Lunes 08 de agosto de 2022
Por Carlos Z. Cadena
Ken Salazar y su laboratorio Chiapas: Un diplomático sin rumbo y alcahuete.
El Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ese mismo que en su país, ha recibido la peor crítica por su papel como diplomático que no ha dado resultados y juega “al gato y al ratón” en México” con el fenómeno migratorio, vino a Chiapas el pasado jueves 4 de agosto y su primer aterrizaje fue en Arriaga, y no en el municipio de Suchiate, que es donde se encuentra la geografía fronteriza por donde pasan caminando gratuitamente los extranjeros a México , ante la falta de vigilancia migratoria mexicana, y que eso hace que se esté inundado nuestro país de extranjeros, y donde Chiapas está siendo tomado como una “cárcel gigante migratoria”.
Una invasión extranjera que, para el México de hoy, no es un problema de seguridad nacional. ¿Entonces que chingado es? Inaudito.
Lo que ofende es que a Chiapas se le tenga que ver siempre como un “laboratorio de conejillo de indias nacional”, y que hoy nuestras emblemáticas obras federales que “pudieron” llegar con la cuarta trasformación, intempestivamente cambio la estrategia nacional y nos convierten en “Cárcel para los extranjeros” mientras reciben sus papeles migratorios que nunca les dan y aprovechan para salir ilegalmente de Chiapas y perderse por todo el territorio nacional hasta llegar a las principales ciudades mexicanas de la frontera norte donde se encuentra actualmente miles y miles hacinados porque sencillamente el gobierno de los Estados Unidos, no los dejara ingresar a su territorio.
En mayo anunció Embajador un muro migratorio en el Istmo de Tehuantepec.
El pasado 20 de mayo de este año, increíblemente se trazó geográficamente una nueva frontera sur mexicana, donde Chiapas ya quedo como cárcel gigante para extranjeros, lo irónico es que vino de la voz del Embajador Ken Salazar y no de un funcionario mexicano como pudo ser el mismo Presidente AMLO, o el Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, quienes ambos guardan una gran amistad con el diplomático Estadounidense, al que lo han criticado en Estados Unidos de alcahuete y cómplice.
“Ese viernes 20 de mayo, a Chiapas le dieron prácticamente su carta oficial el gobierno del Presidente López Obrador, de convertirse en una gigante cárcel para los extranjeros que provienen de Centroamérica, África, Asia y países como cuba, Venezuela, Haití y tantos otros, tomando a las principales ciudades de la entidad como “estaciones migratorias” donde los extranjeros pueden caminar y hacer su vida como quiera, pero lo más extraordinario es que la noticia la dio, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien anunció un muro en el Istmo de Tehuantepec para facilitar el monitoreo y el control migratorio, así como el tráfico de drogas, con lo que concentrarán en 300 kilómetros los esfuerzos de vigilancia en una frontera que supera los 3 mil si la estrategia la hicieran en el norte, donde los gobernadores que hacen frontera con México, ya dijeron un “basta” al gobierno estadounidense ante la fallida política migratorio entre México y Estados Unidos.
En aquella ocasión dijimos textualmente lo siguiente: “En conferencia de prensa el diplomático de Estados Unidos, reveló el plan del gobierno mexicano para blindar esta zona del sur, porque, afirmó, ahí está la llave para resolver los problemas comunes y frenar a los migrantes y el contrabando de estupefacientes que se dirigen a la frontera norte. “El gobierno de México tiene un plan, una agenda muy buena para la seguridad por ahí, por el Istmo de Tehuantepec. Allí, en el Istmo, por 300 kilómetros, 180 millas, es más fácil ver lo que está pasando en la frontera de 180 millas y no de 2 mil millas en el desierto, entonces es parte de la solución de migración. También es parte de la solución de la seguridad”, aseguró Ken Salazar. (20 de mayo de 2022) (Milenio y El Universal)
Fue en la residencia oficial de Estados Unidos en ciudad de México, -La Embajada- que el diplomático Salazar detalló que el planteamiento es que en esa pequeña región se facilitará el monitoreo y el control migratorio. Consideró de vital importancia poner la mira ahí, ya que, en su opinión, en ese lugar se encuentra la clave para resolver los problemas compartidos entre ambos países ante la actual crisis migratoria y de contrabando de drogas. “En el sur, por el Istmo, es importante que pongamos la vista allí. Ahí están las llaves para resolver los problemas que tenemos ahora sobre el flujo de la migración al norte”, abundó en embajador. Asimismo, Salazar subrayó que, desde que llegó a México en septiembre pasado, su atención se ha centrado en atender y fomentar las inversiones bilaterales en esa región, las cuáles, rememoró, llevaban décadas estancadas. “Mi foco ha sido el Transoceánico… ese lugar se soñaba como muy estratégico desde los días de (Benito) Juárez y (Abraham) Lincoln, y con las inversiones que se hicieron ahí, pues sí se hizo un ferrocarril, pero se abandonó”, y agregó Ken Salazar: “Entonces, México ha hecho bastante para invertir en ese corredor y en los dos puertos de Salina Cruz y de Coatzacoalcos, y esto tiene una ventaja grande para la integración económica. “Esto porque ahí se abren las oportunidades por todo el Golfo (de México), (a partir) del puerto de Mobile, Alabama, pero también por el este de Estados Unidos hasta Nueva York y para adelante”, explicó Salazar como “palero” del gobierno mexicano, dándonos en el trasero en el fondo a los chiapanecos.
Todo mundo se pregunta, porque el injerencismo de Ken Salazar en México y porque él tuvo que dar esta noticia, si le correspondía al Presidente AMLO o al secretario Marcelo Ebrard, por la magnitud federalista, pero como hay mucha complicidad y alcahuetería, el diplomático estadounidense ya dijo que la frontera sur se traza geográficamente entre Oaxaca y Veracruz y a los chiapanecos que se los lleve la tiznada. Evitaron dar la noticia Amlo y Ebrard para no levantar olas de críticas nacionales.
O sea, nuevamente se traza geográficamente una nueva frontera sur mexicana donde prácticamente es en el Istmo de Tehuantepec, donde empujaron el desarrollo nacional de México convirtiendo a los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, en una región industrial donde estarán 10 zonas económicas especiales y se construye el canal interoceánico, otorgándole a Chiapas solamente migajas, porque el tren dela Costa de Chiapas, es una conectividad para transportar carga a Centroamérica de lo que se produzca justamente en esas zonas económicas especiales, pero ahora nos dan el” golpazo final” de que en el Istmo de Tehuantepec se creara este muro para facilitar el monitoreo y el control migratorio, con lo que concentrarán en 300 kilómetros los esfuerzos de vigilancia de una frontera –norte- que supera los 3 mil km. (Sic)
Se entiende entonces que ya no habrá muro en el norte de México sino en el Sur, dejando a Chiapas para retener a los migrantes extranjeros. Chiapas se convierte en “el patio trasero de México y Estados Unidos”, de la migración extranjera. Ese Chiapas que en el 2024 está por cumplir sus 200 años de mexicanidad, hoy le dan un puntapié en el trasero y lo vuelven una geografía de retención de extranjeros que sigue originando peligros de salud y de inseguridad, como el covid, la viruela del mono y la inseguridad que traen los extranjeros. Dixe.