MÉXICO, DF. 29 de Abril de 2014.- Entre mutuas acusaciones de su cercanía al PRI, de incongruencias en su desempeño como panistas e imputaciones de una poca vinculación con la militancia, transcurrió esta noche el debate entre los candidatos a la presidencia del PAN, Ernesto Cordero y Gustavo Madero.
Aunque siempre asumieron la necesidad de preservar la unidad. Cordero y Madero se increparon mutuamente: «necesitaste 107 quincenas de cobrar en el gobierno para afiliarte al PAN», acusó Madero al ex secretario de Hacienda, y aseguró que a él nadie le contó las luchas panistas en opción pues dijo haberla vivido en su familia.
La respuesta de Cordero no se hizo esperar y deploró tener que defender a los gobierno del PAN en la misma sede del partido ante un panista que no reconoce los avances de la administraciones pasadas y se enorgullece del posicionamiento del PRI y Enrique Peña Nieto.
El debate se desarrolló con notorias fallas técnicas en la transmisión por Internet (el equipo de Cordero tenía suspicacias sobre una posible intencionalidad en su contra) y errores en el cumplimiento de los tiempos fijados en el debate (especialmente al ex secretario de Hacienda).
Y no hubo concesiones. La danza de cifras lo mismo servía para hablar de una etapa panista desastrosa electoralmente en los último años, a decir de Cordero, o una recuperación consistente que permite proyectar el retorno a la presidencia en 2018, según Madero.
Visiblemente irritado, Madero arremetía una y otra vez contra el escaso pasado militante de Cordero, le acusó de que bajo su gestión en la Secretaría de Hacienda se duplicaron los presupuestos de los gobernadores, en especial el de Enrique Peña Nieto, un hecho que le permitió aparecer masivamente en los medios electrónicos y construir su candidatura presidencial.
Sin mencionar expresamente al ex presidente Felipe Calderón, Madero deslizó que en ese periodo se pactó un acuerdo en lo oscurito para no impulsar una alianza en el estado de México que afectará la postulación de Enrique Peña Nieto.
Frente a estas imputaciones, Cordero reviró descalificando la cercanía de Madero con Enrique Peña Nieto y sugirió un presunto co-gobierno con el PRI, a través del Pacto por México, cuyo efecto en la economía del país ha sido muy adverso. Dijo que era momento de poner de pie al partido y reivindicar los logros de gobierno panistas frente a alguien que aspira a la presidencia del partido, que se enorgullece de los logros de la administración priísta.
Repudió que Madero manoteara en el debate en contra de los gobierno del PRI cuando ha tenido una cercanía con ellos. Mostró periódicos y revistas que recogían entrevistas de Madero donde este reivindicaba los logros de EPN y demandó a los panistas su voto para terminar con esta situación.