04 Mayo 2016
Alfonso Carbonell Chávez
¿Y los partidos apa’?
Hemos comentado tanto y de tantos actores a los que inculpamos y no sin cierta razón. Pero al menos un servidor, lo confieso, no he reparado en el sistema de partidos en el que supuestamente se sustenta nuestra democracia. Sí imperfecta y carente de valores y desprovisto de instituciones que le den garante ¡pero nuestra! (¿?) Los mexicanos por casi siete décadas nos quejamos y me refiero por supuesto a los abuelos de las jóvenes generaciones, de un sistema opresor en dónde el partido de estado o el PRI gobierno en una especie de dictadura perfecta (Mario Vargas llosa, premio Nobel de literatura), mantuvo oprimido a las y los mexicanos. No entraré a la valoración de este largo periodo pos revolucionario porque habrá aspectos sumamente retrógrados peor de barbarie, empero también de grandes luces y crecimiento institucional. Pero vayamos al tema que provoca al menos varias reflexiones que podrían resultar interesantes, espero. Cuando planteo el tema de los partidos quiero situarme en tiempo y espacio, muy específicamente a lo que al menos estos últimos dos sexenios de administración gubernamental y el qué corre en Chiapas han permitido, hay que decirlo así, destruir la poca cultura democrática en la entidad y más grave aún han sido permisivos para que la gran depredación de sus recursos y voluntades tengan casi cinco millones de chiapanecos al borde del colapso. Qué pinche falta de imaginación de los dirigentes partidistas cuando creen que se vota por las siglas; cuándo mucho y en las circunstancias actuales y eso tal vez, por las personas. De los programas y de proyectos, pus ya ni mención merecen. ¿Ideologías? Qué acaso se comen. Antes en la prehistoria moderna de la naciente democracia en Chiapas, los partidos en verdad representaban algo y a algunos; hoy no se representan ni así mismos. Pero si hay un parteaguas en la historia de la descomposición partidista en nuestro estado, sin chistar, nos remitiríamos a lo que Pablo Salazar siendo gobernador y de alguna manera había congruencia puesto que él fue candidato de todos los partidos excepto el PRI (y en Frente Cívico local), pues ahí empezó a destruir la esencia misma y razón de ser de los partidos opositores al PRI en Chiapas. Bueno hasta el PAN fue su aliado. Así el PRD vio pasar los más insultantes personajes en su dirección siempre atendiendo la voz del amo. La actitud contestataria fue trucada por grandes bolsas de dinero, puestos y canonjías. Creó una generación de nuevos ricos…de izquierda. Él, Pablo, como el alter ego del PRD y sus aliados. El Mesías.
Pero los demás partidos aliados también tuvieron su recompensa y fueron incluidos en el gabinete; eso sí las presidencias municipales y el congreso parecían un luminoso arcoíris donde había de todos los colores, menos verde. Pero como no trato de hacer un tratado partidista pasaré a otro sexenio, el de Juan Sabines. Éste incluso aún más audaz y sí mucho me apuran más inteligente que lo hecho por su antecesor. ¡Y claro! también se apropió de las dirigencias partidistas pero a diferencia de su antecesor, buscó un equilibrio cameral en el Congreso local con su calculada mayoría pero cuando se tenían que definir las elecciones intermedias de diputados federales, optó por la salomónica decisión de hacer ganar a los tres grandes partidos en Chiapas. Así, el “cuatro, cuatro, cuatro” jamás experimentado se dio; los 12 distritos electorales federales fueron repartidos entre el PRD (su partido es un decir), PRI y PAN. ¡Maquiavelo! Así entonces controlando los partidos a nivel local y por ende mano en la postulación de candidaturas en lo local y federal, hizo que la oposición (sic) mantuviera un discurso complaciente y la vendimia de las candidaturas fuera el negocio local de sus dirigentes. Insisto no trato aquí de decir nada que usted no sepa ya, incluso, con mayor precisión y detalle. No es menester. ¡A lo qué voy!
Desde la asunción del Güero Velasco a la gubernatura de Chiapas su partido es decir el Verde Ecologista y no otro, creció de manera desorbitante al darle la victoria por un millón trescientos mil votos y ciertamente no se puede negar, en alianza con el PRI. O lo que quedaba de éste. La triste realidad hoy es que ya no existen contrapesos en el sistema de partidos en Chiapas; el PRI siendo parte de la alianza gubernamental se encuentra amarrado de pies y manos, más por una actitud sumisa y entreguista de su supuesto dirigente Albores, que realmente porque la base militante así lo reconozca. El PRD un partido parásito que no representa ni a sus propios militantes (si los hubiera) ¡mucho menos a una forma de pensar y concebir que el cambio era posible a través de las instituciones y democracia! Pena ajena dan ante quienes lo construyeron incluso, con su vida misma éste partido. El PAN ¡por dios el PAN!, quienes tuvieron la gran posibilidad de cambiar el rumbo de este país cuando ganaron la presidencia; hoy en Chiapas, ni siquiera son polvos de aquellos lodos. Se borraron –solitos- del mapa electoral y democrático.
Ya de salida
Bueno hasta aquí el entuerto y como diría Tío Gervasio ¡Qué pictes! Estamos pues así, atrapados entre la espada y la espada. Abajo y alrededor nuestro el vacío. Sí el vacío de justicia, de legalidad, de desarrollo y paz. Y ojalá fuera como en las caricaturas que abajo en el foso se encontraran feroces cocodrilos esperándonos caer para devorarnos, no. Esto es más grave aún; ¡los cocodrilos vuelan! Si no me creen ¡serio! pregúntenles a muchos funcionarios de gobierno, presidentes municipales, diputados locales y editores de medios (¿?), y verán que exclamarán al unísono de que sí ¡los cocodrilos vuelan!.. Bajito pero vuelan…// Partidos políticos ¿con que se comen? ¿Caso hay?..// ¡Me queda claro! Salu2.