25 Mayo 2016
Alfonso Carbonell Chávez
Son rumores son rumores
Punto número uno; es cierto pero hasta pareciera ser estúpido, que en las redes o dónde sea incluso en “memes” (no sé por qué carajo se llama así pero en fin) se diga, rumore y especule que el góber Güero se va (¡oh burro me mimetice!)… porque si uno empieza a dilucidar a cavilar como sucede en un crimen sobre ¿quién resulta el beneficiario? encontraríamos que hay más asesinos adentro del gobierno, que fuera de él. No se necesita ser Sherlock Holmes o como se llame el inspector inglés, de que muchos de los rumores difundidos sobre la posible y quizá deseable partida del gobernador provenga, precisamente, desde las entrañas mismas de las alcobas palaciegas es decir; que adentro del mismísimo palacio del rey número non, se tejen y alimentan a las tejedoras arañas que desde los medios de comunicación tradicionales y las redes…sociales, es menester, cabildean, intrigan y construyen el andamiaje de la salida del que está y no está, ejerciendo el poder estatal. Paradoja chiapaneca. Yo aquí mismo he escrito y sostenido de que si Manuel no puede o no quiere asumir el alto encargo que un millón trescientos mil chiapanecas y chiapanecos le ofertaron para cumplir tal empresa, pues bueno la vida es de decisiones y hay que tomarlas tarde que temprano. Pero de ahí a que filtren y lo sostengo aquí sin fundamentos ciertos, sobre de que el gobernador solicitará licencia del cargo para asumir una secretaría a nivel federal, pus como que no me suena increíble. Peor aún, de qué esa misma filtración sostenga que quien asumirá la gubernatura interina será el senador Luis Armando Melgar Bravo ¡coño! resulta a ojos vista, quién y quiénes están meciendo la cuna (¿?) Por favor, tengan tres dedos de frente. ¡Qué jodidos estamos! Todos ustedes. Y no es que en lo personal tenga algún prurito contra el senador señalado, sino que me parece y de eso es precisamente el entuerto, que es fácil saber y solo hay que seguirles la pita de a quiénes, desde las oficinas gubernamentales y sus voceros oficiosos, calculan (con el culo) que así abonaran a la ingobernabilidad en Chiapas y entonces los resultados previsibles. ¡Ilusos y predecibles!
Punto número dos; he escuchado voces incluso críticas sobre el actual gobierno, que con rigor hacen señalamientos sobre el mal accionar de la administración verde ecologista y del joven Manuel, pero hasta esas voces dicen sin recato alguno, que en Chiapas pese a los conflictos prevalecientes no está en la ruta ni las condiciones para pedir que el gobernador se vaya. Y muy a mi pesar por lo que he venido sosteniendo aquí mismo en este espacio, no puedo más que coincidir en sentido afirmativo a esa valoración. No se trata de que difundan mentirosamente información sobre fotos y textos (inexistentes) de graficas que consignan al gobernador rodeado de funcionarios federales incluso con el presidente mismo del país, para entender con cierto raciocinio, que las condiciones hoy en Chiapas de conflictos, contrario sensus diría mi hermano Reneque, se ha convertido en un estado ingobernable que no se puede abandonar en circunstancias tales por dos obvias razones; ni el conflicto magisterial está en la esfera de lo local y dos; esta sería una señal de debilidad republicana que invitaría a otras poblaciones de otros estados aún más sometidos a crisis y conflictos (carteles de la droga), para incendiar los ánimos y buscar, por la vía de las protestas y el descontento, cambiar no a uno sino a más de una docena de gobernadores del país. Se entiende o saco las manzanas.
Punto número tres; si Manuel Velasco Coello, como lo he dicho y consignado aquí y en la radio está activo y repartiendo apoyos múltiples al campo chiapaneco y esa es la renovada inercia de tomar al toro por los cuernos, es entonces tiempo también de sentarse con las y los maestros chiapanecos y hablar claro y pelado; de hacer frente al problema del transporte; de sentarse con los empresarios a los que les deben; de buscar un acercamiento con los periodista más allá de si les debe o no. Es decir, de empezar a construir desde su gobierno, las condiciones de diálogo, acuerdo y armonía sociales. No es, lo he dicho aquí y sostengo, hacer como que nada pasa cuando a todos agobia la falta de respuestas. Sabedores ancestrales que somos, no será con Manuel ni con los que vengan que se podrá restituir tanto daño hecho empero sí, y aquí la dejo; de que si en verdad lo que se dice, se torna, se le critica y se le encara el ser de Manuel y no lo voy a repetir; hoy quizá tarde pero tiempo es, de que mande a la chingada a funcionarios corruptos sean del signo que sean…y si llevan alguno de sus apellidos también. Que nos dé una señal de que no ha sido su intención real y de que todo esto pasara. Que aprenda a gobernar escuchando el clamor del pueblo y no de los contratistas corruptos. Porque si nada de eso puede hacer ¡bienvenido el rumor!…hasta que se haga realidad. Me queda claro.
Ya de salida
(Es lo que quisiera je) entonces amigos amigas; si ya llegamos hasta donde estamos queriéndolo o no, no nos queda más que apechugar la parte de responsabilidad que nos corresponde. Bonito y barato social y espiritualmente es echarles la culpa a los otros, cuando nos falta valor de aceptar nuestros propios yerros. Lo digo y sostengo que los medios de comunicación y un puñado de apátridas que suelen tomarse “selfies” para Facebook, creen en la estúpida concepción de su miserable existencia de sentirse que hoy pertenecen a la elite periodística porque maman en varios lugares del gobierno e incluso el propio gobernador les alimenta su perverso propósito de “ahora o nunca”. Yo no doy consejos Güero góber (¡otra vez! me cachis), porque como bien dice mi hermano el Miguelón, esos los dan en otra radio (je). Lo que sí le puedo advertir, de que esos mismos que hoy lo lisonjean serán, se lo apuesto, sus primeros detractores. Traidores a sueldo. Pero en fin ahí usted sabrá que hace y desface con ellos. No los odie ni a ellos ni a nadie. Finalmente somos causa y origen de lo mismo. Por lo demás le digo como la canción: “son rumores son rumores”…// Me queda claro. Salu2.