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CRITICA CONSTRUCTIVA

28 Enero 2016

Gustavo Hernández Larrauri

El reino de dios está dentro de ti

En esta columna, voy a retomar y a actualizar un artículo que escribí ya varios años atrás, a principios del 2007 y actualizo en el 2016 y que rezaba: Carlos Marx, dijo alguna vez, “La religión es el opio de todos los pueblos” y León Tolstoi   señaló: “El reino de Dios esta dentro de ti”,  este humilde escribidor, manifestaría  “El reino de dios está dentro de sí mismo o de un mismo y la religión se convierte en opio cuando el reino de dios a conveniencia aflora fuera de ti, sobre todo cuando los que  profesan las religiones, enajenan a sus muy particulares o grupales conveniencias”. (Aclaro que respeto cualquier creencia y soy un enorme creyente a Dios, a Dios que está en el cielo, así como en parte a las creencias esotéricas, de energías y muy poco, pero muy poco de la iglesia de los hombres, como hombres aquí en la tierra)

La cuestión es en que nos ha servido la religión como humanidad, es bien sabido que todas y cada una de las religiones en teoría fomentan una serie de valores y principios para conllevar en sana paz, una paz interna así como una ideal convivencia social en el ámbito de penetración de todas y cada una de la religiones profesadas en la historia de la humanidad. Sigmund Freud, dividía la mente humana en tres facetas, el id, el ego y el superego, y en uno de esos estadios mentales, mantenía la frágil realidad de los convencionalismos sociales, si bien es cierto que otros pensadores tuvieron otras teorías, también es cierto que Freud, acertó en mucho más de muchas ocasiones y la “religión”   a través del convencionalismo social el cuales es el  porqué de esta columna.

Como dividir entender la mente, el espíritu y la materia, lo que es, lo que no es y lo que debe de ser y conjugar la religión en la esencia misma del ser humano;  Fácil por así decirlo, así creerlo, creo yo, cuando el ser humano aflora y proyecta su necesidad, material, espiritual o mental.  “El interés” en su mayor esencia,  “ en el nombre de Dios derramare sangre”,  “ mataré para buscar justicia” , “ en el nombre de Dios manipulare a mi semejante para escuchar la palabra de Dios, la palabra en que yo creo”, “ en el nombre de Dios conquistaré para extender su reino”, en el nombre de Dios llegaré, mantendré, en el nombre de Dios evangelizaré a conveniencias, en el nombre de Dios conjuré el poder económico y político-social, extenderé y me aferrare al poder para que en el nombre de Dios, mi Dios” etc…

El dios que muchas veces llevamos dentro, la voz de la necesidad convertida en interés, que por que plasmo esto, fácil, nuevamente. Chiapas, como el resto de México, América latina e infinidad de países conquistados y colonizados en el nombre de Dios; fue colonizado y basada su estructura social en la religión, cuya esencia pluriétnica se resistió en mucho casos a  esa penetración, como ejemplo; Solo basta entrar a la iglesia de San Juan Bautista “San Juan Chamula”  y ver la amalgama religiosa entre las tres culturas, creencias precolombinas, de la colonia y del México neoliberal, Coca Cola, mezclada con el nombre de Dios y el “chamanismo” tradicional, cuya cultura fue acrisolada por la religión,  por ende, cuya imagen refleja por mucho el antagonismo Marxista, ya que la religión en su esencia y como opio se traduce en PODER, poder religioso que hasta en la unión soviética en su caída se aferró a ese  poder que masifica a la sociedad en creencia, enajenación y utilización ni qué decir del mundo capitalista.

Asimismo en Chiapas tras el levantamiento armado del 94 y la clara intervención de la iglesia católica a través de la Teología de la Liberación el choque fue frontal en la estructura social Chiapaneca, la cual ya sea por automático o por contrainsurgencia el protestantismo entró de lleno a cubrir y a transformar esa estructura de la Teología de la Liberación. Ahora se ven los resultados, un alto porcentaje de deserción de la iglesia “tradicional” que se practicaba en Chiapas ahora en filas del protestantismo y quizá, sin temor a equivocarme sea uno de los principales motivos del Papa Francisco de su visita a Chiapas, principalmente a San Cristóbal de las Casas. El evangelizar nuevamente al indio, al mestizo de un Chiapas enormemente lacerado, tantas veces mancillado, sumido en la pobreza e ignorancia.  Chiapas no es ni nunca ha sido la excepción, es radiografía enajenadora por décadas de la oferta y la demanda de los SERVICIOS RELIGIOSOS  de cualquier, secta o religión, (Es un mercado más que promisorio, ignorancia, pobreza extrema, polarización, ingobernabilidad, mundos de fantasía, etcétera…).

Existe una lucha aberrante y hasta insultante por la enajenación religiosa de todas las religiones tras el “derrumbe” de la “Teología de la liberación”; Insisto, cuyo paso desgastante, dió paso a la penetración de religiones protestantes, que por décadas, a través de derramamientos de sangre ha ido penetrando al brindar sus SERVICIOS RELIGIOSOS,   los cuales, han aumentado en forma “arrolladora”, rompiendo esquemas,  “vendiendo y penetrando cada quien su forma de verdad y palabra a sus conveniencias” ya sea entre la iglesia “tradicional” o protestante, entre roces interreligiosos, los cuales más de una vez ha terminado en derramamientos de sangre. No se puede tapar el sol con un dedo la lucha proselitista y enajenante de una religión con otra que ha sido pilar de la estructura social chiapaneca, en toda la entidad pero sobre todo en la zona altos y selva de Chiapas, enfrascada por otras que buscan lo mismo, en un pueblo sumido en la pobreza y la ignorancia.

La religión muchas de las veces es el opio de  todos los pueblos, no como una creencia o su esencia en religión y la veneración de un ser superior, sino como lucha repulsiva y ambiciosa por el poder, por el poder  humano, ya sea económico-político o de cualquier índole, del Dios que se lleva adentro, movido quizá para muchos  por el poder que conlleva la enajenación, que mezclada de interés político y económico  no es un opio,  sino una bomba  social y que se incrementa ante la visita del Papa Francisco a Chiapas, en un Chiapas de por sí lacerado, sumido en la ingobernabilidad, utilización, pobreza y enajenación. Por lo que quizá el Reino de Dios está dentro de ti, dónde se pueda encontrar, en la religión, en cualquier religión, en el universo, en las grandes o pequeñas cosas, en el camino andado, en el camino dejado, en la naturaleza o todo lo creado por Dios, ya sea al que veneramos o en el que habita en uno mismo y en la forma de concebirlo. Para algunos la vista de Papa Francisco a tierras chiapanecas, será de conveniencias y utilizaciones políticas-económicas-sociales, para otros de esperanza y fé, para otros de indiferencia, para otros de encono y molestia, para de otros de un gran negocio, para otros de un gran regocijo y alegría. Etcétera… Pero lo que este humilde escribano, parafrasea en frase a Tolstoy, y piensa en frase: EL REINO DE DIOS ESTA DENTRO DE TI DE LA FORMA QUE SE CONCIBA

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