Editorial Mediotiempo
CIUDAD DE MEXICO, 24 de agosto de 2022./MedioTiempo.- Si quieres tener una dieta saludable, siempre es importante tomar nota de lo que comes o bebes y hay muchos productos que los nutriólogos desaconsejan por la gran cantidad de calorías o azúcares que contienen, aunque la mayoría de la población toma diariamente, como los refrescos, bebidas energéticas, jugos de fruta o tés fríos.
Los refrescos, aparte de tener muchas calorías, tampoco proporcionan una sensación de saciedad como los alimentos sólidos, por lo que una persona puede ingerir 300 kcal. tras ingerir dos latas de cola y continuar teniendo hambre.
Cuando tomas un refresco estás consumiendo una gran cantidad de azúcar y la Universidad de Harvard creó la guía ‘How Sweet Is It?‘, la cual muestra cuánto presenta cada tipo de bebida azucarada, comparándolos con una cucharita de café que puede tener 4.2 gramos de azúcar.
Dicha guía ilustra con cucharadas cuánta cantidad de azúcar presentan 330 ml de cada refresco, donde la infografía muestra que un jugo de arándanos envasado concentra 12 cucharadas de azúcar; uno de naranja, 11 cucharadas; un refresco, 10 cucharadas y una bebida light, siete cucharadas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta de azúcares libres no debe sobrepasar el 5-10 por ciento de la energía total que se consume por día, entre los 25 y 50 gramos, por lo que si nos tomamos un refresco por jornada sería fácil sobrepasarlos.
Normalmente cuando se tiene la preocupación por el azúcar en los refrescos, se suele pasar a la edición light o sin azúcar, que tiene edulcorantes para conseguir el dulzor y aunque puede ser una alternativa, el nutricionista Daniel Ursúa considera que no son más saludables, ya que para tener esa etiqueta solo necesitan presentar un 30 por ciento menos de calorías respecto a la versión original.
¿Cuántos refrescos se puede tomar a la semana?
Según Ursúa, no se puede establecer un máximo ni un mínimo para el consumo de refrescos a la semana y recomienda irlos eliminando en la medida de lo posible, ya que considera la bebida de elección debe ser el agua, ya que consigue hidratarnos, mientras que los otros tienen el efecto contrario.
“El azúcar cambia la osmolaridad celular haciendo que necesitemos una mayor cantidad de agua para compensarlo, por lo que termina deshidratándonos”, comenta Ursúa en declaraciones que reproduce La Vanguardía.