03 Marzo 2016
Alfonso Carbonell Chávez
¡Fuera máscaras!
Llevamos tres años y casi tres meses del actual gobierno (el 8 se cumplirán) y de las expectativas generadas el 8 de diciembre de 2012, la verdad, no queda nada. Miren, con ciertas salvedades sobre lo que podría hacer un muy joven gobernante, es verdad, pero sin duda entusiasmados por lo que un gobernante precisamente por serlo, joven y gobernante, se daba por descontado cualquier pasado turbio (me refiero profesional y políticamente hablando) de este joven personaje. Es decir, en su paso exclusivamente legislativo, nada se le podía reprochar de ser un corrupto. Así Manuel Velasco Coello o como mejor se dio a conocer “El Güero” Velasco, avalado por una mayoría histórica de votación, de facto se convirtió en un fenómeno de la política no solo de nuestra entidad sino de nuestro país. Aún recuerdo la entrevista que el payaso Brozo (Víctor Trujillo) le hizo vía telefónica en un programa con Carmen Aristegui precisamente el día de la elección presidencial y de gobernador de Chiapas entre otros, sobre de “qué iba a ser cuando fuera grande”, ello claro en clara alegoría que siendo un chavito (el más chavo de los gobernadores electos y en funciones del país) habría obtenido un triunfo tan contundente; casi un millón de votos más que su más cercana contrincante (María Elena “La Nena” Orantes con trescientos y tantos mil votos; échele cuentas). Así el güero Velasco y también me recuerdo como si fuera hoy (¡ay yaja!), cuando en un incendiado mensaje y ante la presencia de políticos del viejo y nuevo cuño, de gobernadores electos y en funciones de varios estados, de funcionarios federales; de otros más que se relamían los bigotes sabedores que solo era cuestión de tiempo para entrarle al relevo de los apestados sabinistas, en fin de todas y todos a los que les permitieron el ingreso a ese recinto sagrado, las suaves notas empezaban a incendiar la sala: ¡Éste (se escuchaba en su fervoroso mensaje que con el beneficio natural de la duda sembraba en los corazones de quienes lo escuchaban… afuera del recinto y los cientos de miles en sus televisores un soplo de esperanzas renovadoras) será el sexenio de las mujeres! (clap, clap, clap retumbaba el aplausometro sobre todo en las figuras femeninas de su familia y amigas cercanas); ¡Éste será el sexenio del campo! Volvía a la carga el entusiasmado gobernante mientras entre los líderes de las ceneces, coceis, opeces y demás fauna nociva que ha empobrecido a los propios campesinos (¿o no señor Germán, Julián y compañía?), murmuraban ¡de aquí soy! (¡Ajúa!) ¡Será éste también, el sexenio de mis hermanas y hermanos… indígenas porque….bla, bla! Y los hermanos indígenas sabedores de su suerte milenaria y de tantas y tantas promesas incumplidas, solo esbozaban en sus labios una leve ¡carcajada! Se reían de los ahí reunidos olorosos a Oscar de la Renta y Chanel. A nadie engañaba.
Así y más rápido de lo que la sociedad chiapaneca ya advertía esto se convertiría en un verdadero desastre, digo si partimos que el primer gran anuncio de su administración fue que no había recursos ni para el pago de aguinaldos y ya no se diga en las arcas municipales que las dejaron los alcaldes salientes en verdadera banca rota sus municipios, pues que nos recetan el dizque decreto de austeridad (sic) dónde la alta burocracia del ejecutivo empezando por su propio titular, pero igual los del legislativo y judicial amén de los 122 alcaldes, se rebajarían el sueldo, dietas u salarios. (¡Ajá!) Y de ahí pal real, esta austeridad no ha parado. ¡Sí no ha parado pero para millones de mujeres y hombres chiapanecos que ni con su pacto de austeridad, ni con sus miles de despensas, ni sus millones de plantas de cafeto, ni con sus uniformes ni útiles escolares, pueden siquiera palear la escases que atraviesan –literal- sus esperanzas y sus estómagos. Así Chiapas se ha venido consumiendo con cada puesta de sol de este gobierno. Nada parece conmoverlo cruel síntoma que nada le importa su gente. No hay día en que en Tapachula, Villaflores, Palenque, San Cristóbal; en Tonalá, en Motozintla; o en Pichucalco o igual en Chicoasén u Ocosingo; ya no digamos en Chamula u Oxchuc, en el que no broten descontentos acompañados de violencia gradual e incluso muertes. Y bueno si nos situamos en Tuxtla capital, ya ni les cuento. La Caja de Pandora. Y por desgracia, por desgracia repito, no estoy diciendo nada que usted no sepa. Me queda claro. Sin embargo, es menester hacer el recordatorio. Es cierto el gobierno tiene el compromiso y la inalienable responsabilidad de gobernarnos y gobernarnos bien. Para eso están ahí. Pero lo deben hacer con eficacia y eficiencia; con apego a la ley. ¡Deben de rendir cuentas! ¡Agüevo qué sí! De todo lo que hacen y me refiero solo al ámbito público ¡nos deben rendir cuentas a los ciudadanos! La ley ahora los obliga a ser transparentes. Pero parece que la sociedad no lo entiende así. Y los que sí, son muy pocos y fáciles de desaparecer bueno de menos coptar. La gente está acostumbrada a mendingar en la ignorante creencia que los que nos gobiernan, es decir de su bolsa, dan lo que dan. Pobres e ignorantes. Fatal combinación.
Pero para que seguir, de un tiempo acá parezco lobo aullando en el desierto. Moriré, lo más posible, pero diciendo lo que pienso. Peleando. Porque ahí están toda esa parafernalia de asociaciones empresariales, cámaras de comercios, de hoteleros y restauranteros; de ingenieros civiles y de los otros; de arquitectos, de médicos y abogados en barras. Bueno ni que decir de los medios de comunicación escritos y de los otros pero que todos facturan, sino nomás hay que revisar sus primeras planas para saber, quien es la mano que mece las cuna$. Y así asociaciones civiles, de mujeres, de derechos humanos etc., y aunque no generalizo claro está, con su silencio, de menos, se convierten en cómplices. Así entonces. No se quejen.
¡Fuera máscaras!
P.D.- así bajito; güero quizá aún es tiempo ¡sacúdete a las lacras y recompón el rumbo!, para cuándo te vayas que estimo te irás…aunque sea en el 18, de menos algún día puedas pasearte por las calles de Tuxtla. Humilde sugerencia. Salu2.
Ya de salida
No había tocado el tema de los últimos nombramientos en algunas secretarias y dependencias de gobierno estatal, nombramientos claro que pasaron o así debió ser, por el escritorio del gobernador del estado. Ahí tiene y sin ningún orden jerárquico ni cronológico, el del secretario del Trabajo que a la salida de Manuel Sobrino habría quedado bicéfala je. Ahí llegó Francisco Zorrilla que estaba en el Fofoe, y a quien por cierto se le ha visto muy movidito y se ha convertido en ajonjolí de todos los moles, ¿qué querrá? En tanto en el Fofoe (el nombre es lo de menos) llegó el hermanito del Willy, el joven Oscar Ochoa, y bueno ya está ahí por recomendación carnal. Porque ¡ah!, eso de vivir fuera del presupuesto es vivir en el error ¡horror! Por ahí nos saludamos en cualquier botanero, pero yo con mi paga…// Y de repente ¡sóplale! que me descabezan a las dos instituciones de educación media superior, sin menosprecio a las demás, con mayor prestigio; el Cobach y el Conalep. Así y sin agua va, que entra Jorge Hernández Bielma al Cobach en sustitución de José Antonio Aguilar Meza (que dicho sea de paso no la venía haciendo mal pero parece que brincará en el escalafón gubernamental) y Mariano Rosales Zuarth llega al Conalep en sustitución del también joven Armando Barrios, que ciertamente ya traía algunas broncas acumuladas con los docentes. ¿A qué obedecen tan repentinos cambios en dichas instituciones educativas se preguntaran? Al saber. Cuándo se ha tenido que argumentar al respecto por parte de quien los nombra. Ya de sus capacidades específicas y trayectorias, pues mejor ni hablamos. ¡Ah! Y que don Adolfo Zamora Cruz, próspero empresario tapachulteco, fue designado como secretario de la Frontera Sur y Relaciones Internacionales o algo así, secretaría que igual se mantenía acéfala desde que su sobrino Zamora Morlet hoy flamante diputado federal, la dejó. Quedó en familia. Y bueno, como dice mi maestro y amigo Ruperto Portela; se acabó el mecate….// Me queda claro. Salu2.