sábado , noviembre 23 2024

COMENTANDO LA NOTICIA

14 Diciembre 2016

Alfonso Carbonell Chávez

Con pena y sin gloria

Y así, como un mal sueño convertido en pesadilla, cuatro años de la vida de las y los chiapanecos se han ido; con más pena que gloria. Cuatro tortuosos años en los que el gobierno de Manuel Velasco Coello, como si la gente no estuviera cansada ya de tantas ruindades, insisto, con más pena que gloria, un capítulo más de la triste historia de este pueblo de pueblos se encamina rumbo a su final sexenal, sin visos ni asomos de que algo vaya a cambiar; peor aún, sin que cambiemos. ¡Oh qué silente la palabra!;  qué profundo dolor de un pueblo cercenado por los miedos que le produce el mañana, que se tropieza con su presente y vive sepultado por su pasado. Muertos vivos que se pasean por las calles que ya no proyectan ni sombras. Deambulan por aquí y el más allá. Por doquier se les escucha rumiando rencores mirando a través de sus descarnados ojos, cómo, en sus narices inodoras, los que mandan los saquean. Pero en realidad nada pueden hacer, están paralizados, amén que esto lo han experimentado sexenio tras sexenio o lo que duren los que ganan elecciones y los que llegan por tragedias o acuerdos políticos sin haber competido ni para rey feo. Pero somos los de siempre; los que callando otorgan; sumisos por cultura acostumbrados a la conquista. Chiapas y lo retrata excelso el poeta Enoch Cancino Casahonda, sigue siendo como una flor al viento… y a la deriva. Se fueron cuatro años de promesas incumplidas; de un nuevo engaño colectivo. Nada les es suficiente a los ladrones de honras y haciendas y bien que saben que no encontrarán ni un ápice de resistencia social. De valor civil para enfrentarlos. Se ríen y carcájean en las alcobas palaciegas y en sus pasillos ronda la sumisión, la complicidad; pero también la deslealtad y la intriga palaciegas. No se engañen. Súbditos acostumbrados a fuerza de serlo, el pueblo no parece tener escapatoria a su destino manifiesto. Huele a carne putrefacta, a deshonra; huele a muerte…civil. Ya no les hablen; se cortaron las orejas para no oír, se sacaron los ojos para no ver; la lengua se ha vuelto viperina como de culebra. Lanzan fuego amigo desde los palacetes editoriales; sus esbirros…los más perros. Los cancerberos. Verdugos de pluma y tintero.

No lo escondo, es más lo confieso, trato de darle a las palabras un sentido que no exprese o no se quede solo en la autoflagelación, sino que navegando en la autocrítica y el hartazgo por el impulso de las mismas, logren llegar hasta la otra orilla de la fe y la esperanza de que aún es posible cambiar de rumbo incluso de dirección y velocidad. Que los vientos de cambio impulsen la barca chiapaneca hoy a punto de naufragar y enfrente las grandes olas amenazantes del dispendio y la irresponsabilidad. A los monstruos marinos (con patas) de la corrupción y de la impunidad. Porque ¡ya basta de bastas! Los chiapanecos debemos de alzar la cara y mirar de frente a los que gobiernan; exigirles cuentas claras en el ejercicio de los recursos que son del pueblo. Sí de esa masa informe que nos incluye a todos, incluso a los traidores de la tinta…y el papel. A esos pequeños apátridas que viven hoy al servicio del poder. A esa escoria que no vacila en rendirse a los pies del amo; verdugo de los ciudadanos.

¡Pero vamos! ¡Qué desatinos estoy diciendo! ¡A quién pretendo engañar! ¡Os imploro perdón! Está visto que no seré yo quien cale en lo más hondo de su ser y sus conciencias. Es por demás. Todo parece indicar que así es la forma de ser felices de los chiapanecos. Gustamos tal vez de la mala vida. Las denuncias que por borbotones brotan en las redes sociales y en uno que otro contado medio tradicional sobre la corrupción galopante de este gobierno, insisto, no parecen calar al grueso de la población. Es menester aclarar, que la autocrítica no incluye ni a nuestros gobernantes ni a la clase política, porque como la anécdota tuxtleca aquella que concluye diciendo; “no es pa’ vos compa”, sigue siendo una máxima, pero ahora entre los políticos. Así como muertos que tropiezan con sus muertos, cruzamos sexenios de depredación presupuestales haciendo de nuestra mísera existencia un paso por la vida y muerte; con pena y sin gloria. Me queda claro.

Ya de salida (#3de3)

1.- La Legión de Honor Nacional de México; tiene el honor de contar ya, entre su excelentísima membresía, con el Tlatoani chiapaneco Enoc Hernández Cruz, lo que sin duda hace más sólido y firme los propósitos que animan a esta noble legión. Como antecedentes de esta organización se dice lo siguiente: Tiene el orgullo de ser la primera institución en América Latina que rinde “homenaje público” a personas y a instituciones que por sus valiosas aportaciones benefician a México. Y sigue diciendo: En Europa existieron diversas organizaciones que buscaban resaltar los méritos de ciudadanos distinguidos y en periodos de reinados eran condecorados por los reyes con insignias como; la Orden de Toisón de Oro de los Habsburgo o la Cruz de Calatrava en España (y ésta creo, la recibió al gato con botas, marqués de Calatrava). Y ahora, digo yo, deberán agregar; la Cruz de Jiquipilas, por obvias razones. Pues presumo esté enterado sino aquí lo pongo al tanto, que en días pasados el ajonjolí de todos los moles Enoc Hernández, ahora fue integrado a dicha Legión de Honor, con la que nada honra a la pléyade de científicos, académicos, políticos y demás personajes que integran dicha organización. Qué mal andan en geografía los ínclitos legionarios. Si supieran la fama pública de dicho personaje aldeano sobre el que pesan,  incluso, acusaciones de corrupción, bien que lo hubieran pensado más de dos veces. Pero está visto, en una legión de tanta alcurnia y abolengo medieval, con reinas y reyes y toda la cosa, ni modos que un paje -que no maje- aspire a ser; el ¡Márquez de Jiquipilas! ¡Faltaba más!…// 2.- Y ya ni la burla perdonan; ahora resulta que la Alma Mater de Chiapas, la UNACH, según nota compartida vía Facebook, se encuentra en franca banca rota, con un adeudo cercano a los 870 melones de devaluados pesos aztecas. Tuxtla Gutiérrez.- La Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) se encuentra en crisis financiera debido un  adeudo de corto plazo de más de 870 millones de pesos, advirtieron trabajadores de esa casa de estudios. Los afectados de la máxima casa de estudios pidieron a los tres niveles de gobierno apliquen un rescate financiero, para evitar “una situación de desestabilización y violencia”. En un documento entregado al Congreso estatal y dirigido al gobernador Manuel Velasco Coello, a los senadores y diputados federales, los trabajadores universitarios advirtieron que la Unach arrastra adeudos con el FOVISSSTE, ISSSTE, SAR y FONACOT por concepto del impuesto Sobre la Renta e Impuesto Sobre Nómina por un monto de más de 773 millones de pesos, aunado a un rubro de otras cuentas por pagar a corto plazo que suman más de 97 millones de pesos. Los montos ascienden a 870.5 millones de pesos, precisaron los inconformes”. (Fuente: eluniversal.com.mx / Estados/ Fredy Martín Pérez, corresponsal/ 11-12-16) Y digo que ni la burla perdona, pues bien es sabido que el rector de la Unach fue impuesto por capricho de la seño solo para poder, ya se vio, manejar a su antojo los recursos de la casa de estudios. El camino al infierno (veracruzano) está empedrado de millonarias piedras…les quede claro…// 3.- Pues ayer, sin pena y sin gloria, pasó el Vigésimo Aniversario de la creación del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (Coneculta) de Chiapas. Y no podría ser de otra forma, con un gobernante carente de cultura. Seguro ayer se fue a hacer otro ridículo a la feria; a montar mansos toros mecánicos ante la mirada absorta de un séquito de mensos. Juan Carlos Cal y Mayor Franco titular de esta institución de cultura, hizo lo que pudo con lo que tenía. Ante un grupo reducido de asistentes en los que brillaron por su ausencia funcionarios de gobierno y autoridades municipales, echado pa’lante como siempre, Juan Carlos hizo un sentido homenaje y reconocimiento al recién fallecido y primer secretario de Cultura del país, Rafael Tovar y de Teresa. Silencio y aplausos coronaron la breve alocución del funcionario de la cultura chiapaneca. Marimba y orquesta llenaron los espacios vacíos aportando su talento y alegría. Sé que Juan Carlos no es estridente como tampoco es afecto a la parafernalia gubernamental ni la dilapidación grosera de recursos. Así, 20 años de cultura en Chiapas fueron festejados con los que estaban. Ni más ni menos. ¡Felicidades! a todos los que viven o de menos hacen de la cultura su razón de ser y existir…. (Yo lo vi por internet)…// ¡Me queda claro! Salu2.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

4 × 5 =