10 Septiembre 2015.
Alfonso Carbonell Chávez
Breve misiva al señor gobernador
C. Manuel Velasco Coello
Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Chiapas
Presente.
Lo que hoy escribo con el atrevimiento que me da ser un ciudadano chiapaneco en potestad de sus facultades igualmente constitucionales, es con el objeto y estimaré su consideración, de plantearle las siguientes interrogantes que espero merezcan su alta consideración. No es el tratamiento de esta columna que desde hace casi un cuarto de siglo escribo (redacto diría mi hermano Renequé) de una airada protesta hacia su gobierno empero sí, que quede claro, una crítica que espero, hago votos, le pueda resultar constructiva. No hay más afán en estas líneas que compartir con usted el sentimiento genuino y digno de ser escuchado por miles de voces que en un solo grito, casi desde iniciado su mandato gubernamental, le han venido dando y que pareciera usted, es triste aceptarlo, parece no alcanzar a escuchar. No se trata ¡por dios!, quién soy, someterle a un juicio empero sí, habría hoy que mirar más al sur por qué, tarde que temprano, las voces se vuelven pensamientos y los pensamientos ideas y nada garantiza que no, mañana, transmuten en acciones. Me explico.
Desde que inició su gestión con pena se lo digo, no ha habido momento en que la sociedad en sus diferentes formas de agrupación incluso como es mi caso, no hayan manifestado descontento ante el desconcierto que ha sido, con verdad se lo comento, su gestión al frente del estado. Incluso ni con el caudal de recursos que desde sus varias oficinas que manejan a la prensa, han podido acallar y eso, seguro entenderá, ya es grave. Sin duda usted joven gobernante despertó expectativas que incluso superaron las propias. Pero eso no es el quid. Lo que sí y es médula de esta irreverente misiva, es que a estas alturas usted, señor gobernador, ya debió haber aquilatado. Votación cercana a los 1.3 millones lo posicionaron sin lugar a dudas como el más legítimo gobernador del siglo XXI. De menos. Un verdadero fenómeno político no solo por provenir de un partido ajeno -aunque aliado- del que retomó el poder presidencial, es decir, el PVEM y el PRI, no. Sino por ese plus que representaba ser el más joven entre los jóvenes.
La verdad señor gobernador, aunque podría aventurar mis propias conjeturas al respecto, no sé cuándo empezó a perder el timón del barco llamado Chiapas y entonces todo se empezó a desdibujar ante su propia mirada. Ante las nuestras. Impasibles habría que anotar. Me duelen los epítetos que sobre su persona se escuchan a diario lo mismo en una mesa de café que de cantina. En las mesas de las familias chiapanecas. Lo peor, si lo hubiera, a usted parece no importarle y cuando la ciudadanía alza la voz para ser escuchada, para que usted escuche, las más de las veces han sentido su sordera transmutada en desprecio. Gobernador; porque me atrevo a mandarle esta pública misiva; porque sé, estimo y hago votos, de que para esta segunda mitad de su mandato alejado de las intrigas palaciegas y los duendes que lo rondan, empiece a asumir su liderazgo como lo que es; ¡gobernador de todas y todos los chiapanecos! No puedo explicarme que tan joven haya usted abrazado la carrera de la política, caminar por el congreso de la unión y llegar a lo que puedo entender era su mayor aspiración, la gubernatura, para que por frivolidades y malos consejeros usted esté echando por la borda su proyecto. Bueno y más pelado, el futuro de Chiapas.
Qué le falta señor gobernador para que de una vez por todas se decida a gobernarnos. Nadie le ha juzgado por ser exitoso y haber ganado un proceso electoral para su partido ni para su entendida causa. No me es grato y en verdad se lo digo y ya casi por concluir, que en las calles, repito; en los cafés, las cantinas, en las reuniones familiares en el transporte y demás espacios públicos imaginables, se escuchen voces que asienten sobre su previsible salida, sobre su falta de carácter, sobre que le juegan sus cercanos colaboradores el dedo en la boca. Podrá ser medianamente cierto o falso. No lo sé lo supongo. Pero lo que es cierto y sin la menor discusión es que lo que Chiapas necesita es un gobernador fuerte, decidido y contundente. No se trata de reprimir a los comunicadores ni seguirles inyectando millones de pesos a los editores porque eso no cambia la realidad-real que se niegan a ver y esconden. Es sí en la tolerancia, el diálogo y, déjenme ponerme romántico, el amor a Chiapas, lo que nos hará mejores. Rectifico, la misiva no es solo para vos gobernador; ¡es para todos!
Si me publican o no la misiva, ya es por demás. Señor gobernador, “Güero” Velasco; la línea del futuro para usted está ahí al alcance de la mano de sus acciones presentes. Su capital político hasta ahora dilapidado en cuitas, está en espera de su próxima decisión. Si el futuro le depara mieles, no doy consejos, sí le espeto que habrá en abundancia. Depende solo de usted mismo. Haga lo que haga de aquí en adelante, construya en su joven memoria el cómo las y los chiapanecos le recordaremos. Una cuenta en Zúrich… sí posiblemente pueda ser buena decisión. El que lo ame todo un pueblo siempre… el mayor reto.
Se suscribe de usted reiterándole mis más altas y distinguidas consideraciones.
Atentamente
Alfonso Carbonell Chávez.
Ccp. Usted lector.
P.D.- Saben qué, me inspiré viendo una foto en la que el ahora gobernador y su servilleta, estamos abrazados y sonrientes y de eso ya hace unos 12 años. Qué jóvenes éramos. Je.
Ya de salida
La Asociación de Columnistas Chiapaneco (je) A.C., tendremos un desayuno hoy, hoy, hoy con el presidente del Partido Verde Ecologista de México en Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, el famoso y no tanto ERA. A propósito me comentan los que saben del tema, que en aplicación irrestricta de la ley electoral, éste no alcanzó una curul en el congreso del estado. Lo que sí les puedo comentar es que Eduardo no quedará en estado de indefensión política ni mucho menos. Para el más o menos ilustrado sabrá leer que ERA en el congreso o fuera de éste, seguirá siendo “factótum” en las decisiones del gobierno de Manuel Velasco. Los amigos, es premisa básica, lo son hasta que la muerte los separé. Y la temporal política, me queda claro, es una de éstas. Platicaremos, lo cuestionaremos; nos reiremos y compartiremos el pan y la sal porque los columnistas de la asociación, estimo y sé compartimos, somos gente de responsabilidad, compromiso y respeto. ¡Ah! Y no se equivoquen, la donación fue de solo ¡mil hectáreas! Je….// Les quede claro. Salu2.