Alberto Ruiz /ASICh
CINTALAPA, Chiapas, 25 de Mayo de 2015./Alberto Ruiz/ASICh.- Ante el desamparo, la nula importancia y mala estrategia en materia preventiva de las autoridades de salud pública, llegó el chikungunya a Cintalapa de manera silenciosa pero efectiva, logrando contagiar hasta el momento a cientos de ciudadanos.
Aunque ninguna autoridad ha oficializado alguna cifra exacta, es del conocimiento público que existen infectados, moribundos y hasta han fallecido personas a causa de esta enfermedad.
El chikungunya es una de las enfermedades transmitidas por el mosquito “Aedes Aegypti”, mismo que ha provocado que el municipio de Cintalapa sea foco rojo en la actualidad en el estado de Chiapas, causando muertes inesperadas de varias personas.
La mala planeación de la Coordinadora de Salud Pública Municipal, Érika Morales Escobar y desatención de las autoridades, ha causado que la sociedad en general esté sufriendo y muriendo por este mal.
Si bien es cierto, la enfermedad es controlable en la mayoría de los casos pero no deja de ser un letargo, un desgaste físico, una pérdida de tiempo, un gasto innecesario y una falta de respeto por quienes no previnieron a tiempo esta situación.
Hoy en día, con la pérdida irreparable de varias personas (conocidos, familiares, vecinos, hijos, mama, papa, abuelito etc.) a causa de este problema de salud pública, tanto el gobierno del estado como el gobierno municipal, se han afligido para contrarrestar la problemática, misma que está dejando marcada a las familias.
“Después de ahogado el niño, se tapa el pozo”, vemos que ahora trabajan de noche y día, pasando de casa en casa a fumigar y mayormente donde ya hubieron contagiados y en su caso muertos por la enfermedad de chikunguña.
Muchas personas han coincidido y dicho que “a estas alturas, cuando ya se me murió un familiar, lo que menos me importa es morirme también por esa enfermedad, como para tolerar que lleguen hasta mi casa y me la llenen del supuesto líquido que erradica al mosco, cuando desde antes lo pudieron haber hecho”.
Hoy, las autoridades ya se vieron rebasadas por la enfermedad, queriendo rosear hasta las personas con ese insecticida o pesticida para que no se contagien, siendo molesto para la ciudadanía.
“En estos momentos lo único que estamos haciendo es tragarnos nuestro odio y repudiamos a esos servidores públicos por lo nefastos que han sido con este tema de salud” dijo un vecino del barrio de la Candelaria, tras la muerte de un familiar.
Lo lamentable es que Cintalapa ha perdido a “Don Celín López Ramos” el hombre más longevo que tenía, ya que el pasado 12 de abril del 2015 cumplió 105 años de edad, gozando de estupenda salud al lado de sus familiares, pero fue contagiado por un mosquito de chikungunya y falleció.
A esta muerte se han sumado varias más, poniendo en peligro la vida de estudiantes de varios niveles educativos, profesores, amas de casa, hombres, niños, mujeres, campesinos, profesionistas y hasta el Cronista de la ciudad, Quintín Fernando Acosta Cruz, quien manifiesta que “ni a mi peor enemigo le deseo que le de ésta terrible enfermedad”.
Eso sí, varios ciudadanos han exhortado a la misma sociedad a que haga lo suyo, que no dejen toda la responsabilidad a las autoridades sino que como ciudadanos sean responsables de sus actos y más aún si de salud se trata.
Previniendo algunos brotes o contagios de enfermedades, limpiando de la maleza sus terrenos, descacharrando, vaciando recipientes que contengan agua impura, fumigando sus casas, sacando la basura a la hora que corresponde y no tirar la basura en la calle por citar varios puntos. ASICh