25 Septiembre 2015
Alfonso Carbonell Chávez
¡Todos somos culpables! (Me queda claro)
Aquí en este espacio, hemos consignado una serie de inconsistencias institucionales, por decir lo menos, que relevan con crudeza el estadio de cosas que nos atraviesan y laceran a los mexicanos. Pero no está en el ejercicio mismo de la denuncia y crítica en la que encontraremos paz sepulcral. Periodistas o no, es lo de más… lo de menos; políticos, escritores, poetas, amas de casa, estudiantes, comerciantes, burócratas, intelectuales y… la lista sería interminable. Hemos sido coautores de la realidad imperante. Lacerante que nos atropella. Que nos está aniquilando. No quise leer en qué quedó todo este asunto de la visita de los 43 de Ayotzinapa, es decir los padres y madres de los desaparecidos que mañana hará un año, con el Presidente Enrique Peña Nieto. Querámoslo o no, nuestro presidente. Compartí ayer en mi programa de radio un artículo/columna del periodista Ricardo Alemán que se preguntaba y nos preguntaba; ¿para qué los padres de Ayotzinapa se reunirán con el presidente? Él no es, seguía en su análisis diciendo; ¿Él no es ministerio público? Tampoco es experto en incendios. Ni mucho menos perito forense y etc. ¿Será que todo es un montaje mediático? Y en fin una serie de interrogantes más que rondan a un sector masivo de ciudadanos de este país. Mentí. Pero no como pudiera usted pensar que yo también tengo mi propia verdad histórica; sino de que no acudiría a un resumen de los planteamientos de los padres de los normalistas a Peña Nieto y aquí comparto sobre su decálogo de peticiones. Sí emulando al propio Peña Nieto en sus anteriores propuestas (solo fueron ocho). Y como dijo Jack, vamos por partes.
1. Reconocer la legitimidad del movimiento de padres de familia y mantener abierto el caso. (Tal vez porque independientemente que sus demandas justas se deslindan de sus “titiriteros” como lo refiere el periodista Ricardo Alemán (El Universal.com/ 24-09-15)
2. Que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) permanezca un año más vinculado a las investigaciones y que el Gobierno Federal cumpla con sus recomendaciones. (De entrada los padres y sus representantes legales, consideran que el tema durará, por lo que demandan, un año más. Creo es alargar la agonía).
3. La creación de una unidad especial de investigación que tenga dos instancias: una que se encargue de buscar a los normalistas desaparecidos, mientras que la otra indagaría las presuntas irregularidades que se cometieron durante la investigación del caso. En este caso que tanto la SEIDO (Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada) concretamente y en la Agencia de Investigación Criminal no estén dentro de la unidad. (Puede ser correcta la demanda empero las instituciones establecidas constitucionalmente no pueden, ni deben, por desconfianza o prurito, ser excluidas del proceso investigativo. Si no le creen a éstas, tampoco de creen al presidente. Me queda claro)
4. Aplicar el uso inmediato de tecnología para la búsqueda de los estudiantes desaparecidos. (¡Perdón! Es decir, los expertos forenses de Argentina -amén que ya habían intervenido los de la Unam-; los expertos de Innsbruck que ya corroboraron lo menos dos casos de los restos de Cocula ser de los 43. Bueno lo que expertos del grupo interdisciplinario de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) argumentó la imposibilidad del hecho, entonces la pregunta obvia es ¿quiénes deben de intervenir?)
5. Atención digna e inmediata a los heridos y familiares tanto de los estudiantes desaparecidos como de las personas que fallecieron la noche del 26 de septiembre de 2014. (Vaya es la primera mención pública que hacen sobre los tres normalistas que en efecto, ahí murieron, con independencia de los otros tres esa noche)
6. Respeto a la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y cese a la estigmatización de los normalistas. (Sin duda petición interesante y habrá que ver si en el presupuesto 2016, digo ante los recortes anunciados, en efecto se destinan recursos importantes para ese propósito. Ahora que la estigmatización solo depende de ellos mismos. Lucio Cabañas y Genaro Vázquez no es cosa menor, estudiaron ahí precisamente)
7. Comunicación permanente y respetuosa de las víctimas al momento de darse a conocer actualizaciones en el caso. (Me parece correcto; ¡ni una verdad histórica más!)
8. Acciones de fondo, no sólo en este caso, contra la impunidad, la corrupción y las violaciones de derechos humanos. (Creo, confío que en este punto ¡todos coincidimos! Me queda claro)
(Nota; lo que aparece en paréntesis es autoría de su servidor)
Ya de salida
Pues por si no lo sabían, doble contra sencillo; el próximo presidente de la capital tuxtleca se llama; Fernando Castellanos Cal y Mayor. Y miren no nos andemos por las ramas; a Paco Rojas su partido lo abandonó míseramente. Me quedo con la inconformidad democrática que logró concitar entre la tuxtlecada ¡bien! Pero desde mi punto de vista le faltaron arrestos y claro, el acompañamiento no solo de sus siglas así en frío, sino de sus propios correligionarios que, perdón lo diga así, ya han mamado galán. No creo y lo digo antes de la resolución de la sala de plenos del Trife, que Paco Rojas no era la persona indicada ni en el momento preciso para gobernar la capital. De menos le hubiera pasado como al “espurio” (dixit Leonel Durante) de Samuel Toledo. Sé y doble contra sencillo, el 1 de octubre veremos entronizado al joven Fernando. Pero que tampoco se equivoquen; gobernar Tuxtla a partir de hoy no será igual. Digo si los ciudadanos se ponen las pilas…// Caso contrario; ni impugnaciones, ni protestas ni buenas intenciones (que de esas está empedrado el camino al infierno) valdrán. Por hoy lo que me queda claro es; ¿quién esté libre de culpas… que lance la primera piedra?… // Buen fin. Salu2.