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COMENTANDO LA NOTICIA

14 Agosto 2015

Alfonso Carbonell Chávez

Punta de iceberg

Inevitable referirse a una serie de eventos que ha tenido como escenario la capital chiapaneca casi como recordatorio a sus primeros 123 años como tal. Tuxtla Gutiérrez desde el traslado de los poderes por el entonces gobernador Emilio Rabasa en 1892 de San Cristóbal de las Casas, a golpe de improvisación ha venido convirtiéndose a través de los años como el asentamiento urbano más importante de la entidad al ser sede los poderes estatales y centro neurálgico de la vida económica, política, social, cultural y académica. Así el otrora Tuchtlán de vos náhuatl que significa lugar de conejos, ha sufrido en últimos tiempos grandes transformaciones en su infraestructura urbana y de comunicaciones. Sin embargo al no ser planeada como centro de la vida estatal como capital, su pretendida modernidad con edificios que nada tienen que ver con su propia historia y esencia, presentan un rostro deforme que no alcanza a cubrir ni los pretendidos aires modernizadores que conviven con un Tuxtla pueblerino que se niega a desaparecer.

Pero no es de la capital ni sus problemáticas de desarrollo urbano y otros a los que quiero referirme cuando hablo de acontecimientos últimos registrados incluso esta misma semana. Y claro al menos tres de ellos tienen que ver con el manifestódromo que desde toda la vida que tiene Tuxtla como capital del estado se ha convertido. Empezaré por el evento que el lunes o martes de esta misma semana tuvo efecto en el centro de la ciudad y que terminó frente de la sede del Congreso, donde un grupo de inconforme provenientes del municipio de Ixtapa, reclamaban el fraude electoral cometido el pasado 19 de julio imponiendo al junior del diputado local ¡priista! Roberto Aquiles pero con las siglas del verde ecologista. Dicho personaje cacique de ese municipio ha sido de menos dos veces presidente municipal de su pueblo, amén de diputado federal y diputado local en un par de ocasiones también. Ahora para afianzar su legado su hijo contendió por el verde resultando ganador.

El pueblo de Ixtapa cansado de este personaje y de las imposiciones partidistas, han demostrado su inconformidad y piden a las autoridades electorales y a los diputados del congreso, tomen cartas en el asunto porque ya han dejado muy en claro, que no permitirán la toma de la alcaldía del junior del cacique de Aquiles. Bueno a mí me toco quedar secuestrado un par de horas en el congreso. Lo más lamentable es que personal del congreso muchas de ellas mujeres madres, no les permitían salir a buscar a sus hijos a la guardería. Claman justicia y cometen injusticias. Paradojas del descontento social. Un día después maestros de las secundarias técnicas, bloquearon la avenida central en demanda al pago de horas y una serie de temas que no les han sido resueltos por la autoridad educativa, estatal y federal. Lo peor en este asunto, es que manifestaron que aquellos docentes que presentaron su evaluación para acceder a plazas de supervisores o directores tal y como lo establece la ley, no les permitirán asumir sus encargos. Así de huevos.

Pero ya para sellar estos eventos que involuntariamente alberga la ciudad capital, este jueves al filo de la una de la tarde, y nuevamente me encontraba llegando al centro, el corredero de gente que provenía de la plaza central se convirtió en verdadera estampida humana. El tráfico vehicular se volvió denso y desesperante. Los cohetones sonaban en las mentes de los citadinos como ¡bombas!, y en su huir sin rumbo predeterminado solo en busca de quedar a salvo de los desmanes, comentaban; ¡ahí vienen los zapatistas!, y más cohetones surcaban los aires cercanos y el estruendo hacia más dramática la escena. Logré estacionarme y me dirigí al congreso y al llegar por la zona de cafés del edificio plaza, una turba venía en despavorida con dirección de la avenida central hacia el sur a la zona de mercados. ¡Carbonell!, alcance a escuchar a un compa al tiempo que me conminaba a retirarme del lugar; ¡vámonos, vámonos la cosa se está poniendo fea! Y junto con los demás, hombres, mujeres, jóvenes, niños, ancianos, boleros, chicleros etc., nos apresurábamos a salir de la zona de riesgo.

Irremediable, el gas lacrimógeno que los policías dispararon para dispersar a los manifestantes, nos alcanzó. ¡A qué pinche ardor de nariz y garganta y el chilladero de ojos! Se supo entonces que un grupo –otro- de pobladores inconformes ahora de San Juan Chamula, vinieron a manifestar su desacuerdo por los resultados electorales en su municipio resultando ganador el abanderado del partido verde ecologista, y al igual que los de Ixtapa, aducían fraude electoral. Aquí y nada más como dato anecdótico y que llama la atención, digo; ¡a quién púctas se les ocurre hurgar el avispero priista indígena de Chamula, sabedores que es parte de su religión y razón de ser el ser priistas! Es como sí a los guadalupanos les quisieran construir ahí en sus propias narices ¡un templo evangélico! Pero en fin, esto creo no parará ahí. Me queda claro.

Tres acontecimientos que a la capital han llegado y los tres con tambores de guerra. La situación así y por supuesto que no abonamos a la idea, puede ser solo puntas de iceberg de un descontento social mayor; ya por cuestiones electorales, magisteriales, de seguridad, etc., etc. Urge de es para ayer, que los operadores políticos del gobierno de Manuel Velasco Coello empiecen a dar resultados. Hemos dicho y sostenido que por encima de la ley nada ni nadie. Pero no invocar a la razón y el diálogo como premisas para la solución de los conflictos es no tener oficio ni capacidad de resolución. La capital chiapaneca así, es ha sido y será, caja de resonancia de los problemas de la entidad, pero igual puede serlo de las soluciones. Para ello sin duda es menester; gobernar con el ejemplo. ¿Será mucho pedir?

Ya de salida

Pues la capital se viste de multicolores protestas e inunda sus maltrechas calles del centro con la algarabía de voces discordantes. Gente se ve “espantadamente” correr de acá pallá. El desconcierto se vuelve generalizado. Los rictus de las personas se denotan con harto miedo que transpiran por los ojos. Otros, chavos los más, se ven festivos en un acto de poder al retar a la autoridad. A los policías. Y todo esto que desde que Tuxtla es capital hace 123 años, estos escenarios se repiten y quedan grabados en la memoria colectiva de esta ciudad y de quienes la habitan….// Por si fuera poco este pasado miércoles, una torrencial lluvia azotó la desolada capirucha y con precipitaciones que rebasaron el histórico en un mes como este, 111.3 mm, se instaura por arriba del registrado en 1963. Inundaciones y autos que se llevaban las fuertes corrientes fueron captados por periodistas ciudadanos y compartidos en las redes, dando cuenta así en tiempo real de la magnitud del evento. ¡Pobre mi amado Tuxtla!…// Buen fin, nos leemos el lunes. Me queda claro. Salu2

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