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COMENTANDO LA NOTICIA

23 Noviembre 2015

Alfonso Carbonell Chávez

Reformar la Constitución ¿para qué?

En días pasados, un poco más de una  semana quizá, el presidente del Congreso del estado diputado Eduardo Ramírez Aguilar, en un acto que poco trascendió, digo al menos no ha sido un tema que haya merecido la réplica en cuanto a su alcance y repercusiones en la vida futura de la entidad, anunció la reforma de la reforma constitucional. Es decir a mi entender, digo si nos sometemos a lo escrito en la historia última del propio congreso, aquella tan cacareada Constitución del Siglo XXI operada y vendida como la panacea, por lo que sin mayor especulación, el político comiteco miembro prominente del partido gobernante en la entidad, ha considerado y anuncia claro está en correspondencia con sus pares en el congreso, que es hora de darle a Chiapas una Constitución que no se finque en intereses partidistas ni de grupos, sino una que con el concurso imprescindible de vastos sectores sociales y articulados por la máxima casa de estudios de la entidad es decir la UNACH, tales objetivos se alcancen. Una constitución que sirva a la propia sociedad y que traduzca los más caros anhelos de su población en preceptos legales. Paso seguido, claro está, hacerlos valer.

Estoy siendo relativamente injusto, considero, al decir que no le ha merecido a la sociedad e incluso a los medios de comunicación mayores referencias. Porque y  ahí está de muestra un par de editoriales del diario contrapoder en que insiste, por ejemplo, que si esto anunciado “es en serio”, la patria chica estará salvada. Bueno al menos esa fue mi interpretación. Porque al igual de las consideraciones, me refiero a las comunicadas en la editorial del diario aludido, al menos este par de ideas en efecto, se hace imperioso  repensar la propuesta del “contrato social” de Chiapas sobre todo desde el estrado más alto ¡el constitucional! Plantea pues, la reforma anunciada, que sea desde el mismísimo texto constitucional que atienda el contexto y circunstancias de la realidad social, política y económica de la entidad desde dónde se empiecen a reconstruir, ladrillo por ladrillo, la arquitectura constitucional. Hacer de este texto – inexplicable a veces y en mucho inalcanzable para la mayoría de la población-, en un ente que mandate y obligue más allá, es menester anotarlo de lo meramente punitivo, a cumplirla por conciencia plena. Es decir que esa nueva constitución recoja lo mejor del espíritu libertario de una sociedad sureña como la nuestra que se niega a seguir siendo hoja suelta de la historia misma para convertirse en pluma que la escriba. (Esto último lo digo yo je).

Tendremos que pues, al llamado y hago votos porque en verdad sea en serio, que todas las voces con todos sus reclamos, sus sueños; sus deseos y añejas demandas de libertad, paz y justicia en todas sus formas puedan encontrar en la construcción de esta Nueva Constitución, un espacio que articuladamente inscriban eso precisamente; un estado y una sociedad que caminen juntos y en la misma dirección. Que no sea ya más como lo ha sido por años, lustros ¡decenios! Que la Constitución vaya o sea un marco referencial que solo sirve para conmemoraciones sin en realidad ser letra que se cumpla. Por otro el gobierno en turno que trasgrede y mancilla los derechos constitucionales siendo que esta debe ser guía y razón de ser. Y por último el siempre pueblo jodido el que nada o muy poco se siente representada por la magnánima constitución puesto que sus primordiales preceptos como el derecho a la educación, a la salud a la alimentación a la seguridad y a la justicia, chocan cotidianamente con su lacerante realidad. Así entonces, ¡bien por la propuesta lanzada a la sociedad chiapaneca por quienes tienen la potestad y obligación de hacerlo¡ el poder legislativo y claro está, de quien hoy lo preside Eduardo Ramírez Aguilar. Ah pero ¡no se equivoquen!, esto será tarea de todos sin exclusión y sin excepción. Así pues démonos la oportunidad de cambiar de reformar, primero, el texto constitucional y ya hecho ello, igual, velar que la palabra inscrita en la magna carta de las y los chiapanecos se cumpla, insisto, a cabalidad y ello solo se conseguirá con una ciudadanía más vigorosa, responsable y comprometida. De no hacerlo así ¡que la patria chica nos lo demande! Me queda claro.

Ya de salida

Si mucho me apuran, hay un par de instituciones educativas que sin tantos aspavientos avanzan en su consolidación. Una de éstas es la UNACH, quien bajo la rectoría del doctor y maestro (porque lo ha sido por generaciones) Carlos Eugenio Ruiz Hernández, personaje que más allá de lo cuestionable que pudo haber sido su llegada a la UNACH, nadie le regatea un ápice de su compromiso con la comunidad universitaria que alcanza y de manera preponderante, al alumnado. Me queda claro. Pero a qué voy y por qué el motivo de mi comentario y aserto, pues porque sin llegar a él para que me comparta su hacer, de menos y de buena fuente, tengo conocimiento que el tema académico ha sido desde su llegada (me refiero a la calidad de la educación en cuanto a contenidos pero de igual manera a la profesionalización de su planta docente) forman parte toral de su gestión, en principio. Sin olvidar otras aristas igualmente fundamentales como el desarrollo armonioso de los educandos y de la infraestructura de la universidad estén acordes a los tiempos y a la creciente demanda. Ya lo verán en su presupuesto 2016. Comentaremos…// Otra es el Cobach gran subsistema alimentador de la propia UNACH como de otras universidades más, a cargo de José Antonio Aguilar Meza, quien se sitúa al frente de dicha institución como uno de los pilares de la educación media superior siendo hoy por hoy el subsistema educativo medio superior más grande de la entidad y podría asegurar el más grande en todo el país, que no es poca cosa con sus más de trescientos planteles diseminados a la largo y ancho de la geografía estatal con más de, déjeme aventurar una cifra, 40 mil alumnos jóvenes hombres y mujeres casi a la par. Es cierto aún hay un trecho abierto por avanzar en éste nivel como en otros de la cadena educativa; pero no distinguir y en este caso considerar que pese a las limitaciones de recursos en materia de educación media superior y superior que padecen instituciones como las señaladas se avanza, resultaría un despropósito. Una sinrazón. Por lo pronto van bien. Les exigimos sigan así…// Me queda claro. Buen inicio de semana. Salu2.

P.D.- Un agradecimiento al Maestro Hugo Armando Aguilar Aguilar, Secretario General de la UNACH, por la invitación a su cumpleaños número 54. Emotivos resultaron los mensajes de su esposa, hijos e hija con tal motivo, pero sobre todo y déjenme resaltarlo, de su señora Madre maestra de profesión, quien con sus 85 años luce lúcida y amorosa; con su hijo y con su magisterio. ¡Felicidades! Amigo Hugo.

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