Martes 6 de septiembre de 2022
Por Carlos Z. Cadena
Choca la política de apertura de Casinos, con la pobreza de Chiapas.
(En San Cristóbal, denuncian que el Casino Orus, será factor de mayor inseguridad en esa ciudad colonial).
Más allá de que choca la política de la “Austeridad Republicana” y peor aún la de la “Pobreza Franciscana”, pero sobre todo que en esta administración federal se le está ayudando a los pobres de México, resulta contradictorio que a Chiapas, el estado más pobre del país, lo inunden de “Casinos o establecimientos de juegos de azar”, cuando ni siquiera en la tercera trasformación se pensaba en esta expansión y reproducción de Casinos en Chiapas, como Tuxtla Gutiérrez, Tapachula y desde el 1 de septiembre un Casino más para San Cristóbal de las Casas.
Se lleva una política actualmente de que hay que apoyar a los pobres del país, a los que menos tienen, a los desprotegidos, a los hambrientos diría Gerardo Fernández Noroña, y resulta que, en Chiapas, en lugar de que nos inunden de obras federales que tanto lo necesita, que sigue siendo una asignatura pendiente todavía por parte de la cuarta trasformación, estén aterrizando “Casinos y lugares de juegos de azar”, contraponiendo toda lógica de apoyar a los pobres. No se entiende esta política en México, porque para otorgar un Casino, se tiene que dar permisos oficiales -La Secretaria de Gobernación- y por eso la enorme objeción y mega-contradicción.
Para muchos Chiapanecos este tipo de acciones no es más que efectos distractores, porque un Casino distrae a los problemas sociales y con alguna fuentes de trabajo, pero el problema no es eso, sino que en el caso de San Cristóbal de las Casas, denuncian que el operador del recién abierto Casino, se llama Jacobo Cassab, de origen judío, supuestamente dedicado a los textiles, que de avaro no lo bajan los coletos, (y que en las redes sociales lo señalan de tener otros Casinos en Hermosillo, Manzanillo, Morelia, Cuautla, y ahora se sabe el de San Cristóbal de las Casas), no es ni siquiera mexicano, pero nos quedamos corto, ya todo San Cristóbal de las Casas advierte que aumentará el grave fantasma de la inseguridad pública.
Otra contradicción es que se aborrece y detesta a los ricos en México e increíblemente se le oferta Casinos o juegos de azar, porque los pobres y necesitados sencillamente no van a llegar a estos lugares de apuestas, y menos en una ciudad colonial con “historia indigenista”, que al rato se vaya a volver clasista o racista. El presidente López Obrador ha venido reafirmando en “Las Mañaneras” que su administración está comprometida con combatir el clasismo, la discriminación y el racismo, y se sueltan Casinos en lugares pobres donde la afluencia indígena esta al por mayor. La fórmula en San Cristóbal: ¿Pobreza, indigenismo y Casinos de juegos de azar? ¿Qué alguien explique por favor?
En el editorial de Diario de Chiapas, del pasado viernes textualmente se señala que “Hasta la congregación cristiana “Alas de Águila, Ejército de Dios”, que encabeza el aguerrido Esdras Alonso González, adelantó que no es buen momento para abrir un Casino en San Cristóbal de Las Casas, por la inseguridad que prevalece desde hace varios meses”, y sigue el editorial:
“Como bien dice el religioso, es echarle más gasolina al fuego, porque esto podría traer más irregularidades en la ciudad. La casa de apuestas y de juegos de mesa y tragamonedas será el punto final de enajenación”. y remata:
“Lo interesante del tema es que por mucho que se diga, el casino no será fundamental para la reactivación económica ni habrá un alza en el número de empleos, ni se tiene la certeza que se vayan a pagar los impuestos correspondientes, si se toma en cuenta que, en esto último, hay injerencia de familiares de funcionarios ‘picudos’ en la ciudad coleta. Decíamos, que hubo una pre inauguración de caché, en la que estuvieron presentes empresarios y los hermanos de la máxima autoridad en este municipio, sin dejar de mencionar al ex diputado federal, Carlos Morales Vázquez”.
Se trata pues de acciones que chocan con una política de apoyo a la pobreza en Chiapas, y no se le encuentra la cuadratura al círculo, de que, en Chiapas, donde mayor pobreza existe y analfabetismo, estén abriendo Casinos con efectos distractores, pero no para los que menos tienen, sino para los de la clase media y alta que se distraigan.
¿Porque no se dice cuántos Casinos en Chiapas, se han abierto en estos cuatro años, y “reabiertos” también como los dos primeros que hubo en la tercera trasformación, uno de Tuxtla y otro de Tapachula, que estuvieron cerrados en los últimos siete años, y la cuarta trasformación también ya los abrió?
MORENA, cambio de piel con la llegada del afanoso Carlos Molina.
Morena en Chiapas ingresó a otro escenario partidista, con el nombramiento como dirigente estatal de este instituto político de Carlos Molina Velasco, y deja la puerta abierta para otro nuevo MORENA en Chiapas, con nueva perspectiva de ver las cosas. Primero fue Marcelo Toledo Cruz, el primer presidente estatal de la guinda, después le siguió José Antonio Aguilar Castillejos, posteriormente por Oscar Gurria Penagos y al último Ciro Sales Ruiz, todos ellos fundadores de este instituto político con Andrés Manuel López Obrador. En la historia de estos personajes en la entidad, fueron vapuleados y degradados porque de nada sirvió que hayan empezado nada menos con el que es ahora Presidente de México, sobre todo estos cuatro años de lo que lleva la cuarta trasformación. Nunca los quisieron.
No encajaron mucho menos se acoplaron, con los nuevos militantes e integrantes de MORENA, ellos hicieron su grupo donde muchos los llamaron el grupo de “Los gordos” o los fundadores, por el otro lado los de recién ingreso los llamaban “Los broceados” por aquello que se volvieron morenos con un poco de bronceador sin duda, y que MORENA que sigue siendo un movimiento nacional, donde los enemigos y hostiles son ellos mismos. Con infinidad de intereses creados o intereses de grupo, entre ellos, y últimamente el fenómeno de la “corcholatada” que los divide en estos momentos por sus escenarios aspiracioncitas de elegir a su Presidenciable. Lo vimos en su elección para nombrar “consejeros estatales” donde las postales de la violencia y la antidemocracia estuvieron en todo su esplendor que tuvieron que echar para abajo la elección en tres distritos electorales federales de Chiapas, donde después otra vez se repitió el proceso interno y triunfo los que habían ya habían competido, O sea todo cambio para que todo siguiera igual.
Pero más allá de los claroscuros y contraposiciones que privó en MORENA, entre toda su militancia, este fin de semana se confirmó lo que ya era dominio popular, la ascensión a la nueva dirigencia estatal de MORENA en Chiapas de Carlos Molina Velasco, un joven con experiencia partidista y todo un conocedor en las tareas que giran alrededor de MORENA nacional, donde fue delegado nacional en Chiapas y ocupo un cargo en el CEN de MORENA.
Una elección unánime sin precedente que mostro musculo al interior del partido vino tinta. Hay arrestos, dinamismo, energía y mucho carácter para darle una personalidad de éxito del joven Carlos Molina. Y como nunca no hay quinto malo, no había nadie que le ganara la partida. Molina es el quinto dirigente estatal del vino tinto. Habrá mucha operación cicatriz que innovar para enderezar el rumbo para el 2024.