Jueves, 6 de febrero de 2025.
Por Carlos Z Cadena
Seis años de alcalde de Tuxtla, ahora convertido en “guardián de bosques”; Carlos Morales es nombrado promotor Forestal de CONAFOR.
Evidentemente ha creado malestar popular, porque fue señalado en su histórica “reelección” de seis años, Carlos Morales Vázquez, como Presidente Municipal de Tuxtla Gutiérrez, de haber sido uno de los alcaldes capitalinos más denunciados en la historia de Chiapas, porque fueron dos trienios los que estuvo al frente, protegido por el exgobernador Rutilio Escandón que fue su defensor, junto a Aquiles Espinoza, exsecretario estatal del Transporte, que está siendo investigado por cometer graves actos fuera de la ley en materia del transporte, y que fue muchas veces denunciado por los propios transportistas chiapanecos, tanto del centro, los Altos, como de la Costa y el Soconusco.
Curiosamente ambos -Morales y Espinoza-aparentemente son recompensados como promotores federales en favor de la defensa del medio ambiente y recursos naturales de Chiapas, sin embargo, en el caso de Carlos Morales, quien le otorgó el cargo, fue la titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la CONAFOR, pero quien se agencia el nombramiento del cargo es el controvertido Antonio Santos, de triste memoria en Chiapas desde la época del Pabliato, y que en la pasada campaña Presidencial, fue un flojonazo electoral recibiendo muchas medallas en la redes sociales de que nomas era un consumado “enamorado” en la regiones electorales que visitaba. Desde el primero de octubre que tomó posesión la presidenta (e) de México más votada del país, Claudia Sheinbaum, anduvo pregonando que Carlos Morales sería el delegado estatal de la secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAP), sin embargo, fue elegido en su nuevo empleo como “Promotor de Desarrollo Forestal en Chiapas” de CONAFOR.
Según las crónicas de diarios locales, la CONAFOR anunció textualmente que con el nombramiento de Carlos Morales la CONAFOR refuerza su presencia en la región y avanza en la construcción de políticas ambientales integrales, alineadas con objetivos del gobierno federal y estatal, en cuidado de los forestales y la biodiversidad chiapaneca. Cualquiera pensaría que es una broma, pero no, Carlos Morales ha sido nombrado “Guardian de los bosques de Chiapas”, y ya le sacaron de que fundara una policía montada para cuidar nuestros bosques y selvas, parecida a “La Real Policía Montada de Canadá (la RCMP, por sus siglas en inglés) que es el servicio policial nacional canadiense en materia de bosques.
Ahora solo falta que Morales, Aquiles y el enamorado Pablista Antonio Santos, hagan un partido político en defensa de los bosques y selvas de Chiapas, y por ahí va. Asi las cosas. Con los más denunciados de corrupción en la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez y la secretaria del Transporte, y ahora convertidos en “guardabosques chiapanecos”. Vaya historia.
El símil: México inicia el despliegue de la Guardia Nacional en su frontera norte, en junio del 2019, AMLO hizo lo mismo en el sur, con el mismo Trump.
Resulta increíble que lo que vive el gobierno mexicano actualmente con las “presiones económicas”, de la presidenta Claudia Sheinbaum con el gobierno estadounidense de Donald Trump, con la “enviada” de 10 mil soldados de la Guardia Nacional a la frontera norte, para detener los flujos migratorios, entre las fronteras de México y Estados Unidos, ya se realizó en la frontera sur, nada más que con el expresidente Andrés Manuel López Obrador y el propio Donald Trump, cuando el gobierno mexicano informó que enviaría al menos 6 mil Guardias Nacionales para detener la ola migratoria que nos inundaba por la frontera con Chiapas-Guatemala. Fue el martes 18 de junio del 2019, cuando los efectivos de la Guardia Nacional iniciaron operaciones en la frontera sur del país en aras de intensificar esfuerzos para frenar el flujo migratorio hacia Estados Unidos y cumplir con las demandas de Trump, pero que cuando dejó el gobierno Trump todo se olvidó en nuestro país.
La Guardia Nacional, se dijo en la ´época de AMLO, era el nuevo cuerpo de seguridad formado por policías federales, militares y marinos del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador debía entrar oficialmente en funciones el 30 de junio de 2019, pero las presiones económicas ejercidas por Estados Unidos aceleraron su presencia en la frontera sur del país, donde el 18 de junio del mismo 2019, el Gobierno terminó de desplegar a 6.000 efectivos. La medida surgió a raíz del acuerdo firmado el 7 de junio de aquel año con Washington, en el que México se comprometió a enviar a la frontera con Guatemala a los 6.000 uniformados para controlar el flujo de migrantes hacia EE. UU. El acuerdo dio a México 45 días para reducir de forma significativa el número de migrantes que viajan a través de su territorio rumbo a EE. UU. Hoy la pausa es de un mes.
No habrá más dinero para Centroamérica, hasta que se reduzca la migración
Donald Trump dijo en la época de López Obrador, que había hecho de la reducción de la inmigración ilegal una de las principales políticas presidenciales y está, sin duda, dispuesto a llevarla al extremo. El mandatario Trump, advirtió que, si pasados los 45 días de margen otorgados los resultados no son los esperados, renovaría los planes para imponer aranceles a los productos mexicanos, una medida que pone a México contra las cuerdas, puesto que EE. UU. es su principal socio comercial. Por otro lado, la Administración de Trump anunció ese 17 de junio sus planes para recortar cientos de millones de dólares en ayudas a Honduras El Salvador y Guatemala tras asegurar que sus Gobiernos no estaban haciendo lo suficiente para frenar los flujos migratorios.
Prácticamente es un símil lo que se vive actualmente entre México y Estados Unidos con el despliegue de Guardias Nacionales al norte de México con lo “acontecido” en el 2019 en el Sur, con el Presidente López Obrador y siendo protagonista el Presidente Trump, sin embargo, la movilización que se dio en el sur de México que comprendía Chiapas-Guatemala, fue un fracaso y nunca se respetó el acuerdo, porque los migrantes extranjeros, siguieron ingresando y se denunció miles de veces los grandes negocios que hizo el Instituto Nacional de Migración que dirigió Francisco Garduño protegido de López Obrador hasta hoy en día. Denuncian que es una simulación lo que siempre ha existido en el sur de México, tan simulado que hoy dos ´países Estados Unidos y Canadá, cusan a México de “Narco estado”. Una denuncia muy grave.
PD: Entrevistado ayer en la Torre Digital de Diario de Chiapas, el nuevo Rector de la UNACH, Oswaldo Chacón Rojas, anunció una primicia de que nuestra alma mather de Chiapas será reconocida y considerada como “Benemérita”, por parte del congreso de Chiapas, dentro del marco de los 50 años de nuestra universidad, y que ahora con su humanismo, su vínculo con la sociedad, y su conciencia por la necesidad de servir, se consolida. Son tres universidades en todo el país que tienen esta adscripción de reconocimiento. En fin.