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Comentario Zeta

Jueves 28 de noviembre de 2024

Por Carlos Z. Cadena

En Chiapas denuncian red de funcionarios estatales que “extorsionaban” a presidentes municipales.

(Antes se denunció robos de documentos oficiales a la ASE-Chiapas, en acciones insólitas que sigue siendo un enigma)

El mayor robo de la historia en la mayoría de los casos son robos   de obras de arte, de  dinero, o de oro    en el mundo, sin embargo, el robo o asalto al edificio de la Auditoria Superior del Estado de Chiapas (ASE) el pasado viernes 9 de noviembre en Tuxtla Gutiérrez,  no se habló  de obras de arte ni dinero,  menos de oro, sino de documentos oficiales, legajos de papeles, instrumentos computarizados de comprobación de presupuestos, entre documentos y datos digitales, que fueron sustraídos porque presuntamente contenían información veraz y evidente de algunos funcionarios estatales y exalcaldes municipales que no podrían exponer y comprobar  sus “cuentas claras” de los presupuestos estatales y municipales que ellos manejaron y operaron  en el actual sexenio.

Un presunto robo sin precedente, solamente para no dejar huellas de corrupción de cientos de millones de pesos y quizás miles, y que están obligados aclararse, para no pasar a la “historia negra” o la de confeccionar un guion cinematográfico o de perdis un libro escrito de tal hazaña perversa que solamente en Chiapas pudo ocurrir.

Decíamos  el   martes 12 de noviembre  textualmente en este espacio que  “Solo eso faltaba, sustraer “documentos y tecnología”  de todo un sexenio para borrar huellas administrativas que apuntan a la operatividad y conducción de presupuestos y plataformas financieras que son “dinero del pueblo”, y de nadie más,  y que exige que se haga una investigación minuciosa para conocer el involucramiento presunto de pésimos  servidores públicos que giran alrededor de esta institución de transparencia pública,.   No puede ser que la denominada  Auditoría Superior del Estado, una Institución orientada a revisar y fiscalizar la cuenta pública del estado y los municipios, bajo las disposiciones establecidas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Constitución Política  de Chiapas, la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de Chiapas y demás disposiciones aplicables, a un mes (8 de noviembre a 8 de diciembre) de concluir toda una administración  sexenal y que se sufra  una postal de esta magnitud  de “robo de información clave” que  exhibe a Chiapas como una entidad sin ley,  que promueven los propios funcionarios o exfuncionarios de la ASE”, y advertíamos:

“Una acción inaceptable  y muy absurda en la institución que vigila y cuida  los presupuestos de los Chiapanecos,  un descarado  robo, una sustracción y escamoteo,   que nos lleva a   una presunción con infinidad  de dudas del tamaño del Cañón del Sumidero, porque a lo largo de estos años, no había medios de comunicación y  redes sociales que denunciara actos ilícitos e indebidos  en la ASE, aunque ahora todo Chiapas lo sabía,  por eso la Fiscalía de Justicia de Chiapas, tiene la obligación de asumir la historia para defender la dignidad de los chiapanecos de  que fue lo  paso al interior en el edificio de la ASE”.

Hay escenarios inexplicables y misteriosos, de este robo de documentos oficiales de la ASE-Chiapas, para “exclusivamente” borrar huellas de corrupción, y ahora aparece una “red de extorsionadores” que son y fueron servidores públicos que timaban o despojaban a los exalcaldes de Chiapas, lo grave es que vuelve aparecer en el mapa mundo político aldeano el nombre de Uriel Estrada, que debería explicar estos sucesos que lo embarran, donde la denuncia es completamente directa.

Ayer se dio a conocer en Diario de Chiapas que salió una denuncia pública también paradójica, incomprensible y hasta nefasta, que hace el exalcalde municipal de Huixtla en la Costa de Chiapas, (2018-2021) José Luis Laparra Calderón,  que rompió el silencio,  porque se trata de “la primera red de extorsionadores” de funcionarios estatales de un gobierno sexenal en Chiapas,  lideradas por dos altos funcionarios del gobierno estatal, Uriel Estrada y Sergio Aguilar, el primero hace apenas unas semanas titular de la Auditoria Superior de Chiapas (ASE) y el segundo todavía titular del Consejo de Seguridad Pública Estatal. Un Cartel de extorsionadores que desdibujan todo un sexenio de gobierno.

Uno de los agraviados es el expresidente municipal de Huixtla, José Luis Laparra Calderón, quien denunció públicamente a estos dos personajes de la política chiapaneca, además de pedir también que tengan valor los expresidentes municipales chiapanecos y hagan sus renuncias respectivas.  Ambos, de manera directa se acercaron a Laparra Calderón para amedrentarlo al término de su mandato, en el trienio 2018-2021, y exigirle fuertes cantidades de dinero a cambio de su tranquilidad. Tres años después, la denuncia se ha hecho pública destapando esta “red de funcionarios estatales que debe de investigarse hasta las últimas consecuencias.

Toda una historia negra de extorsión en Chiapas.

Según Laparra Calderón, el número de víctimas que se han callado por temor a represalias podría contarse por decenas. Sergio Aguilar y Uriel Estrada se comunicaban directamente con los alcaldes a extorsionar para de forma reiterada exigirles cuantiosas cantidades de dinero. Si no cedían, de forma inmediata comenzaban con la fabricación de delitos para “castigar” a las personas que no cedieran. “Se dedican a ver qué te sacan porque uno tiene problemas en el órgano de fiscalización con las cuentas públicas, pero hay cuentas públicas que te imputan y son inexistentes, ese es el problema”, reveló el político Huixtleco. Laparra relató que, tras cumplir su mandato, Uriel Estrada y Sergio Aguilar lo mandaron a llamar a Tuxtla Gutiérrez y fue allí donde comenzó la pesadilla.

Primero, dijo, lo hostigaron a través de llamadas y por mensajes de la red Whats App, en la cual le enviaban fotografías del titular del órgano de Fiscalización para advertirle que lo estaba esperando para que “rindiera cuentas”. Al final, la presión fue tanta que terminó por entregar una millonaria cantidad de dinero a los dos funcionarios. “A mí me sacaron dinero, no te puedo decir más, pero me sacaron dinero y era una amenaza constante. Me decían que necesitaba con una u otra persona de las cuales dependía mi futuro”, acotó.

Trascendió que decenas de ediles fueron víctimas.

La lista es larga. Alcaldes de distintas regiones de Chiapas fueron a parar a la cárcel por no juntar el dinero solicitado por estos dos funcionarios de gobierno. Otros, que sí desembolsaron importantes cantidades de dinero, tienen temor a denunciarlos por represalias. “Yo no soy ningún delincuente y por eso estoy denunciando, tengo mucha confianza que este nuevo gobierno va a poner orden. Invito a los alcaldes y ex alcaldes que denuncien, que no tengan miedo porque estos dos sujetos deben ser castigados”, apuntó Laparra Calderón.

Finalizó al decir que Uriel Estrada y Sergio Aguilar han obedecido órdenes por parte de sus superiores, por lo que se trata de una red de corrupción de cuello blanco que debe ser investigada por el gobierno no sólo estatal, también por la presidencia de Claudia Sheinbaum. Actualmente, Uriel Estrada Martínez es diputado local por el Distrito VIII, mientras que Sergio Aguilar se encuentra al frente del Consejo Estatal de Seguridad Pública. Así las cosas. (Sic)

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