jueves , noviembre 21 2024

Claudia González Guillén/La Nota Rosa.

22/08/2022

Frida y Diego: ¿Un amor sui generis o adelantado a su época?

“A la niña Fridita Kahlo la maravillosa. El 7 de julio de 1956 a los dos años que duerme en cenizas, viva en mi corazón” Diego Rivera

Frida Kahlo, ícono mexicano, la pintora mexicana más famosa en el mundo, con una vida llena de emociones, tragedias, misterios, señalamientos, intentos de suicidios, que sigue marcando tendencia y moda a 68 años de su muerte.

Se han escrito 18 libros biográficos, se han filmado dos películas y dos documentales, donde se aborda en general su infancia, su enfermedad, el accidente que marcó su vida, la trayectoria artística y política, pero sobre todo su vida en torno a Diego Rivera.

La casa donde vivió la mayor parte de su vida se encuentra en Coyoacán, en el sur def la Ciudad de México, llamada “La Casa Azul”. Desde hace algunos años se ha convertido en museo (uno de los más visitados, sobre todo por el turismo extranjero).

Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, fue autora de 150 obras, la temática principal gira en torno a su vida y sufrimiento, la mayoría autorretratos. No sé si de manera consciente, ella logró crear un personaje, enigmático, siempre de la mano con la tragedia, ya que debido a su accidente y que no se podía levantar de la cama, empieza a pintar, plasmando a veces hasta con algo de humor su desgracia.

Sin duda alguna hay mucho de qué hablar sobre la vida de la pintora mexicana, pero después de visitar su casa y tocar de nueva cuenta aspectos que yo conocía de ella, creo que es inevitable hablar de su vida amorosa con Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez. Una diferencia de 20 años, ella bajita, delgada, con problemas de movilidad, atormentada; él pasado de peso, ya bastante famoso, militante del partido comunista, había viajado y estudiado en varios países sobre todo en Europa. Divorciado y con tres hijos. A pesar de las grandes diferencias, coincidieron en otras más (como ser ateos) las suficientes para casarse en dos ocasiones.

¿Qué podemos decir del amor? Que es un sentimiento expresivo, de vivo afecto, intensa atracción emocional hacia otra persona, etc. Va más allá si duele o no, si lo puede todo y si es eterno. El amor es un concepto que cambia al paso del tiempo, no es lo mismo lo que sentimos y pensamos del primer gran amor que después de algunos años. La conceptualización del amor la definimos cada uno dependiendo de la edad, de las experiencias, de nuestras costumbres, valores, educación y como se dice de manera coloquial: “de cómo nos ha ido en la feria”. Lo que yo si estoy segura a estas alturas de mi vida es que para amar hay que ser valiente, decidido, darse el permiso y por qué no, amar apasionadamente y con locura, bajo el concepto que sea válido para cada uno.

Así que bajo esa premisa, Frida y Diego vivieron un amor sin igual, complejo, tormentoso, atrevido a la época, tempestuoso, con excesos, frívolo en muchas ocasiones, de dependencias, sobre todo por el lado de Frida por su atención y gastos médicos, infidelidades al por mayor, explorando en terrenos como el poliamor, triángulos amorosos y la bisexualidad de Frida.

Imagínate celebrar la fiesta de tu boda en la azotea de la casa de la ex amante de tu esposo, y que la encargada de preparar la comida sea su exesposa. Así fue la boda de Frida y Diego en la casa de Tina Modotti, con la ayuda de Guadalupe Marín en la cocina. El menú consistió en sopa de ostión, arroz con plátano, huazontles en salsa verde, enchiladas de queso y de picadillo, mole negro de Oaxaca, pozole rojo de Jalisco, y de postre flan y capirotada. Acompañado de pulque y tequila.

Frida nunca se imaginó que con los 47 años que pasó por este mundo, serían más que suficientes para ser parte de nuestra historia y dejar un gran legado, y no me refiero únicamente al artístico, sino que su vida misma sigue dando de qué hablar y admirar. Lo último que escribió en su diario fue: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”.

El Museo de Louvre compró la obra Autorretrato-El Marco, siendo la primera obra de un artista mexicano adquirido por dicho museo. Otra de sus pinturas, Autorretrato Diego y yo, fue adquirida a un precio récord de 34.8 millones, rematado por la casa Sotheby´s el año pasado.

¿Sobrevaluada? ¿Éxito generado a la fuerza? ¿Su valor radica más en lo que dio de qué hablar que en su obra? ¿Autorretratos grotescos?

Son algunos puntos de vista, muy respetados. Para mi (amante de la historia y la cultura) es una vida fascinante. Pude leer dos libros, ver un documental, una película e ir al Museo. En conjunto, me hechiza, me envuelve y me transporta. Amo la historia de mi país y agradezco poder ser testigo a la distancia de estos personajes apasionados, brillantes, fuera de serie, que vivieron como les vino en gana y que amaron a más no poder.

*Fotos: Claudia González.

CLAUDIA GONZALEZ GUILLEN.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

cuatro × 4 =