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Comentario Zeta.

Miércoles 27      de marzo   de 2024

Por Carlos Z. Cadena  

El ripley: El PVEM busca hacer “diputado hechizo indígena”, al Auditor Superior de Chiapas. 

(Se descubre el comportamiento nocivo y contradictorio de Uriel Estrada, porque busca impunidad en una diputación local. Lo persiguen decenas de denuncia públicas por proteger alcaldes corruptos).   

La peor afrenta e  infamia que ocurra en Chiapas es otra vez que servidores públicos chiapanecos en su afán de seguir escalando políticamente cargos de elección popular, o lo más grave que busquen impunidad a través de una diputación local, será la gota que rebalso el vaso de agua, como se pretende con el controvertido Auditor Superior de Chiapas, Uriel Estrada  Martínez,  uno de los funcionarios públicos más señalados en este sexenio de la cuarta trasformación en Chiapas,  con un “sello distintivo”  que nadie en la historia lo ha tenido, ser protector, guardián y defensor  de presidentes munícipes  y funcionarios públicos de la 4T corruptos y corrompidos en estos cinco años que lleva el sexenio que más ha exigido en la historian transparencia pública y que la vida pública debe de ser cada vez más pública.

Por eso poco le importó todas las denuncia públicas que se hicieron en los medios locales y hasta nacionales en contra de Uriel Estrada Martínez,  porque sabía que le estaba apostando a una diputación local que esta disfrazada en el PVEM, donde un gran cumulo de exalcaldes y también alcaldes actuales, pues lleva dos trienios, el del 2018 y el de 2021, como Auditor Superior de Chiapas, acusado de ser un extraordinario “lavador de ropa sucia de casa”, y que los chiapanecos en general,  ya no solamente de cada municipio donde su nombre se encuentra estigmatizado, porque fue la misma población local que ha acusado se “limpiarle las cuentas presupuestarias a muchos servidores públicos de la cuarta trasformación en Chiapas, y que urge que se investigue, porque es un asunto del dominio público.

Ahora se descubre que por eso le valió un soberano cacahuate que lo denunciaran y ya había preparado su salida perversa agenciándose una diputación local con “mascara indígena” que se le otorgó el PVEM, que es el partido nacional que más diputados locales y federales ha metido a los congresos, simulando que sus candidatos provienen de los grupos originarios   o indígenas de Chiapas.  Lo vivimos en el 2018 y que adema fueron acusados ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)” sobre los casos de Roberto Rubio Montejo y Humberto Pedrero Moreno, candidatos en los Distritos Electorales Indígenas 2 y 11 de Chiapas, donde fueron elegidos de la manera más perversa e indignante que se recuerde en le memoria colectiva del pueblo de Chiapas.

Por eso la forma de actuar muy seguro de sí, de Uriel Estrada Martínez, que desde hace meses tenía platicas  precisamente con Roberto Rubio, porque sabía que MORENA nunca lo iba a reconocer, por el contrario, sus activos negativos son fatales, por eso recurre  al PVEM, cuya fama negativa es ser “promotor de diputados fedérales  o locales indígenas”, pero que no lo son desde el punto de  vista legal, sino que son “diputados hechizos con mascara indígena” que se amparan en documentos apócrifos que los compran en las comunidades originarias y hacen todo un show para lograr penetrar y burlar la ley electoral, aunque ahora ya será diferente, porque los demás partidos políticos saben que Uriel Estrada Martínez, es un simulador y sobre todo que ya lo dijo el IEPC-Chiapas  que examinaran los expedientes de todos aquellos que busquen ser candidatos a legisladores indígenas.

EL PVEM en el 2018, hizo “diputados hechizos indígenas” a Roberto Rubio y Humberto Pedrero.  Ya conoce el caminito.

Nunca se olvidará que, desde agosto del 2018, Abogados, maestros, activistas y otros profesionistas de diferentes lenguas de Chiapas, todos miembros de la Red Estatal Indígena, se presentaron ante la vocalía local ejecutiva del Instituto Nacional Electoral (INE) para reclamar que lo que pasó el 1 de julio -de 2028- no fue “una fiesta”, sino “una burla” para los pueblos originarios de Chiapas y una flagrante violación a los derechos. Y es que, de los cinco distritos federales en territorios indígenas, ninguno de los diputados federales electos fue de los pueblos originarios de la entidad, donde casi la tercera parte de su población pertenecen a uno de los 12 grupos étnicos registrados.

Según un comunicado de la Red, Yaneth Cruz Gómez, del grupo indígena Tojolabal de Las Margaritas; Olga López, del grupo indígena tzeltal de Oxchuc; Marcos Shilón, del pueblo tzotzil de los Altos de Chiapas, y otros miembros de la organización hablaron ante consejeros electorales del INE y representantes de los partidos políticos,  Ahí, los funcionarios electorales y partidistas escucharon a la comisión de líderes indígenas -la mayoría de ellos médicos, abogados, maestros y de otras profesiones-, quienes se dijeron indignados porque el INE avaló tales candidaturas y los tribunales electorales las ratificaron. Dijeron que “toda esta farsa” fue eso y no una “fiesta electoral” como la calificaron los órganos electorales. (Con datos de la revista PROCESO y Excelsior)

“Los inconformes indicaron que un millón 500 mil chiapanecos, de los cuatro millones 500 mil del total de habitantes, pertenecen a uno de los 12 pueblos indígenas con presencia en la entidad. Al menos cinco de los 13 distritos electorales, agregaron, están ubicados en territorios indígenas, pero de los cinco a los que les dieron constancia de mayoría, nadie es miembro de los pueblos zoque, tzeltal, tzotzil, tojolabal, mam, lacandón, chol y otros. Por ello, afirmaron que las elecciones del 2028, fueron “una burla” y que lo peor fue que dos de los cinco supuestos representantes que recibieron constancias de diputados federales electos falsificaron documentos para representar esos distritos indígenas.

Los integrantes de la Red Estatal Indígena manifestaron que el INE “violó” los principios de certeza, objetividad y máxima publicidad en la sustitución de candidatos durante el proceso electoral al permitir cambios a últimos minutos y horas antes de la jornada electoral. Con ello, dijeron, se generó una “inestabilidad e incertidumbre en la voluntad de los chiapanecos.

En aquella ocasión los representantes indígenas repudiaron a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, cuyo titular Roberto Serrano Altamirano, emitió “documentos falsos y fraudulentos de identidad indígena sin estar facultado para ello, puesto que no es una comunidad ni un pueblo indígena que pudiera definir el origen y la calidad indígena, así como el vínculo comunitario, sino que solamente es un órgano encargado de detonar el desarrollo de los pueblos y comunidades, según su ley orgánica”. También repudiaron a la Secretaría para el Desarrollo Sustentable de los Pueblos al acusarla de usar documentos falsos y fraudulentos de identidad indígena sin estar facultado para ello, pues esa competencia le corresponde a los pueblos y comunidades indígenas a través de sus Asambleas Generales. Roberto Rubio y Humberto Pedrero, candidatos electos en los Distritos 2 y 11 de los Distritos Electorales Federales declarados Indígenas en Chiapas, fueron declarados “no gratos” sin alma, carentes de conciencia, moralidad, ética y de juicio. OJO: El PVEM ya conoce el caminito.  Dixe.

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