seguirá perdiendo y llegaremos a un cambio abrupto, violento, de impacto general a un cambio revolucionario, por parte de la sociedad de estas formas de gobierno que tenemos hoy y que se basan en la representatividad para el ejercicio de la vida política y de las libertades políticas de los ciudadanos por la vía de los partidos políticos”.
— ¿Se necesita mano dura en Chiapas o un pacto social para poder poner orden?
—Se requiere un pacto social basado en la ley fundamentado en leyes que tal vez requieren de alguna adecuación y alguna revisión pero asimismo de una adecuación de los programas y la vinculación que el Estado tiene con la Federación porque muchos de los programas que se aplican en Chiapas, por parte de la Federación, aun cuando son muy generosos en recursos materiales no responden a la necesidad de Chiapas. Por lo general gran parte de ellos no se ejercen y los que se ejercen no se hacen de la manera más indicada.
En ese contexto, Aguilar Bodegas dijo que se requiere una revisión del pacto Federal con la República, con el poder central, obviamente con la presidencia de la República, con el poder Legislativo y hacerles ver los cambios significativos que México requiere tener hacia Chiapas para que este estado pueda resolver este saldo histórico de conflicto social en el que se ve tantas veces inmerso.
—Dentro del actual escenario político ¿Hay una guerra sucia en su contra o la siente así?
—No siento que sea una guerra sucia. Creo que hay una competencia y una expresión plural de opiniones, tanto a favor como en contra, con distintas visiones que hay respecto a las causas de mi participación en esta etapa en que lo estoy caminando hacia la sociedad para involucrarme, para estar con ella y reforzarme de sus puntos de vista, de sus necesidades, de sus planteamientos. Quienes piensan que lo estoy haciendo para ganarles espacios, tiempos, estructuras, tienen un temor infundado.
“Donde sí he recibido una guerra sucia es en el partido en el que he militado, el PRI. No es una cosa nueva, no es de estos 30 o más días que tengo de haber renunciado al cargo de secretario del Campo y estar caminando como un ciudadano libre por todo el Estado, sino viene de antes. He señalado y lo seguiré haciendo sobre las irregularidades jurídicas en que estuvo el Comité Directivo Estatal pasado y el actual y que pone en riesgo y le da una incertidumbre total a las candidaturas que se vayan a definir para el 2018.
“Ahorita ellos se escudan de que todas las impugnaciones recibidas han sido superadas pero las han superado, no en el fondo, las han superado en la superficialidad de la forma lo que han recurrido es que quien la ha presentado no puede comprobar el interés político porque no son miembros del partido, pero yo diría que quienes lo han presentado son personas absolutamente militantes de PRI y personas que lo han hecho con decoro, con lealtad y entrega a prueba de todo como el caso de Roberto Domínguez Cortes, Gilberto Espinoza, Roberto Castelo”, señaló Aguilar Bodegas.
“Cuando ya estén las campañas, cuando ya estén inscritas las candidaturas, cualquier ciudadano podrá hacer alguna impugnación que no va a poder ser repelida en cuanto a la forma de descalificación de quien la presentó sino solamente atacando el fondo y el fondo es indiscutible, el fondo no puede cambiarse. La directiva que encabezó (el senador priísta) Roberto Albores Gleasson cometió serios errores jurídicos, dejó precedentes imborrables y es una clara manifestación que el siguió ostentando un cargo más de dos años de haberlo debido entregar; pero además en esa actitud y el comportamiento que tuvo durante esas etapas son absolutamente lesivas de la equidad, de la transparencia que debe privar en el ejercicio de una contienda electoral. Por lo tanto hay muchas causas de impugnación y quienes la van a pagar son los priístas de buena fe y que participen en un proceso de selección abierto, lo ganen pero lo pierdan en la mesa. Esa es la triste situación que se avecina en el PRI en Chiapas”, advirtió.
—Has dicho que no serías comparsa de nadie. Amplíanos el concepto.
—No sería comparsa de ninguna fórmula, creo que las elecciones del 2018 van a ser un quiebre en la vida social de México y fundamentalmente de Chiapas porque la mitad de la sociedad no está de acuerdo con lo que está pasando y la otra mitad vive vinculada a la instancia gubernamental y quiere decir que es lo que se debe seguir haciendo y es la única vía para poder generar un futuro de certidumbre a México, respondió.
Y abundó: “Creo yo que todas las posturas extremas son siempre eso, extremas y por lo tanto no las indicadas y lo que debe privar es una opinión y una posición de centro, objetiva que tome lo mejor de la demanda y de la oferta que las acomode y que analice si bajo esa óptica sí serán viables tomar las medidas para resolver los graves problemas y reencauzar el desarrollo de México y de Chiapas o no y entonces llegaremos a los extremos de una lucha y una participación casi armada porque lo que están dejando y quitando es la posibilidad de que toda la gente que hoy está vinculada a la burocracia estatal y federal y a la burocracia de los partidos políticos también pudiera desaparecer como si fuera muy fácil sustituir estas estructuras en un tiempo no corto, sin inmediato, instantáneo como por arte de magia y eso no es posible”.
“Tenemos que hacer un análisis muy ponderado y establecer un cambio concertado en que el tránsito sea en convergencia con los intereses de la sociedad y con los intereses de ejercer el mando por parte del estado y en una clara vinculación como unión de principios de valores y de objetivos y caminar de esa manera de forma ineludible, presente y futuro tanto en Chiapas como en México”, recalcó.
Aguilar Bodegas dijo que el 2018 va a ser un proceso electoral muy candente en toda la república. “Llegamos a una disputa muy polarizada en la que están en entredicho sistemas, modelos de aplicación de desarrollo económico y sistemas de gobierno donde se pone en duda si la propia Constitución de una república democrática, federalista es el camino adecuado o tenemos que recurrir a un gobierno de coalición en la cual las fuerzas políticas después de un proceso de votación tuvieran que estar sujetas también a un gran reto para integrar una fuerza que legislativamente le otorgue el respaldo al ejercicio del ejecutivo y a la conformación del marco legal que el desarrollo de la república y el estado deben necesitar.
Será por lo tanto una elección competida con temas a discutir muy profundos, con condiciones en la que seguramente habrán descalificaciones previas, durante el proceso, donde será cuestionado si la actitud de las autoridades electorales van a actuar con imparcialidad, con el celo necesario para no permitir que nadie rompa las reglas de igualdad, de equidad, y de certeza que son las que rigen un proceso electoral y que también los partidos políticos y la población será una elección en la que tendremos que entender que debe prevalecer la propuesta, la participación en la organización, en la estructura y no que deba prevalecer en un momento dado la simple posición en la que los beneficios económicos sean los más importantes y el todo por defender y atender.
—Han intentado decir que estas peleado con el gobernador Manuel Velasco Coello o que lo estás atacando. ¿Qué hay de cierto en ello?
—Para el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello lo que tengo es profunda gratitud por la confianza que me dio, por la oportunidad que me brindó de volverme a incorporar a la vida pública y activa en Chiapas. No estaría en posibilidades de tener este intercambio y esta presencia con la sociedad y con grupos de productivos de no haber sido por él quien me permitió desempeñar mis tareas. Tengo además, de años atrás, un profundo cariño y respeto a su familia, a su abuelo, a su padre, a él con quien tengo el gusto desde que tenía 10 u 11 años de conocerlo de convivir con la mayor seriedad y con la formalidad en su trato como también lo tuvo en mi.
Nos llevamos desde un principio como amigos y me he sentido muy honrado de poder conservar y desarrollar con el la amistad profunda de respeto y admiración que tuve con su papá José Manuel Velasco Siles y que además lo conocí en su parte más humana y comprometida con el estado. Fue una persona que anhelaba el cambio de la pobreza en Chiapas y le dolía profundamente la pobreza y el subdesarrollo de Chiapas.
Para el gobernador únicamente tengo un profundo respeto, cariño y gratitud y tengo con él una relación impregnada con esos valores. A mi nada me podría hacer cambiar eso y espero que el siempre dentro y fuera del poder me siga dando la oportunidad de mantener ese vínculo estrecho de amistad y de cariño sincero.
joseluiscastillejos@gmail.com
@jlcastillejos