viernes , septiembre 20 2024

COMENTANDO LA NOTICIA

29 Marzo 2016

Alfonso Carbonell Chávez

¿De qué me perdí?

Tal y como lo habíamos comentado en las últimas entregas, acostumbro a tomarme unos días en la llamada Semana Mayor, más que por  merecimiento por necesidad con el sano  objetivo de bajarle un poco el estrés y la numeralia que le sigue (escuatro…) je. Por salud mental sería más exacto. Y no es que ¡uyy! que estresante el trabajo periodístico que lo es sin exagerar, pero no más que el de un labriego o trabajador común y corriente en este nuestro estado y en este estado nuestro de precariedades. Entidad y sociedad. Y ya que me referí a este periodo vacacional, déjenme les comente que recibí la siempre grata visita de familiares provenientes del vecino estado de Tabasco, cuyo número rebasó las expectativas pero que se resolvió echándole más agua a los frijoles. Y ahí anduvimos por Sancris, Chiapa, el Puerto y por supuesto Tuxtla capital. No haré aquí una reseña de los recorridos realizados no es menester, pero sí comentar groso modo, la impresión que nuestros visitantes y hablo por los míos sí pero también de todos los que nos visitaron en esta oportunidad, se llevaron y que se plantea con contrastes en la percepción y no podría ser de otra manera. Y digo de entrada que en el caso de las playas específicamente la que visitamos Puerto Arista ¡vaya! sorprendió gratamente la limpieza de éstas que no fue producto de una acción aislada ni de persona o grupo en particular sino que nos habla de una conjunción de voluntades que hicieron posible que este fenómeno ecológico de limpieza en las playas y del mar por añadidura, haya sido posible cosa que habla bien de sociedad y gobierno.

Pero no sería justo sino me refiriera a un personaje que ya por tercera o cuarta vez o más no lo sé, se propuso iniciar esta gran jornada ambiental de limpieza en las playas sobre todo en los puntos de gran afluencia turística y que inicialmente solo consideró a su propia familia, amigos y colaboradores, pero siempre en comunión con las autoridades locales. Me queda claro. Así este movimiento lanzado por el senador Zoé Robledo Aburto, se ha convertido en una verdadera avalancha de voluntades volcadas al menos para este propósito y como aprendizaje social, ya es un avance. Así también ahora ya hemos visto como personajes políticos y de la administración pública de los tres niveles de gobierno han abrazado igualmente la bandera ecológica de limpiar nuestras playas y eso, insisto, ya es un paso hacia adelante. Eduardo Ramírez Aguilar diputado presidente de la Mesa Directiva del congreso local, ya igual por segunda o tercera vez (dos de menos con esta última) también ha levantado la mano de presente y ahí anda con los lugareños y la autoridad municipal recogiendo “pet” y toda clase de basura que dejan día a día los turistas y no se diga en estos días de asueto y fines de semana, por lo regular. Bueno ahí estuvo hace unos días atrás en plena semana santa cumpliendo con el compromiso de llevarles contenedores para basura. Quien también me comentaban ya anduvo por esos lares paradisiacos de mar, arena y mariscos, es el joven alcalde de la capital chiapaneca Luis Fernando Castellanos Cal y Mayor, y bueno pus entonces la pregunta obligada sería parafraseando el título de una cinta clásica de Leslie Nielsen: ¿Y dónde está el gobernador? Digo a no ser que quienes están enfrascados en esta “leal” competencia de limpia playas, tenga que ver con el relevo estatal en el 2018. Solo es análisis deductivo. ¿O no señor senador Luis Armando Melgar Bravo? Éste ya también sacó su boletín al respecto,  referido a la limpieza de playas, no a que ¡ya sacó boleto para el 18! Concluyo con dos comentarios sobre el tema; el senador Zoé a quien tope ya a mi salida del puerto por cierto que saludó afectuosamente a toda mi parentela, en efecto tiene ya varias lunas y puestas de  soles realizando esta labor y en esta ocasión la verdad, el joven legislador chiapaneco convocó a todo un ejército de personas las más jóvenes, que lo mismo en pequeñas brigadas andaban recogiendo basura incluso de manera motorizada, que repartiendo bolsas con la recomendación a los paseantes que depositen en estas sus desperdicios. Todo se concentra en depósitos en una zona específica incluso separando la basura reciclable que será para beneficio de los propios lugareños su venta, en fin. Lo que me lleva a concluir con una sola expresión ¡Vientos! Ah y no se crea que ya se me olvido lo segundo a comentar; pues ahora solo queda que la propia ciudadanía tome conciencia y para sellar el pacto ambiental, empiece por hacer lo mismo en sus hogares, su colonia, su comunidad y su municipio. No solo en las playas sino que sea una tarea permanente con un alto grado de responsabilidad social.

Reflexión a bote pronto: y de la basura que se acumula en las instancias del  poder ejecutivo, legislativo y judicial pregunto; ¿quién o quiénes van a empezar la campaña de limpieza? Es pregunta no se esponjen.

Y a modo de comentario final porque solo mencioné un punto a favor y que tiene asidero en lo que mi propia familia me confió, está el tema de Tuxtla de la que expresaron su beneplácito y asombro por los modernos libramientos, aunque ellos no saben ¡a qué costo social, económico y ambiental!, pero bueno así los deje con esa positiva  percepción de la ciudad capital. Caso contrario y a pesar de estar casi vacía la ciudad, los montones de basura en los cruceros daban un espectáculo deplorable de una ciudad y una sociedad que se debate entre la “modernidad” de sus principales avenidas con otra ciudad y sociedad que se debate entre la ineficacia de sus autoridades y su concepción social de que Tuxtla sigue siendo un pueblote. La conciencia ciudadana, se insiste, no acaba de madurar en éste tema de la basura y su manejo sustentable y ¡limpio! ¡Sí aunque suene contradictorio! Una ciudad y sociedad con un manejo limpio de la basura. Pero en fin. ¡Bienvenidos y feliz regreso!

Ya de salida

¿De qué me perdí? Vuelvo al entuerto inicial; pues no de mucho en verdad, pero de lo ocurrido en mi ausencia ahí están sendos nombramientos en la ahora secretaría de Obra Pública y Comunicaciones a la que llega (secreto a voces) el arquitecto Jorge Alberto Betancourt Esponda, quien deja el INIFECH (Instituto de Infraestructura Física Educativa del estado de Chiapas) en manos del diputado federal con licencia, el otro Eduardo, Zenteno Zúñiga. Veremos pues, cómo se replantea el proyecto estatal de obra pública y la correspondiente infraestructura en el campo educativo. Betancourt Esponda con su antecedente inmediato en el Inifech, no le será nuevo el tema ni el trato y contrato con los constructores. En el caso de Zenteno Zúñiga, tampoco resulta un improvisado en la administración pública por lo que se insiste, habremos de conocer de propia voz de los reacomodados funcionarios, qué viene por delante en estas importantes dependencias que reactivan la economía y propician el desarrollo. Es menester. Sobre el tema de Bayardo Robles Riqué, esperemos no sea borrón y cuenta nueva. Si hay que mandar una señal de los mencionados cambios, sería aconsejable empezar por combatir la corrupción y la impunidad…// ¡Bienvenidos de nueva cuenta a la realidad!…// ¡Me queda claro!

Flash de última hora: qué se estaba a minutos de confirmar la información de la toma de protesta de Sonia Rincón Chanona en la Secretaría de Educación estatal y el hasta en los momentos que escribo la columna secretario de Educación Ricardo Aguilar Gordillo,  asumiría la nueva Secretaría de Cultura del estado, en sustitución del actual titular del Coneculta Juan Carlos Cal y Mayor Franco…// Un abrazo solidario para “Tío Tito” González Lara (diario Ecos del Valle) de quien nos informan está muy delicado de salud en el hospital del Issste de esta capital. Dios con él y su familia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

3 × 2 =