12 Febrero 2016
Alfonso Carbonell Chávez
El Papa en México
Hoy al punto de las 19:30 horas, tiempo del centro, estará arribando a nuestro país el Papa Francisco, quien en visita pastoral según han reiterado fuentes del clero de México y del propio Vaticano, visitará varias ciudades de cuando menos cinco estados incluido el nuevo denominado Ciudad de México. Será recibido en el hangar presidencial por el presidente mexicano Enrique Peña Nieto ya que también es una visita de Estado del jefe del estado Vaticano con quien desde la reforma constitucional en el periodo de Carlos Salinas de Gortari (1992) al artículo 130, nuestro país esclarece la relación estado iglesia y entre de estas el reconocimiento del Estado Vaticano. No abundaré aquí sobre de su extenso itinerario minuto a minuto ni siquiera los diversos eventos oficiales y litúrgicos que tendrá el obispo de Roma, pero sí baste con señalar que al día siguiente estará en Palacio Nacional donde tendrá un encuentro oficial con el presidente Peña y entre el sábado 13 y domingo 14 estará en la Catedral de la ciudad de México, en la Villa de Guadalupe y una multitudinaria misa que oficiará en Ecatepec en el estado de México donde se espera la mayor concentración con aproximadamente 300 mil fieles católicos. El lunes 15 viajará a Chiapas y del aeropuerto Ángel Albino Corzo, se trasladará vía aérea a San Cristóbal de las Casas donde oficiará una misa y cuyo motivo principal del Santo Padre, será estar con los indígenas del país claro mayormente de la entidad. De ahí se trasladará ese mismo día a la capital Tuxtla Gutiérrez, para oficiar otra misa cuya sede será el estadio de futbol Víctor Manuel Reyna. De ahí emprenderá su retorno a la capital del país. Para el martes 16 se espera su traslado a Morelia, Michoacán donde también se espera una magna concentración en un estadio de fut y de ahí nuevamente a la ciudad de México. Ya el miércoles 17 y como último punto de su visita, se dirigirá a Ciudad Juárez, Chihuahua, ciudad fronteriza con los Estados Unidos donde además de visitar un penal, oficiará su última ceremonia litúrgica en tierras nacionales.
Pero por qué, pregunta obligada, el vicario de cristo estará en cada una de estas plazas tan disímbolos una de otra, en dónde incluso los estados son gobernados por personajes de diferente afiliación política, digo si consideramos que en el aún Distrito Federal es gobernado por el PRD con Miguel Mancera, el estado de México por un priista como Eruviel Ávila; Chiapas por un miembro del PVEM y en Michoacán por otro perredista como Silvano Aureoles y finalmente Chihuahua por otro priista como Javier Duarte, ya ni qué decir del priista que despacha en Palacio Nacional. Bueno solo faltó que fuera a Puebla para que el PAN, también estuviera representado políticamente en esta visita papal. Y no es que esté sugiriendo que el Papa haya tomado sus decisiones en consideración a este espectro político geográfico, pero sí al menos, es de llamar la atención. Y miren tan no lo considero, que sabiendo el propio Panchito el Che (por su apócope y su origen) que los panistas son como decimos acá en el país los más “mochos” pues ni modos que no hubiera escogido alguna ciudad del estado de Puebla, de Rafael Moreno Valle.
Ahora si lo queremos ver a mayor profundidad y empezar aunque sea a imaginar el porqué de la decisión papal de visitar tales entidades y enclaves nacionales podríamos adelantar ciertas conjeturas que pongo a su consideración; empecemos por la ciudad de México y creo se explica por obvias razones, primero, su llegada al aeropuerto internacional Benito Juárez, en donde será recibido por el presidente Enrique Peña Nieto, como jefe de estado que es y claro sede de la Nunciatura Católica donde pernoctará. Su posterior encuentro en Palacio Nacional, su visita a Catedral y postrarse ante la virgen Morena, la Guadalupana. Me queda claro. Pero a partir de allí, es decir ahora en el municipio mexiquense de Ecatepec, pues no sé ahora en la actualidad pero de siempre, es un municipio con una densidad poblacional realmente interesante enmarcada por la pobreza de sus habitantes y en un estado como el de México en dónde los índices de delincuencia según datos oficiales es muy por encima de la media nacional. En realidad pueden ser muchas lecturas las que se podrían desprender de tal decisión, porque la pobreza, sin duda, será la constante que el Sumo Pontífice encuentre en cualquier entidad que visite. Ya entonces en Chiapas, el encuentro con los indígenas en un lugar tan emblemático como lo puede ser San Cristóbal pudiera, en efecto, resultarnos más cierto y entendible cuando figuras como el finado Ta tic Samuel Ruiz y el levantamiento armado zapatista, precisamente por la reivindicación de los pueblos originarios, sin duda variables tomadas en consideración de esta primera visita a México del primer Papa latinoamericano. Incluso en donde en su país natal Argentina, también los hay.
En cuanto a su estancia en Michoacán, bueno la situación por la que han pasado municipios enteros respecto a la violencia y muerte de cientos de personas a manos de los diferentes carteles de la delincuencia organizada, pues bien podría ser lo que a Jorge Mario Bergolio, el Papa, le haya hecho reflexionar sobre la necesidad de estar cerca de su feligresía en un ánimo de reconfortar su fe y esperanza. Y finalmente Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua, es sabido su interés por la difícil situación por la que atraviesan los migrantes mexicanos y centroamericanos principalmente en su tránsito e internación de manera no legal a los Estados Unidos, y por ello decidió dar su última homilía precisamente en el borde mismo de la barda impuesta por el gobierno norteamericano y en donde sin duda hablará de este flagelo mundial.
Ya de salida
Aunque es cierto que el propio apóstol de Jesús ha dicho repetidamente que no viene ni a juzgar ni tampoco a resolver nada, también no es menos cierto que un pueblo como el nuestro cansado de violencia, injusticia, corrupción y transgresión de los derechos humanos sumidos en la miseria producto de la rapiña de su propia clase gobernante, sus mensajes más allá de lo meramente espiritual, de bondad, perdón y resignación, correrán y hago votos porque así sea, por el de la fortaleza de espíritu, de plena conciencia de sus derechos humanos y universales. Que es tiempo de reflexión y cambios y que para ello es fundamental tomar conciencia y actuar en consecuencia…// ¡No! No estoy diciendo que llamará a la revolución ni cosa que se le parezca. Sino todo lo contrario y que es a través de la fe empezando en la de sí mismo. Que cambiando interiormente podremos cambiar nuestro entorno y nuestro destino. Y lo pienso así porque con su palabra y sus acciones ha dado muestras, incluso, que hasta la propia iglesia debe de empezar a cambiar. Reformarse desde adentro para poder incidir en el cambio hacia afuera. No sé cuánto le cueste al gobierno mexicano y al de las entidades la llegada del Papa; pero lo que sí sé y es de esperarse, que nada se esconda ni nada de la realidad nacional se soslaye. Sé que él no lo hará. Quizás nada cambie con su llegada; cabe en las probabilidades. Pero también cabe la posibilidad de que un personaje tan importante de un hombre de paz como lo es Francisco, toque más corazones que un cardiólogo en la construcción, en la FE, de que, si se quiere ¡se puede cambiar! Y ahí estará una prueba más de amor al prójimo para los mexicanos de 12 estados; las elecciones que tendrán efecto este mismo año. Los ciudadanos tenemos la palabra… ¡y la fe! ¡Bienvenido Papa Francisco!…// ¡Feliz día del amor y la amistad! ¡Me queda claro! Y feliz buen fin.