05/09/2022
“Recordadle al universo al hermoso extranjero de cabellos rubios. Dios quiera que se nos recuerde con tristeza, pero sin odio”… María Carlota Amelia Augusta Victoria Clementina Leopoldina de Sajonia-Coburgo-Gotha y Orleans.
El Castillo de Chapultepec: Testigo de una Nación.
Este libro es un recorrido por el Castillo de Chapultepec, desde sus mitos, la literatura, el arte, su construcción y los sucesos más emblemáticos que tuvieron lugar en su sede hasta la creación del Museo Nacional de Historia y sus colecciones, que nos permite conocer la importancia y la significación de Chapultepec en la historia de México.
Con textos de autores de primera línea como Miguel León-Portilla, Vicente Quirarte, Alejandro Rosas, Salvador Rueda Smithers, Axayácatl Gutiérrez, Juan M. Blanco, Lourdes López, María Hernández y Thalía Montes.
EL CASTILLO, CARLOTA, EL HERMOSO EXTRANJERO Y LA HISTORIA DE UN PAÍS.
Caminar por Chapultepec es una experiencia maravillosa, estaba un poco elevada la temperatura, pero el cobijo de los árboles y la brisa que me acompañó hasta llegar al Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec hizo que disfrutara esa caminata de manera muy amena y poniéndome en contacto de inmediato con mis pensamientos más profundos.
Al llegar al Castillo de Chapultepec, se logra ver una construcción espectacular, ignoraba la historia y la magnificencia del lugar. Es un edificio ubicado en la primera sección del Bosque de Chapultepec en la Ciudad de México, a 2325 metros sobre el nivel del mar. Tiene una superficie de 11.8 hectáreas y un diseño arquitectónico principalmente barroco y neoclásico.
Se dice que Nezahualcóyotl mandó construir un acueducto que dio origen a la siembra de los ahuehuetes que hoy están en el lugar. Los mexicas lo llamaron “Cerro del Chapulín” y se consideró un lugar sagrado, no únicamente por su altura sino porque era un excelente observatorio astronómico y fue fundamental para el trazado de la gran Tenochtitlan.
La construcción del Castillo de Chapultepec data del Virrey Luis de Velasco (1590-1595) fue el primero que mandó construir un palacio, el cual fue ampliado por otro gobernante, Rodrigo Pacheco y Osorio (1624-1635), quien decidió que este lugar se utilizara como sitio de fiestas y entretenimiento. Desde entonces, los virreyes de la Nueva España frecuentaron el lugar para pasear, descansar y cazar ciervos, liebres y conejos.
Después de una trágica explosión de un polvorín (mediados del siglo XVIII), es reconstruido, pero ahora en la cima del cerro, tal y cual lo conocemos, por el Virrey Matías de Gálvez y su hijo Bernardo.
Cuando concluye el movimiento de Independencia en 1821, ahí duerme el Ejército Trigarante y sale de Chapultepec un desfile hacia el centro de la ciudad, sin duda alguna un evento más que relevante en nuestra historia.
Hasta el año 1840 se toma la decisión de convertirlo en sede del Colegio Militar, para lo cual se tuvo que ampliar y el exterior adquirió una estructura más militar. No podemos pasar por alto la torre llamada “Caballero Alto”. Y cerramos esta época militar con el hecho de la defensa de los Niños Héroes, el 12 y 13 de septiembre de 1847.
Napoleón III después de meses de negociación a petición de los notables conservadores mexicanos y la corona Austriaca, lograron convencer a Fernando Maximiliano, a aceptar el «Imperio Mexicano» bajo los auspicios militares de Francia. Maximiliano y Carlota en marzo de 1864 se embarcan en la fragata Novara desde el puerto de Trieste en Italia el 14 de abril acompañados de la fragata Francesa Themis. Tras varias escalas llegan al puerto de Veracruz, el 28 de mayo de 1864, y el 12 de junio que llegan a la ciudad de México. Hicieron del Castillo de Chapultepec un lugar más cálido, con todo el gusto y decoración europea. Hasta la fecha perdura la referencia de “La única fortaleza de la realeza en América”.
En el periodo de Porfirio Díaz pretendió que fuera escaparate del progreso artístico y tecnológico. Ordenando mejoras a tal grado de poner elevador y hacer la primera proyección de cine en México. Y en 1876 se firmó un decreto para que el lugar fuera sede del primer Observatorio Astronómico de México. También manda a traer de Francia el gran vitral de diosas y musas grecorromanas, el cual es instalado en 1905.
También Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, utilizaron el Castillo de Chapultepec como su lugar de residencia.
Durante el gobierno de Miguel Miramón (1859), se construyeron un par de habitaciones en el segundo piso del Castillo.
En 1939 Lázaro Cárdenas del Río decreto la transformación del inmueble para que fuera la sede de colecciones de la historia de México, convirtiéndose en el Museo Nacional de Historia.
En 1996, el Castillo fue el escenario de algunos pasajes de la cinta Romeo y Julieta, protagonizada por Leonardo DiCaprio y Claire Danes.
El también denominado «Alcázar del Castillo de Chapultepec» es visitado anualmente por más de un millón de personas en promedio, y es considerado como un referente de la historia de México, además de un espacio representativo del paisaje de la capital del país. Cuenta con 106,000 piezas registradas, un acervo cultural invaluable, sin duda alguna ningún lugar de nuestro país es tan emblemático y mucho menos ha sido protagonista de tantos y tan importantes acontecimientos que marcaron el destino de México.
Mientras tanto seguiré imaginando lo que pudo pasar en esa sala de acuerdos, en ese salón donde se celebraron magníficos bailes y cenas, lo que esos pasillos guardan en su memoria, cuántas historias de amor encierra. Seguiré viajando al pasado…