TAPACHULA, Chiapas, 11 de marzo de 2021.- En el marco del Día Mundial del Riñón, a celebrarse el 11 de marzo, la Oficina de Representación Chiapas, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se mantiene atenta a los problemas de riñón que se presentan en la población, promueve acciones de prevención de enfermedades crónicas degenerativas, todo ello con la finalidad de evitar la enfermedad renal.
El internista adscrito al Hospital General de Zona (HGZ) No. 1 en Tapachula, Chiapas, José Enrique Gutiérrez Natarén, informó que los más propensos a tener problemas de riñón son los que tienen presión alta, sufren de diabetes, historial familiar del padecimiento, sobrepeso, adicción al tabaco, tener más de 50 años de edad, entre otros.
Recomendó realizarse los estudios indicados por el médico para detectar algún fallo renal, con lo que puede ayudar a retrasar o prevenirlo, ya que de inicio no se presentan síntomas, incluso cuando se pierde el 90 por ciento de su función.
Considerada una enfermedad silenciosa y con mayor riesgo en las personas obesas, se deben tomar medidas preventivas, como mantener su presión normalizada, reducir consumo de sal, control de glucosa en la sangre, dejar de fumar, realizar actividad física 30 minutos como mínimo, con lo que al mismo tiempo regulará su peso corporal.
Dentro de las funciones de los riñones figuran eliminar desechos y excesos de líquidos de la sangre, controlar el equilibrio químico del cuerpo, la presión arterial, mantiene los huesos sanos y forman glóbulos rojos para el buen funcionamiento del organismo.
Como mejoras alimenticias, se debe evitar el consumo excesivo de grasas para no aumentar los triglicéridos o colesterol; si es diabético debe disminuir las porciones de alimentos con azúcar, miel de abeja, jugos, así como consumir con moderación harinas, tortillas y demás cereales, pan dulce, galletas o pasteles.
Por último, Gutiérrez Natarén pide a la población oaxaqueña llevar una vida saludable, misma que influye en el cuidado y bienestar de los riñones a través de la alimentación adecuada; controlar el peso para prevenir diabetes, enfermedades cardíacas y otras condiciones asociadas con la enfermedad renal; revisar periódicamente presión arterial y niveles de azúcar en sangre; mantener una hidratación adecuada; evitar el tabaco y no automedicarse, a fin de no afectar este vital orgánico.