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DE FACTO

09 Junio 2017

Miguel Angel Culebro Acevedo

El próximo gobernador de Chiapas…

El dilema de Manuel Velasco.

El pánico es que se pueda desterrar la corrupción en el país; que los que han hurtado a manos llenas a plena luz del día de las arcas públicas no solo no puedan hacer más, sino que puedan incluso ir a parar a la cárcel, tras andar huyendo de país en país. El mayor problema para ellos es que se llegue aplicar la ley, pero no con simulaciones, como se hace con Javier Duarte, Tomás Yarrington y Beto Borge, ex gobernadores de Veracruz, Tamaulipas y Quintana Roo. Las elecciones del estado de México y Coahuila, son la trampa que bajo las perversidades del poder, están a un tris de cambiar las consecuencias que los priistas y sus aliados no quieren.

La situación del estado de México resulta inédita. Nunca en la historia electoral de la entidad mexiquense se había dado una elección tan repleta de manos oficiales, desde toda la estructura del gobierno federal y estatal, hasta “la solidaridad” de otros gobernadores, que dispusieron no solo de enviados personeros para arrebatar la elección a gobernador, sino que llevaron dinero público, que de obvio, nadie de los que aterrizaron en los últimos días y durante el proceso electoral invirtió dinero de su bolsa, por el contrario, se quedaron con la mayor parte de lo que les dieron para cooptar el voto.

Los cochupos, todos, han sido la constante en las elecciones recurrentes, donde el PRI, –que además no se salva ningún otro partido- hace malabares para retener el poder. Desde 1972, a muchos años del porfiriato, se llevó a cabo la práctica más amplia para comprar conciencias, cuyo precio del voto llegó a costar hasta dos mil pesos en el estado de México el pasado domingo 4 de junio, además del ofrecimiento de hasta 50 mil pesos para comprar a representantes de casillas de Morena, “para que se hicieran de la vista gorda” en el llenado de las actas, sábanas que en el conteo físico de los documentos de dichos resultados están dando los números reales que no favorecen a Alfredo del Mazo.

Al cansancio se ha dicho que la elección mexiquense es la cereza del pastel y no es para menos, porque es el ensayo de cómo se podría disputar el poder en 2018, en esa férrea lucha por retener la presidencia de la república, que igual que ese simulacro del estado de México, está en el virtual riesgo de perder el PRI –y quizá para siempre- el desmantelamiento del país y lo que le falta para dejar con una cifra aún más pobre de los 65 millones de mexicanos que deambulan por las calles sin empleo y buscando la forma de llevar alimento a sus hogares.

Y es ahí precisamente, en Edomex, donde se concentraron los intereses diversos de los virreyes de las 32 entidades del territorio mexicano, donde cada quien, jugó a futuro su impunidad y despertar de la pesadilla que apenas empieza.

Llama la atención como el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco aplicó perversamente su propio juego, pretendiendo engañar al presidente Enrique Peña Nieto y al propio candidato, Alfredo del Mazo, al responder al llamado de compromiso que el mismo ejecutivo federal hizo, junto con más gobernadores. A Velasco, comprometido por la alianza que de plano no quiere y por más intentos que hace para romper con el PRI, todo indica que la simulación le falló, cuya acción fue detectada por la misma estructura electoral de Alfredo III, información que llegó hasta el despacho privado de Los Pinos.

Los enviados de Manuel Velasco fueron asignados al municipio de Nezahualcóyotl –mi tierra adoptiva- a “operar” con la compra de votos ¡a favor del PRD!  y no del PRI, como se comprometió el gobernador de Chiapas. El acuerdo fue previo en la capital chiapaneca y fueron seleccionados desde priistas, perredistas y hasta de sus partidos domésticos. Manuel Velasco intentó engañar a Peña Nieto, pero el domingo por la madrugada, quizá ni entendió el mensaje que “en privado” el mismo Peña les manifestara que “nada hay que celebrar y que hay que ser prudentes”.

Los testaferros de Velasco llegaron a Neza de perdonavidas a encontrarse con la estructura electoral del tricolor. Sólo querían conocer la operatividad y las secciones donde se concentraría la mayor disputa por las estructuras vecinales y hasta un día antes de la elección fueron descubiertos, que en realidad llegaron a favorecer al PRD, donde gobierna Juan Hugo de la Rosa y son los feudos actuales de Héctor Bautista López. Fueron tan burdos y absurdos, que ofrecieron dos mil pesos a los coordinadores de distritos si le ganaban a Morena y que el dinero se los darían de las 7:30 a las 8:00 de las noche del domingo.

La misión del PRD fue retener siempre la mayoría de votos en todas las secciones y los chiapanecos perversos y aprendices, quisieron al PRI como aliado, para que Manuel Velasco le cumpliera a Héctor Bautista y favoreciera al PRD, Lo que no saben es que Neza cuenta con mayor presupuesto que todo el dinero desaparecido de este año para ¡todo el estado de Chiapas! Y que los perredistas harían hasta lo imposible para retener la mayoría a su favor; no necesitaban a arribistas disfrazados de mapaches para invertir todo el dinero público que fuera necesario y defender su bunker.

Los coordinadores priistas de Alfredo del Mazo, recibieron la orden de mandarlos más allá de donde pudieran recordándoles a la más sagrada de su casa y les evitaran la cercanía a la operatividad del día de la elección. Entraron de emergentes enviados de otros dos estados, pero ni así pudieron con la traición del Verde Ecologista, que le jugó las contras a su partido “aliado”.

 

¿Qué pretendía Manuel Velasco?

Hoy queda claro que jugó su futuro por todos lados, porque así como el Verde envió a otras personas a Huixquilucan, Coacalco y Naucalpan, para operar en contra de Alfredo del Mazo, lo hizo en la zona oriente para hacer lo mismo y pretender quedar bien con el PRI y con el PRD, finalmente en el PRD no se tragaron el cuento, porque no les dejaron hacer nada y de ejemplo está David Araujo y Miguel Angel Nakamura, quienes finalmente fueron de paseo y se quedaron con la lana.

Pero tal evidencia fue registrada también por Andrés Manuel López Obrador, quien fue alertado desde Chiapas por desleales perredistas, que en lo doméstico se rasgan las vestiduras por el “güero”, pero allende fronteras juegan su propio entretenimiento.

Manuel Velasco pretende sacudirse el compromiso con el PRI, porque está convencido que la elección presidencial del próximo año es de alto riesgo. Sabe que le impondrán a un candidato para que vaya en alianza nuevamente con el Verde y en el estira y afloje se encuentran Roberto Albores Gleason y José Antonio Aguilar Bodegas, ambos moviéndose en donde se deciden centralistamente la suerte futura del PRI. Roberto Albores Guillén, miembro de un grupo cercano a Carlos Salinas de Gortari, hace antesala por doquier para buscar la candidatura de su vástago, mientas que Aguilar Bodegas también tiene sus enlaces en dos grupos fuertes al interior del poderío económico y político del tricolor nacional.

 

Pero Manuel Velasco no quiere correr riesgos y prevé que Morena pudiera remontar de la elección del estado de México y la suma en Coahuila. Ahora ya sabe que la suma de la izquierda es virtual para el 2018, mientras que el PAN se fragmenta más.

 

En ese escenario, Manuel Velasco hará una suma de siglas de todos los partidos para sacar a un candidato que él pueda imponer. Sólo están a la mano de sus decisiones: Eduardo Ramírez Aguilar y Enoc Hernández Cruz, que podrían ir con la suma de todos los partidos, incluido Mover a Chiapas, pero para tomar la determinación, será cuidadoso de impulsar al que este mejor posicionado y garantice más votos, sin que represente problemas el día de la elección. Uno de los dos será candidato a gobernador, mientras que el otro será candidato a Senador.

Velasco tiene sometido al PRD, de alguna manera al PAN, negociará con el PT, al que ha mantenido relegado, pero más le costará negociar con la CNTE, porque la encarnizada lucha por la presidencia de la república, el magisterio prevé aliarse con Morena, cuya suma en todo el territorio nacional, no será la excepción en Chiapas.

El candidato de Morena, si otra cosa no sucede, será Luis Armando Melgar, mientras que siendo visible quien pudiera ser el candidato del PRI-Verde, para Manuel Velasco, la moneda está en el aire y la preocupación es aún mayor, que mandó al Congreso del estado la iniciativa de quitar el fuero a diputados locales, presidentes municipales y funcionarios de primer nivel de su gobierno, cuya amenaza para seguir siendo sometidos a sus decisiones, pueda apuntalar lo que en Neza logaron los perredistas. En la contra parte, alienta a otros a la reelección, principalmente a los alcaldes que han resultado leales a su causa.

Lo que está en juego para los priistas y demás pillos, es la impunidad de la que quieren gozar y les queda negociarla de último momento, poniendo en charola de plata a su servidumbre, para que desde el gabinete estatal, hasta las estructuras municipales, el próximo gobernador, sino es impuesto por Manuel Velasco, sean enviado a la cárcel, sin que sea tocado el actual gobernador y su familia… ahí está pues… ¡YA!

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