Dinero en Imagen
CIUDAD DE MEXICO, 14 de abril de 2020./Dinero en Imagen.- Ante el escenario de recesión económica en México y el mundo, está aumentando la dependencia del crédito. Casi el 70% de las personas que perdieron un trabajo debido al coronavirus, ya están asumiendo más deudas de lo previsto con sus tarjetas de crédito; mientras el 60% de quienes sufrieron un recorte de ingresos laborales usa crédito, según un sondeo realizado en Estados Unidos por la plataforma LendEDU.
La misma encuesta advierte que el 37% de quienes conservan su trabajo sin cambios, también dependen más de las tarjetas.
La crisis podría llevar la deuda de los hogares a su punto más alto, y dos hechos preocupantes son que las personas carecen de ahorros para apoyarse, y muchos llegaron a sus topes de crédito en las tarjetas con intereses altos incluso antes del coronavirus, advierte el analista Michael J. Graetz, de la Universidad de Columbia.
«Analiza tu situación financiera de los siguientes 4 a 6 meses y haz un plan urgente. Considera que probablemente tus ingresos serán inciertos a partir de abril, reorganiza tus gastos según las nuevas prioridades en crisis, y ten en cuenta qué deudas tienes. Si crees que el escenario te será muy difícil de mantener, acércate a negociar opciones con tu banco para saldar las deudas más caras”, señala Luis Madrigal, director de Coru.
A fin de orientar a los tarjetahabientes, la plataforma de servicios financieros Coru.com, muestra algunas alternativas para hacer frente al endeudamiento con los plásticos crediticios.
- Acceder al apoyo temporal de los bancos. Esta medida consiste en diferir o congelar pagos de capital hasta por 4 o 6 meses. Aplica siempre y cuando el crédito esté al corriente hasta el 28 de febrero de 2020.
Cada banco establece condiciones particulares y fechas límite para inscribirse en su programa de apoyo, por lo que el cliente debe entrar en la página web de su banco y solicitar vía internet o telefónica el beneficio para suspender los pagos de la tarjeta de crédito.
¿Qué considerar?
El beneficio es dejar de hacer el pago mínimo y mantener el historial crediticio sin afectaciones. No se cobrarán intereses moratorios por no pagar la tarjeta durante este periodo de gracia.
La deuda sigue y sí genera intereses ordinarios. En algunos casos los bancos también ofrecen descuentos por pronto pago.
Si accedes a esta opción, ten en mente que, cuando termine el beneficio temporal, deberás hacer frente a la deuda más intereses ordinarios que tenga el plástico contratado.
- Transferir o consolidar varias deudas en una tarjeta. Otra forma de negociar deudas atrasadas es refinanciar o pasarlas a una sola tarjeta de crédito, mediante la opción de transferencia de deuda de un plástico a otro.
Debes estar al día en los pagos y averiguar con tu banco si ellos mismos ofrecen un producto que acepte la transferencia de saldos, o buscar una alternativa que sea más benéfica por ofrecer mejor tasa de interés.
¿Qué considerar?
Busca la tasa de interés más baja o un plazo más cómodo para pagar el adeudo.
Pregunta si hay comisiones y costos por el traspaso, así como otras penalizaciones, ya sea por pago anticipado, impago o incumplimiento de los montos.
Pregunta los montos mínimo y máximo de la transferencia y las condiciones para mantener el beneficio de la tasa preferencial.
- Reestructurar la deuda. Aquí se trata de negociar las condiciones del crédito a favor del cliente, ya sea en el plazo o las tasas de interés. Por ejemplo, acceder a pagos fijos, un plazo mayor para disminuir el pago mensual, pero con una tasa de interés más alta, o bien, acortar el plazo con menos tasa de interés, aunque incremente el pago mensual.
¿Qué considerar?
La reestructura puede hacerla directamente el cliente con el banco o con el apoyo de alguna reparadora de deuda que garantice confianza y seguridad al usuario.
Si se cumplen en tiempo y forma los acuerdos no se afecta el historial crediticio.
Hay que tener en cuenta las prioridades reales, es decir, si prefieres pagos cómodos a un mayor costo o pagos mayores a cambio de una deuda menos cara. Esta opción de pago debe solicitarse en los primeros meses de endeudamiento, pues deja de ser viable para los bancos para clientes con más de cinco meses de impago.
- Solicitar una quita. Es un acuerdo con el banco o entidad financiera para reducir el monto total de la deuda. El cliente moroso busca un acuerdo para obtener un porcentaje de descuento de la deuda. En este caso debe verse el impago por muchos meses seguidos para demostrar que en efecto no hay manera de solventar la deuda actual.
¿Qué considerar?
Es la menos recomendable de las opciones ya que implica consecuencias negativas en el buró de crédito, se recomienda usar este recurso únicamente cuando todas las opciones se han agotado.