CIUDAD DE MÉXICO, 03 de Enero de 2020.- El Tren Maya no es un proyecto rentable, no existe un estudio de factibilidad económica que lo avale y tampoco se conoce el plan de financiamiento, que indique de dónde van a salir los fondos para su construcción y operación, advirtió la diputada federal, Dulce María Sauri Riancho.
La legisladora por el estado de Yucatán señaló que la desdibujada “consulta ciudadana”, del pasado 15 de diciembre, indica que a pesar de las voces de alerta y los cuestionamientos, el tren va; hizo notar que en este capricho, el Ejecutivo federal no cumplió con el marco regulatorio de la consulta popular que recién aprobó la Cámara de Diputados y lo que hizo fue abusar de la esperanza de los habitantes.
“A la gente le preguntaron sobre sus necesidades básicas, agua potable, energía eléctrica, becas para los niños, ampliación de un camino y le prometieron resolver todos sus problemas, así que lo que menos importa es el Tren Maya” sentenció Sauri Riancho.
La también vicepresidenta de la Cámara de Diputados, recordó que los megaproyectos de la Administración, como la Refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya, se han convertido en una aspiradora de recursos públicos y ahora, en una motivación para crear nuevos impuestos en cada entidad federativa que supuestamente se vaya beneficiar con esta obra de infraestructura.
Al Tren Maya, en el presupuesto 2020, le asignaron poco más de dos mil 500 millones de pesos, principalmente para financiar los estudios y proyectos requeridos por las autoridades y por posibles inversionistas privados, pero a futuro, insistió Sauri Riancho y sin ser un financiero de altos vuelos, el Gobierno federal no contará con los fondos necesarios para construir y operar un ferrocarril de las características del tren.
Explicó que es probable que exista interés de la iniciativa privada en la construcción de los mil 500 kilómetros de la obra monumental, por ejemplo, en el tramo de Valladolid, Mérida, Palenque y Coatzacoalcos; el empresario Carlos Slim ya levantó la mano, pero el proyecto completo requiere de más de 150 mil millones de pesos, casi cuatro veces el presupuesto de Yucatán para este 2020, expuso la legisladora priista.
Insistió que las obras que no han demostrado su viabilidad económica lo único que han generado es estrechez presupuestal a los gobiernos estatales y municipales de casi toda la República, en detrimento de programas locales, en especial de infraestructura urbana agua potable y electrificación, apoyos al campo y en materia de seguridad, concluyó.