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Comentario Zeta

Viernes 10 de febrero de 2023

Por Carlos Z. Cadena  

Normalistas siguen siendo el verdugo de los ciudadanos de Tuxtla Gutiérrez.  

(Décadas han pasado y la historia negra se repite en contra de los Tuxtlecos)  

La ciudadanía de Tuxtla Gutiérrez, está completamente, entendida, ilustrada, sabia, y hasta educada de que la situación de los normalistas de la Mactumactzá, ya no tienen vuelta de hoja, de que es necesario que esa institución se le ponga una medida cautelar y preventiva de una vez por todas,  y que es que esa institución  normalista sea llevada a otra geografía territorial fuera de la ciudad, pero sobre todo que se actué ya conforme a Derecho,  para darle de una vez una solución ya definitiva  al problema grave de años,  para evitar que sigan los actos vandálicos y atroces como es la de violentar la estabilidad social de la ciudad,,  metiéndose y asaltando   comercios, secuestrando autobuses y ahora con bloquear y sitiar  las vías de comunicación de la principal ciudad de Chiapas.

Las expresiones populares siguen siendo contundentes de que ya la población vecina de esta Normal de Chiapas, salga de esa territorialidad donde se encuentra, que además son tierras ejidales y son por lo tanto del Ejido, pero además sino nos vamos a la encuesta del pueblo, no habrá un solo “ciudadano Tuxtleco” que diga que ya basta con los quebrantamientos y faltas que cometen malos estudiantes azuzados con ideas de una izquierda radical.

Se lo he escuchado a muchas personas adultas y de avanzada edad de la capital,  que ya basta que sigamos siendo la victima los ciudadanos de un verdugo que se llama “Normal Mactumactzá”, que como son estudiantes de afuera de la ciudad, , inclusive de otros lugares ajenos a Chiapas, pues cada generación o prole de estudiantes nuevos, que ingresan,  ya están pensando en ocasionar desmanes y desbarajustes, y es una historia de nunca acabar  de una institución educativa que cada vez que quiere “sitia” la capital de Chiapas.

Solo basta preguntarle los sufrimientos a  las  familias Tuxtlecas que viven en carne propia, cuando los éxodos de normalistas acuerdan salir a la calles de Tuxtla Gutiérrez a desordenar la paz social,  inmediatamente aflora el miedo y la turbación,   y las llamadas de celulares se activan rápidamente para advertir a sus familiares que los normalistas se encuentran por determinado lugar geográfico y representan  un peligro para la convivencia ciudadana.

Son décadas de historia negra de las embestidas y asaltos a la paz ciudadana, por parte de los estudiantiles en contra del pueblo capitalino, no hay otra ciudad en el país que viva semejante postal de violencia, en función de una decisión estudiantil para poner a la gente con “El Jesús en la boca”. Pero lo que más duele es que no haya soluciones definitivas de una historia negra de ataques en contra de ciudadanos y de sus propiedades y comercios. Ya es una norma o regla este tipo de violencia en contra de la ciudadanía Tuxtleca, y esto ya no se debe de permitir.

Ya la población dictamino que esa normal se debe de reubicar y mover a otros contornos geográficos, si no, que se aplique la ley ante todos los delitos graves de bloqueos a vías de comunicación y casetas. ¿No hay un solo Tuxtleco, que no haya vivido el terror de que los normalistas se encuentran violentando la seguridad y la paz por varios lugares de la ciudad?

Ya es tiempo de asumir responsabilidades ante la historia negra normalista, sobre todo cuando se encuentra la ciudadanía en favor de la autoridad. La capital Tuxtla Gutiérrez ya no puede seguir siendo atacada por un verdugo ajeno a la convivencia del pueblo   cuando a ellos se les de la regalada gana. La Secretaria de Educación de Chiapas y todas las demás intuiciones educativas y otros organismos deben de cerrar filas para tomar decisiones de “un basta ya” a la ignominia y el deshonor que le han hecho durante años a la capital de Chiapas.

Resulta paradójico no creer que haya una solución para resolver la problemática.

 El Ombusdmangate de Chiapas, creo un Feminicidio político legislativo. –

Ayer el comentario popular fue la reelección burda del controvertido Ombudsman Juan José Zepeda Bermúdez, que no solamente se comprueba de su “encomienda fallida” ante las recomendaciones de la CNDH que lleva en su haber en su cargo público, sino además que fue, y esto es historia que la misma CNDH haya hecho una recomendación de responsabilidades a la misma CEDH. Pero lo que más estuvo en boga entre la gente, fue “El feminicidio político” de las diputadas locales mujeres de Chiapas que le dieron el “jaque mate” a la equidad de género, por la que tanto han luchado las mujeres chiapanecas, y que hasta han ofertado su vida.  No hubo un solo voto femenino legislativo en favor de otras aspirantes mueres para convertirse en Ombudsman femenino que tanto lucha y promueve la cuarta transformación de defender a las mujeres en México y sobre todo el Presidente López Obrador, que como alguien dijo “En Chiapas, la figura Presidencial ha sido insultada”.

La línea y el dedazo fue contundente en favor de la reelección de Zepeda Bermúdez, las mujeres legisladoras apoyando una reelección convertida en una “traición y apostasía a la misma figura femenina” en lo que hoy se lucha, que es la equidad de género. En bola se hizo la “reelección” que estuvo en todo momento en la plataforma de la polémica y el debate, una reelección que desdibujara en el futuro del tiempo a las legisladoras locales chiapanecas que se prestaron a la maniobra y simulacro prefabricado por políticos incómodos y perturbadores que se quieren adueñar de todo, con afanes perversos de poder.

No es solamente que se hayan violado normas y reglamentos internos de un poder legislativo como fue la Comisión legislativa de los Derechos Humanos del poder legislativos de Chiapas, -. donde también hay mujeres-   en un acto profano de “reelección” sin que haya ingredientes propositivos para llevarlo a cabo, como la de exposición de motivos de los otros que se inscribieron o al menos que se diera a conocer quiénes son los otros candidatos inscritos.

Ni hubo exposición de motivos del “reelegido”,  mucho menos se supiera de los otros chiapanecos que con honor y dignidad quisieron representa una institución de gran dosis de moral pública. Fue un “ombusdmangate”, tan burdo y rústico que utilizaron a las legisladoras féminas para llevar a cabo una reelección que por sentido común se debió de dejarlo a la ciudadanía la elección y se inscribiera el que quería, pero el manotazo mortal antidemocrático en una figura de gran valor donde está de por medio los propios derechos humanos del pueblo de Chiapas, es eclipsado con una actitud que no tiene nada de honestidad pública y democrática.

Y como dice el Presidente de México, López Obrador, que la vida pública y la democracia deben de ser cada día más pública, las legisladoras locales tienen mucho para hablar del porque esta reelección tan vía Fast Track y ese mundo de omisiones normativas y de absoluta legalidades, que le pega a la purificación del servicio público de Chiapas. Si tenemos un Ombudsman chueco, no de Derecho, como estará lo demás.

 

PD: Morena ya puso en la plataforma rumbo al 2024, a la senadora Sasíl de León Villard. Una jugada de equidad de género que proviene de Palacio Nacional. Una jugada con peluche.

 

 

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