TUXTLA GUTIERREZ, Chiapas; 12 de mayo de 2021.- Los normalistas nuevamente hicieron de las suyas la tarde-noche de este martes, bloqueando la salida poniente de la capital chiapaneca donde incendiaron el puesto de control de la policía.
Este miércoles por la mañana intentaron seguir haciendo destrozos y aterrorizando a la sociedad en el zócalo de Tuxtla Gutiérrez, frente a Palacio de Gobierno, por lo que estos vándalos más que estudiantes, fueron desalojados por la policía.
El gobierno del estado les ha cumplido todos sus caprichos. La pregunta es: ¿Ahora que quieren?
El trasfondo es que el líder de la Sección 7, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Pedro Gómez Bahamaca, les ordenó manifestarse con violencia para que fuesen victimizados ante el desalojo de la policía, máxime que este jueves asistirán líderes de todo el país al XIV Congreso Nacional de la CNTE, en Tuxtla Gutiérrez.
Por otro lado, es importante señalar que los gobiernos anteriores acostumbraron a los líderes a mantenerlos calmados con dinero, sin embargo, hoy, en su rebeldía y en su falso movimiento estudiantil, toman casetas de peaje, incendian vehículos, secuestran camiones de pasaje y realizan desmanes en inmuebles, entre otro tipo de vandalismo.
La mayoría de la población reprueba estos actos delictivos, en cambio exigen el restablecimiento del Estado de Derecho, porque nadie debe estar fuera ni encima ni al margen de la ley, por lo que es tiempo que el gobierno aplique mano dura en contra de los que cometen un delito.
Usan de pretexto el supuesto movimiento estudiantil para aterrar a la población, en donde salen perdiendo empresarios, transportistas, enfermos que desean de urgencia llegar a un hospital, los automovilistas que van o regresan a su hogar después de una larga jornada de trabajo, y muchos más.
No es justo que por los intereses de unos cuantos, se siga viviendo es un estado de sitio, de terror y de pánico. Hay que actuar conforme a derecho.