COMENTANDO LA NOTICIA

15 Marzo 2016

Alfonso Carbonell Chávez

¡Un peligro para México!

Y no, no me refiero a Andrés Manuel cuando de un peligro para México planteo, sino de otro peligro que encarna el aspirante republicano a la candidatura presidencial del poderoso vecino del norte, sí me refiero a Donald John Trump, el despreciable sujeto que ha fincado su triunfo mediático atacando a los migrantes de todas las nacionalidades, pero muy recalcitrante cuándo de los migrantes mexicanos se refiere. Desde iniciada su campaña lanzó la primera andanada contra de los paisanos en ese país a los que llamó delincuentes, violadores y corruptos que les vamos a quitar sus empleos y recursos. ¡Háganme ustedes el refabrón cavor! (Dixit Carlos Acevedo) lo que sí ha evidenciado esta cuija mayúscula, es, amén de su racismo enfermizo, su suprema ignorancia al no revisar su propia historia nacional construida precisamente por inmigrantes. Sí es cierto que, para él, solo los europeos blancos y ojos azules tienen cabida en ese país, sin reparar que más de un cuarto de su población está conformada por otras razas. De los 318 millones de habitantes contabilizados según censo de 2014, el 15 por ciento es de origen latino o hispano, mientras la comunidad negra alcanza el 13 por ciento (Fuente: Wikipedia); ello sin agregar a otras minorías como las asiáticas. Si el trompudo de Trump le sigue apostando a enfrentarse con la población inmigrante de los Estados Unidos, es decir los mexicanos y los latinoamericanos en general así como contra los de origen asiático y musulmanes etc., su apuesta por ganar la presidencia de su país una vez lograda la candidatura, al menos en el terreno de la aritmética simple, no veo como pueda ganar. Aunque, siempre cabe la posibilidad, que Trump acabe por enamorar a la mitad más uno de los votantes si, como ya se está viendo, los gringos que le han demostrado simpatías al xenófobo fascistoide, endurecen su mirada de odio y discriminación contra todo lo que no sea blanco de raza.

Pero más allá del peligro que representa Trump para los mexicanos ya con el simple hecho de recrudecer el odio racial de los ku kus clanes y demás clanes neo nazis de ese país, está el otro peligro constante al que nos enfrentamos los mexicanos de aquí como los que emigraron ya y es el que representa nuestra depredadora clase política, en donde la corrupción parece ser la bandera que enarbolan y cuyo manto de impunidad los cubre a todos por igual. Si fuera cierto lo que pregona el tío Rico Mac Donald sobre que solo les mandamos a corruptos, delincuentes y violadores, pues entonces allá vivieran Romero Deschamp, Humberto Moreira; o la maestra Elba, o El Chapo, Guillermo Padrés uf y miles de pillos y delincuentes más. Y es precisamente porque éstos han vivido o viven y gobiernan nuestro país, que millones de paisanos han tenido que emigrar a la unión americana, ya que no se generan las fuentes de empleos suficientes y bien remunerados; no se invierte en el campo, no se crean industrias nacionales y sí puras extractoras internacionales; la inversión extranjera consume los recursos naturales y concentra en sus países de origen las ganancias y todas estas causas son las generadoras del interminable éxodo de connacionales en busca del american dream. Y muchos solo llegan a vivir la pesadilla con gente que como Trump, los explota y humilla. Si no, ya ven lo que Fox dijo en uno de sus célebres dislates, al referirse al trabajo que realizan los mexicanos en tierras vecinas; de que los mexicanos hacen trabajos que ni los negros quieren hacer. Y sí, de algún modo no le faltaba razón, ya que quien destapa las cañerías de sus casas claro, les poda su jardín, les hace el aseo, les cuida el chiquito de la casa también, les construye sus casas, limpia los vidrios de sus edificios y les cosecha sus alimentos entre cien actividades más, no son otros que las y los mexicanos y los latinos en general. Incluso, ahí están los nacidos en EU de origen mexicano que han ofrendado sus vidas y sus servicios a la patria en sus perennes incursiones militares en el mundo.

Sin tratar de llegar a conclusión alguna, digo por lo insoluble que resulta un tema que de alguna manera escapa a nuestro control, me refiero como país, si es menester detenerse a comentarlo sobre todo cuando lo que hemos visto de parte de nuestras autoridades empezando por el presidente Peña, es una tibieza que congela amén de reaccionar tardíamente ante los ataques constantes del señor Trump(udo), quien no solo ofende y ataca a los paisanos que viven legal o no legalmente en ese país, sino a todos los mexicanos y al país en general. A sus instituciones y por ende a quienes las representan. No se hagan bolas, es también para ustedes los epítetos lanzados. Nuestra relación con el vecino país del norte, históricamente no ha sido buena y eso del “buen vecino” es una fachada a la triste realidad que nos cobija. Ya ni mencionar la pérdida de casi la mitad del territorio nacional en los albores del México independiente; y ni qué decir de la invasión de 1847 llegando hasta la capital del país en los trágicos hechos del Castillo de Chapultepec, que dio origen al mito de los niños héroes. Y así por el estilo y lo dejo con esta anécdota que me contó mi padre Don Alfonso Carbonell Javier, quien  junto con otros paisanos tabasqueños se fueron en busca del sueño americano; corrían los años cuarenta precisamente al término de la Segunda Guerra Mundial cuando por tren se embarcaron en su travesía por el país para cruzar la frontera, pero no en calidad de mojados sino con tarjeta de bracero (sembrador, labrador, labriego, jornalero) es decir de manera legal. Así estuvo en los campos de algodón y betabel entre más cultivos. Las jornadas eran extenuantes y las condiciones de vida miserables. Vivían apilados en barracas y en tiempos de invierno ¡uta madre!, me contaba que llegaban casi al punto de congelamiento. Tres años le bastaron a mi padre para tomar la decisión de regresarse a su amado México; lo vivido allí en ese país de contrastes y constante violación a sus derechos humanos excepto claro está el del trabajo, hizo que como él, otros tomaran la decisión de regresar. En muchos lugares como restaurantes, por ejemplo, los letreros rezaban; no se permite la entrada a negros, perros y mexicanos. Y los negros tenían una categoría aún menor a los mexicanos. ¡Please I’ cold!, clamaban unos negros en pleno invierno, pidiendo por favor que los dejaran entrar a su barraca dónde solo había mexicanos en su mayoría ¡Por favor tengo frío! Era lo que clamaban los negros que morían, literal, de frío. Así ese país y sino ahí está Trump para recordárnoslo, sigue debatiéndose entre un racismo ofensivo, estéril y estúpido en pleno siglo XXI y es posible, no lo verán mis ojos, que pueda llegar el otro y los Trump sigan existiendo en esa nación llamada la más poderosa del mundo. Pero la más pobre en espíritu. Me queda claro.

Ya de salida

Lo leí en redes, incluso lo vi y escuché en los “soliloquios” de mi hermano Ángel Mario Ksheratto (una sección de opinión en redes), sobre que el presidente del congreso del estado, diputado Eduardo Ramírez Aguilar, se pronunció porque el INE reconsidere, bueno la autoridad competente, para que rectifique la decisión de separar a tres de los consejeros que de hecho ya se operó, para que sean incluidos los cuatro consejeros(as) restantes empezando por la que presidía y sigue presidiendo el Consejo general del vilipendiado IEPC. Y digo de menos sorprende que el diputado del verde ecologista y presidente de dicho instituto en la entidad, se haya pronunciado categórico sobre este tema. Pero no solo eso sino que se haya sumado y hecho eco a las voces ciudadanas que demandan precisamente ello, que se vayan todas y todos los consejeros. Por lo pronto, la Fepade local, ya emitió sus consideraciones y turnó a la PGJE de Raciel López Salazar el asunto del fraude de la elección del diputado migrante Pardo Molina, por lo que la Procu estatal ya obsequió autos, de formal prisión a los indiciados. Bueno al menos de aprensión libró las órdenes. Ahora se espera que el Tribunal Federal Electoral, también emita su fallo sobre los bochornosos hechos antes, durante y después de las desaseadas elecciones locales del 19 de julio de 2015…La historia continuará…// Me queda claro. Salu2.