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DE FACTO

07 Febrero 2017.

Miguel Angel Culebro Acevedo

+ Chiapas con nuevas oportunidades.

+ La federación debe incentivar la inversión.

La realidad se posiciona ante los escenarios de incertidumbre y las acciones tomadas por el vecino del norte, Donald Trump, que no sorprende al mundo pues desde que realizó su campaña su lenguaje pendenciero, basado en la recuperación de la fortaleza que en su oportunidad tuvo USA, es el momento para que en México se recomponga la atención a la economía local, sin postergar más la inversión y particularmente en el sureste, cuyo modelo económico ha sido fallido o solo intencionado en otros sexenios. Chiapas es ahora la ventana por donde se puede comercializar lo que el vecino del norte se niega o pone sus condiciones.

La atención al campo es obligada; el asunto de producir no solo para el consumo nacional es tema que obliga al gobierno federal redireccionar la inversión, no para competir con los productos de primera calidad que ya no se pueden pagar en dólares americanos, sobre todo con la advertencia de aplicar aranceles de 35% a los productos mexicanos o frenarlos en la frontera, como ya sucedió con el aguacate.

Es ahora cuando se debe privilegiar la riqueza del campo, sin intermediarios; es cuando deben aislarse las entregas corporativas con “líderes” que han usado los recursos para millones de familias que han abandonado las labores agrícolas ante la falta de apoyos e irse a los Estados Unidos o si los hubo, también hubo y sigue habiendo contubernio con funcionarios de las dependencias del ramo para que se quedaran o se queden en unas cuantas manos y no en los beneficiarios. Es ahora cuando ese clientelismo electoral debe ser desechado, porque ni las remesas serán garantía en los próximos meses y nadie puede asegurar que se vuelquen nuevamente a nuestro país, como una divisa que ha permitido al sector público aumentar la corrupción, aprovechándose del dinero público que debe aterrizar en programas y acciones de gobierno.

Si la recuperación de la marca y honroso logotipo del águila, “de lo hecho en México, está bien hecho”, comentado anticipadamente en este espacio hace algunos días, antes que el presidente Enrique Peña Nieto lo anunciara, es sin duda el mensaje de que ha llegado la hora de invertir el dinero público en México y alentar a la pequeña y medianas empresas, cuyo modelo solo se conocía en discursos. Es el mensaje alentador para millones de personas y familias productivas que han insistido por años en tener una oportunidad, que no sea a través de la banca comercial para salir del enorme bache que las tres instancias de gobierno profundizaron en aras de mantener el poder y administrar la pobreza electoralmente.

Es el momento para que se aliente a recuperar la productividad de quienes jamás soñaron con desplazar productos por la vía de exportación a los Estados Unidos de Norteamérica, pero que han insistido por años ante la banca pública e instancias de gobierno para acceder a los programas de apoyo gubernamental y efectivamente fomentar empleos bien remunerados, para competir en el mercado nacional, con calidad y bajos precios. Acceder al dinero público, pero no con el comportamiento de vil usureros, cuyos agiotistas del gobierno han resultado peor para las cobranzas que la misma banca comercial.

Si ello es parte de la recomposición de las políticas públicas de aquí en adelante, mientras Donald Trump siga entretenido firmando amenazas ante el mundo, perjudicando directamente la productividad mexicana, no cabrá duda que nunca es tarde para escuchar los reclamos sociales y la coyuntura venida allende frontera, con todo y muro, debe aumentar la atención para efectivamente se aliente la economía local y dejar por un rato el escenarios macro económico, olvidándose además del que se ha insistido hasta el cansancio de ser nuestro mejor socio comercial, que en realidad, ese socio ya no desea más serlo con México; no, al menos hasta el 2018.

En este escenario, ha llegado el momento de Chiapas y los chiapanecos hemos demostrado estar preparados para ello, cuyo grito desesperado hasta hace algunos ayeres no se oía, ni se atendía, mucho menos que se resolviera. Es la oportunidad esperada por más de 40 años, para dejar de soñar en los próximos peldaños de poder y atender esa mecha que ya arde, que por omisión e intencionada indiferencia, que a fuerza de dádivas se logró el hartazgo social y es momento en realidad de atender y resolver.

Es momento de alentar a los chiapanecos a recuperar el aplomo y la certeza de que podemos aún salir adelante si las instancias de gobierno también reaccionan para distribuir el dinero público, antes que después del 2018 sea localizado en fajos de miles de dólares en casas residenciales “insospechadas”, que encubren la corrupción, el pillaje y por supuesto el dinero mal habido; no solo de funcionarios del gobierno estatal, sino también de funcionarios federales.

Noticias como la que dio a conocer hace unas horas la presidenta del Grupo Gramosa, Ana Luisa Montes Trejo, de ejecutar una millonaria inversión en Arriaga, -el inicio de la costa chiapaneca-, con la construcción de la Terminal de Usos Múltiples de esa empresa, para enlazar la otra que construyeron en Puerto Chiapas, con miras a explotar la oportunidad comercial con Guatemala, como la ventana hacia Centroamérica, es sin duda el primer paso, que como lo dijo ahí mismo en Arriaga, el gobernador Manuel Velasco Coello, “Chiapas es un estado de oportunidades para invertir”.

Durante décadas, la frontera sur estuvo en el olvido, apuntó Velasco Coello. Tiene toda la razón, aunque la entidad sin duda solo ha servido de escaparate para el lucimiento político presidencial. Pero nada más cierto y que hay que decirlo tal cual insistió el gobernador chiapaneco, es que los nuevos escenarios económicos hacen reflexionar sobre la enorme importancia y el alcance comercial que ha tenido con Centroamérica y yo insistiría además, que esa oportunidad nunca se ha aprovechado.

Sin duda alguna que la línea presidencial no permite distraerse con la lucha interna por el poder, de tal manera que Velasco reconoce que con los cambios en la política comercial del gobierno de los Estados Unidos, es necesario fortalecer el mercado interno y capitalizar el potencial que representan los 60 millones de consumidores de estos países vecinos.

La presencia de Ovidio Cortazar, secretario de Economía, así como la de Jorge Betancourt Esponda, secretario de Obras Públicas y Comunicaciones y la presencia de José Antonio Aguilar Bodegas, secretario del Campo, es clave, porque ahí se anunció que en una primera etapa, a través de esta terminal se van a comercializar aproximadamente 100 mil toneladas de granos y alimentos básicos, y se generarán decenas de empleos directos e indirectos, dando mayor impulso al corredor económico de Puerto Chiapas. Nunca es tarde para recomponer las políticas públicas… ahí está pues…. ¡YA!  

 

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