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COMENTANDO LA NOTICIA

08 Septiembre 2015.

Alfonso Carbonell Chávez

¿Realidad o ficción?

Presupuesto base cero, pareciera más que un tecnicismo económico una verdad inocultable. Porque si bien la medida aduce a una serie de consideraciones que parten del orden presupuestal en los programas que ejerce el gobierno federal a través de las propias dependencias de gobierno y demás instancias del poder es decir el legislativo y judicial y de manera preponderante lo que irá a parar a los barriles sin fondo de las entidades, puede leerse de manera literal cuando sin empacho ya, el gobierno de la república asiente en la existencia vil de más de 53 millones de compatriotas. El aceptarlo no es el quid del asunto, sobre todo ahora que por donde sea, salen organizaciones del ámbito empresarial e incluso civil a medir la pobreza. Es sorprendente leer y escuchar a una pléyade de académicos de todas las ramas del saber referirse a las cifras del crecimiento económico con tendencias negativas que año con año se confirman,  mientras la opulencia ofensiva de un puñado de políticos, empresarios y la original burguesía, en opíparas cenas nos hablan del problema de la  alimentación y del combate a la pobreza. Cínicos irredentos.

Y sí, si como lo ha advertido la secretaría de Hacienda en voz de su titular Luis Videgaray (nial) Caso, de acuerdo a un ordenamiento presidencial, ha llegado la hora en que el gobierno se apriete el cinturón, pues la lectura alcanza a todos. ¡Hasta creen! Como si la realidad implícita en esa retórica instrucción no se instaurara en el desarrollo mismo de la sociedad nacional. Retórica porque desde hace ya muchos años y precisamente cuando las sombras de las  crisis nublan y oscurecen el país, las ocurrencias por más efectistas que parezcan o nos las quieran vender como panaceas, nunca se han cumplido como ahora en esta ocasión se duden cumplan por parte del gobierno. Nosotros ¡a güevo!

Con la técnica presupuestal denominada “base cero”, se presupone como premisa básica, déjenme explicarlo de manera que hasta yo mismo entienda, no asignarle ni un peso más en este caso para el ejercicio 2016 a ninguna dependencia del gobierno federal hasta en tanto no se evalúen cada uno de los programas que hasta este 2015 hayan venido ejecutando. Así dependencia por dependencia irán presentando uno a uno los programas que están ejecutando identificando su población-objeto, ubicación geográfica, impacto buscado, montos ejercidos, objetivos y metas a cumplir y, por supuesto, resultados a evaluar. Es conocido y no exclusivo de expertos, que las dependencias ejercen en cada entidad miles de millones de pesos en un sinnúmero de programas que nunca se saben bien a bien dónde van a parar. Así la Sedatu atiende temas de vivienda, desarrollo urbano en comunidades con determinados índices de desarrollo. La Sedesol por ende dedicada a programas sociales para el combate a la pobreza también tiene programas que atienden asuntos de vivienda en comunidades marginadas y otros. Por su parte la instancia federal que atiende el tema de pueblos indígenas ¡también tiene acciones que van en apoyo a la vivienda! Y así hasta el infinito. Decía un experto en el tema de estudio de los programas sociales, que en el país existen más de ¡cinco mil programas!, en el ámbito de los tres niveles de gobierno y solo de los poco más de 280 federales son de los que se tiene más o menos certeza y ubicación de qué hacen, pero del resto que manejan estados y municipios, dice, nos ha sido imposible detectar su destino, monto y resultados.

Así pues el presupuesto base cero que hoy mismo la SHCP presentará ante la Cámara de Diputados, deberá haber tomado estas consideraciones y haber ya propuesto la desaparición de un número significativamente importante de éstos. Pero no crea que lo hacen por responsabilidad social no. Lo hacen porque ahora las circunstancias económicas del país son cada vez más apremiantes. Mire si el precio del petróleo no hubiera caído tan estrepitosamente y el peso hubiera mantenido una paridad frente al dólar entre 13 y 14 pesos por dólar, podría asegurarles que en estos momentos no estaríamos hablando del tema. Cero. Ciertamente el tema del petróleo y del peso, su caída y fluctuación respectivamente, obedecen fundamentalmente a condiciones exógenas, es decir de la economía mundial como la sobre oferta de petróleo de los países árabes y la devaluación de la moneda china, respectivamente. Sin embargo, siempre nos ha pasado igual y no hemos sido capaces de aprender en más de seis décadas de que esto sucede. Y ahí están ejemplos de cómo, a partir de la década de los setentas con Luis Echeverría que devaluó el peso casi al doble (de 12.50 a 22 pesos), e inmediatamente después con José López Portillo, quien vivió el boom petrolero atreviéndose a decir; ahora tendremos que acostumbrarnos a administrar la abundancia, tras lo que el precio se fue al piso. Bueno y ya ven, en pleno albor del siglo XXI y seguimos en las mismas. No aprendemos.

Pero lo que sí podemos controlar como país y sociedad, son las variables endógenas, no solo de la economía y finanzas, ni las de mercado o monetarias sino las de orden social y de justicia, de libertades y derechos. ¡Ésas sí pero tampoco aprendemos! Del combate a la corrupción y a la desgarradora   impunidad. Porque duele tanto o más que le roben a la nación, que el que no se castigue a nadie por esos hechos. Por ello decía al inicio del entuerto; construir un presupuesto base cero o base por bolas, resulta ser “la misma gata pero revolcada”. Porque podrán ser los 4.5 billones de pesos de presupuesto para el venidero 2016 (ya con los 135 mmdp de recorte anunciado) o el monto que fuere, mientras las conductas omisas, opacas, faltas de transparencia y de rendición de cuentas sigan por el riel de la impunidad e injusticia, ninguna técnica presupuestal será capaz de frenar esta criminal conducta depredadora del erario. ¿Realidad o ficción? ¡Ficción que supera la propia realidad! Me queda claro.

Ya de salida

Y ya que hablamos de enchiladas, estamos a días horas prácticamente,  para que el relevo en las presidencias municipales y congreso local se dé, y así, coincidirán, asistir al nacimiento de una nueva clase política depredadora (no generalizo pero la excepción solo confirmaría la regla) que, como la saliente, entrará con el ánimo renovado y de certeza inequívoca que podrá hacer de las suyas dilapidando recursos, dejando obras inconclusas o que dé más,  fantasmas; que podrá poner a toda su parentela en la nómina municipal, amén claro, que tendrá que empezar a pagar todas las cuotas y facturas adquiridas para su ascenso…// En el congreso, becas pagadas por los jodidos para que éstos coman con manteca, seguirá siendo la historia de siempre; levantar el dedo será el ejercicio cotidiano los martes y jueves. ¡Uf que fatiga! Así serán jornadas extenuantes dichos días. Es decir dos de “trabajo” por tres días de descanso. De los sábados y domingos, pus ya ni hablamos. Así pues, ¡bendita tierra! Donde la sociedad ha aprendido el arte de la genuflexión y en la que mirar al piso y bajarse de la banqueta, pareciera ser el sino. Destino al que me rehúso a seguir contribuyendo…// Y por ello mismo me pregunto ¿será verdad que ¡ya basta!? Qué en verdad ¡ya estamos hartos y hasta la madre! O solo será la eterna borrachera con nuestro pasado, presente… ¡Con nuestro  futuro!…// Y la verdad ¡No me queda claro! Feliz inicio de semana, en martes. Je. Salu2.

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