13 Enero 2017
Alfonso Carbonell Chávez
Es ahora ¡o nunca!
Nuevamente y como resulta históricamente recurrente, el conflicto transportista vuelve a escalar a nivel de atentado contra de la ciudadanía. Pero esto no es de gratis, sino producto, también, de una histórica cadena de hechos de corrupción prohijada desde las altas esferas gubernamentales. Así el binomio gobierno-transportistas ha hecho a la población rehén de sus descarados propósitos acumulativos de fortunas, los unos y los otros. Larga es la historia en esta entidad y me quedo con el caso Tuxtla, que resulta ser emblemático de la alta corrupción que en la dependencia encargada de su control y supervisión hoy llamada pomposamente secretaría del Transporte pero antes con otros motes, ha sido una verdadera cueva de Alí Baba (no alí babar de mi amigo Pepe Casab salu2) y no dudaría un ápice, que el actual titular Carlos Mario Culebro Velasco, fiel a la tradición, esté directamente implicado en el subrepticio aumento de tarifa de los llamados colectivos. Para que nazca un hijo producto de la corrupción se necesitan dos, y quien que está al frente de esta nueva embestida en contra de los tuxtlecos es el nefasto pulpo transportista Bersaín Miranda Borraz, ejemplar representativo de lo peor de la iniciativa privada y por supuesto del sector transporte en Chiapas. Me gustaría relatarle con nombres, pelos y señales, los actos cometidos por quiénes se erigen como dirigentes transportistas, y que uno a uno según su momento y relación con el poder en turno, han mamado groseramente concesiones condenando a los verdaderos trabajadores del volante a ser sumisos asalariados. Para nadie es secreto que cada administración gubernamental, como pago a su silencio cómplice de las raterías cometidas, otorgan discrecionalmente concesiones y el abanico alcanza, lo mismo a potentados transportistas que a periodistas y otros “líderes” sociales e inclusos políticos. Es decir la red de corrupción es más que extensa porque como dice la canción “sin caballero no hay dama” bueno sin corruptor no hay corrupto, y de siempre insisto, el obscuro pasaje en dicha secretaría es la cloaca administrativa más pestilente de cualquier administración, pasada y presente. Decía, No entraré a enlistar nombres de hombres “prominentes” en el tema del transporte, sería de locos. Pero sí que este diversificado negocio de otorgamiento de concesionares desde una modesta bici-taxi en algún municipio, hasta las de combis y taxis llegando a otros tipos de transportes (je) no federales, tienen, precisamente hoy a Tuxtla, nuevamente en una encrucijada; jóvenes que no pudieron trasladarse a sus escuelas, trabajadores que tuvieron que caminar decenas de cuadras a su centro de trabajo, amas de casa que no pudieron hacer su mercado y en fin, escenas a las que la mayoría de los tuxtlecos vieron sometida su necesidad y derecho al transporte y libre tránsito y todo ello, merced a que el transporte PÚBLICO paró, inconscientemente, sus unidades y vida de la capital. Y miren ustedes qué pendejos son, los transportistas y los del gobierno, porque para nadie o al menos eso estimo, hubiera resultado atentatorio el incremento de un peso al pasaje de colectivos, habida cuenta que desde hace lo menos cuatro años este se ha mantenido sin modificación a pesar que el deslizamiento del precio de la gasolina se ha venido dando desde tiempo ha. Lo más oprobioso es la forma en que la autoridad de transporte en contubernio al menos con el señalado Bersaín, hayan querido aprovechar el llamado gasolinazo para en un albazo, como lo fue dicha medida federal, recurran a la amenaza y acción inmediata de parar el servicio sino aceptan sus condiciones. Y ¡maldita la hora en que este país y Chiapas!, producto de la insensatez que provoca su alta corrupción y conducción, los transportistas como el presidente Peña Nieto, quieran cargarle los costos sociales y monetarios siempre a los más jodidos. Es tiempo y es potestad del gobierno y del congreso local, regular el tema del transporte y de una vez por todas tal y como se alzan voces, disponer lo que sea menester para liberar el transporte. Tal vez el aumento incluso proceda, pero de aquí pal real, acabar de seguir alimentando en un país de pobres y un estado de miserables como el nuestro, los bolsillos de estos pulpos chupeteadores (dixit “Palillo”) del transporte. ¿O no, Bersaín, Orantes, Bustamante y señora diputada Olvera? ¡Órale gobernador! Usted tiene la palabra. ¡Ahora o nunca! Me queda claro.
Ya de salida (#3de3)
1.- Y ya que hablamos del transporte y lo que está afectando la vida económica, social y educativa de la capirucha, es impresionante leer y percatarse que de manera irresponsable hay que decirlo, quienes abonan a la percepción del problema de manera equívoca, sean voces provenientes de los propios medios tradicionales de comunicación. Y digo tradicionales porque en el mundo de las redes, así como encontramos sesudos análisis, críticas e incluso propuestas inteligentes sobre el tema, también descubrimos en su gran mayoría puras pendejadas y amarguras contenidas. Decía, leer aunque sea de reojo a algunos compas “tinteros” que apenas y ante el nombramiento del inútil de Mario Carlos le rendía loas y casi casi le bajaban el cierre, ante la crudeza de los hechos, le retiran su beneplácito para quedar bien con el que paga más y mejor. Entonces para estos miserables “comunicadores” pregunto; cuál la pena y el castigo, si con su pluma y espacio contribuyen al desconcierto y al descontento. A la asonada mediática. Es más, si apenas el “tintero” no hallaba dónde poner al secretario del Campo, por ejemplo, aludiendo a su gran capacidad y cercanía con el mero Lek (su pedo) Güero Velasco, pues a consignación o por consigna le vuelve a recordar su pasado reciente de no ser nada y que todo se lo debe a la magnificencia del góber. ¡Merda!…// 2.- La Sexagésima Sexta Legislatura ha hecho historia; tales fueron las palabras que el presidente de la Junta de Coordinación Política del congreso del estado, diputado Carlos Penagos Vargas, hizo en el marco del Homenaje a la Bandera, instituido a propuesta del propio legislador, que se llevó a cabo frente mismo de la estatua del Benemérito Benito Juárez. Las reformas a la constitución, dijo, es “resultado de la suma de esfuerzos y voluntades de la gran familia chiapaneca” resonó. Al tiempo de reconocerles a los trabajadores del congreso su lealtad y compromiso, les aseguró que su estatus laboral no cambiaría y así lo dijo; “no habrá cambios para nadie en materia laboral”, cuestión, supongo, que en tiempos de incertidumbre laboral como los que corren en la administración pública local, resulta un bálsamo para la clase trabajadora del Congreso. ¡Vientos!…// 3.- La vida nos lleva por caminos incognoscibles, los más. Y así se va encontrando uno personas buenas, malas o peores. Para nada nos debe de desalentar, la condición humana históricamente es así. Será. Pero justo mencionar que en esa policromía de humanos que se cruzan en tu camino, en veces, es necesario hacer un alto para la reflexión y agradecimiento y lo hago hoy y aquí. ¡Gracias! Doctor Armando Balcázar, sé si te lo digo, tu negativa amable hubiera sido la respuesta. Pero ya lo estoy haciendo; es el doctor que pese a mi tozudez e indisciplina, hace hasta lo imposible por mantenerme viendo la realidad. Su generosidad para conmigo producto, así me lo ha reiterado, la amistad que es recíproca, me permite acceder al tratamiento y medicamentos que, un modesto periodista como su servidor, no pudieran cubrir. Dicho lo anterior solo me queda reiterarte, amigo Balcázar. ¡Gracias muchas gracias! Que Dios te bendiga…// ¡Me queda claro! Salu2 y Buen Fin.